Llegue al departamento, al entrar a la sala mire a Maya recostada en el sillón con una sábana encima y un libro en sus brazos leyéndolo, yo le sonreí con amabilidad.—Maya, no sabia que estabas aquí, ¿No tienes clases a estas horas? —le pregunté acercándome a ella, pero ella ignorándome le dio una ojeada a su libro.
Yo puse una mano en mi frente por mi estupidez, se me ha olvidado su condición, yo la mire con lástima, pobrecita, quizás esa debe ser una de las razones por la cual no sonríe, ¿Cómo puedo hablar con ella si no me puede escuchar?, yo no sé lenguaje de señas.
Se me prendió el foco, saque mi celular con una sonrisa, lo desbloque, busque la aplicación de mensaje y empecé a escribir en el.
"No pude presentarme correctamente contigo, mi nombre es Gemma, una gran disculpa si te he ofendido, no se lenguaje de señas, pero quizás me puedas pasar tu número cel para poder enviarte mensajes y así poder hablar contigo"
Me puse al lado de Maya para llamar su atención, ella bajó su libro mirándome y yo le regale una larga sonrisa mostrándole mi celular, ella miró la pantalla de mi aparato leyendo mi mensaje, después volteo a verme, sin decir nada volvió a leer su libro, yo fruncí el ceño, quizás no ha logrado entenderme.
De nuevo empecé a escribir un nuevo mensaje "Quizás no me he logrado explicar, pero quisiera tu número celular para poder enviarte mensajes y así poder hablar contigo", le extendí mi cel tratando de llamar su atención, pero esta vez parecía que si lo hace apropósito en ignorarme.
Yo di un suspiro rendida, Mia me comento que Maya es muy cerrada, no puedo obligarla a que me de su número celular para hablar con ella, iba yendo a mi cuarto dándole la libertad que quiere.
Al entrar al cuarto me sobresalte un poco al ver que al parecer una señora del aseo lo ha recogido dejándolo implacable, sentí mucha pena al no haber tendido la cama, pero...si hay una señora del aseo, todos deben hacer lo mismo.
Estaba en el baño checando la tina, me quiero dar otra vez un baño en quitarme todo este gel que me ha dejado ese fotógrafo, buscaba el botón que Mia me ha dicho, en la punta de la llave la mire con detalle y note que hay un círculo marcado, puse mi dedo encima de esa figura y pude notar que presionando se hundió esa parte.
Escuché un pequeño sonido, mire el desagüe se había tapado automáticamente, yo mostré una sonrisa al haber encontrado ese botón, pero después la borré, ¿Cómo querían que la encontrara si estaba escondida?, yo negué con la cabeza desesperada por estas tonterías abriendo la llave.
Puse mi mano sintiendo el agua no muy caliente, sonreí al ver que la tina ya se estaba llenando, quizás...pueda relajarme un poco, fui al cajón de productos, Mia me dijo que había todo tipo de cosas, necesito ese jabón para hacer espuma en la tina.
—Aja, aquí estas —dije sacando un bote de espuma, camine hacia la tina mientras leía las instrucciones— Echar una pequeña cantidad —dije deteniéndome enfrente de la tina.
Vi la tina con el agua casi llena, mire el jabón y volví a mirar el agua, con mucho cuidado le echo pequeño líquido al agua, me aparté un poco asustada al ver que la espuma se iba creando rápidamente, ¿Me he equivocado?, ¿Causare que todo el baño este lleno de espuma?, pero en un momento dejó de producir espuma quedando perfecto dentro de la tina.
Yo sonreí aliviada poniendo una mano en mi pecho al que esta vez no cometí una estupidez, cerré la llave del baño y me fui desvistiendo encuerandome, de nuevo deje mi collar en un lugar seguro del baño y puse mi punta del pie en el agua, al ver que estaba en una perfecta temperatura empecé a meterme sacando un suspiro relajador por la gloria que estaba sintiendo al hundirme en el agua tibia.
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POTESTAD
FantasySe dice que los más afortunados padecen el síndrome de Alejandría, pero Gemma fue una excepción. Unos ojos morados no hicieron que su padre estuviera presente en su vida, ni le apareció dinero para escapar de la pobreza o le dio la cura de la grave...