NarradorBern se encuentra en una lujosa oficina en la madrugada empezando con su día de trabajo, como es tradición de la empresa Sonne tiene de cucus como viejos a modernos colgados en una pared que la invadieron por completo, la pared que tiene atrás de él tiene de un gran cuadro que por igual invadía la pared, este cuadro fue pintado para ser un árbol genealógico de los Bell, cada uno ha sido retratado estando en su posición correspondiente, en la última rama se encuentra Bern al lado su esposa Belen y por último, Reto su hijo que se encuentra debajo de su imagen. Y por último la pared de su lado derecho parecía ser una ventana completamente para mostrar la hermosa vista de los alpes suizos.
Lo más característico de la oficina es que todo es de madera fina, el escritorio del dueño de la empresa es de madera completamente con detalles marcados, sobre todo aves tallados que su plumaje fue marcado con pintura de cobre y en el centro del escritorio hay un sol marcado pintado de oro puro y las aves se encontraban como si estuvieran volando alrededor de la gran estrella.
Se pueden ver los marcos con las fotos de los familiares sobre el escritorio, donde una era mucho más grande que las demás, en la foto aparecen Bern, su esposa y su hijo posando para la foto formal. Bern en esa foto se encuentra con un traje fino oscuro, muestra solamente su mirada seria al no mostrar su boca por el cubrebocas especial que usa diario y tiene su mano puesta en el hombro de su hijo que se encuentra en el centro de sus padres. Reto en esa foto ya era mayor, muestra un rostro serio y una postura firme teniendo sus brazos detrás de su espalda, como su padre un traje fino igual de oscuro puesto encima, su cabello en ese tiempo lo tiene corto peinado hacia atrás pareciendo el hermano de su padre por el gran parentesco a excepción de su tono de cabello. Y Belén tiene de una cariñosa sonrisa hacía la cámara, teniendo su cabello suelto, con un vestido verde oscuro largo puesto encima, con mangas largas pegadas a sus brazos y teniendo pequeñas piedras preciosas en forma de rombos insertadas en su vestido, igual teniendo una mano el otro hombro de su hijo como su esposo lo ha hecho.
Bern estando concentrado completamente sin detenerse tecleando en su laptop de último modelo, paresia de toda una máquina para poder calcular sin calculadora o poder procesar las palabras escribiendolas sin ni siquiera mirar el teclado. Pero un pequeño timbre que proviene de su laptop sono, él de reojo vio que recibió de un mensaje de Alex Heaven, "Alex Heaven: Esta foto puede ser de tu interés. Me lo ha enviado mi princesa esta mañana."
Él al leer esa noticia apartó sus manos del teclado como si el teclado estuviera hirviendo para haber realizado un movimiento brusco, teniendo su mirada fijamente en el mensaje, él sabía que cuando se trataba de familia Heaven no eran mensajes positivos, con un rostro lleno de seriedad, él agarró su ratón empezando arrastrarlo metiéndose a la página de mensajes, frunció el ceño teniendo una mirada muy fría al ver la foto, donde Gemma y Reto se encontraban bailando alegremente disfrazados en la fiesta, él tiene una mirada bastante fría en el rostro de la mujer, una mirada del cual quiere lanzarle amenazas por estar cerca de su hijo aunque ella no esté presente.
***
Reto se encuentra acostado en su cama siendo un perezoso teniendo sus extremidades extendidas dejandose a manos de la depresión, sin tener las ganas de hacer algún movimiento o si quiera prepararse para sus clases de tenis, pudo escuchar que su celular empezó a sonar, él con un movimiento muy lento por el animal que es, gira su cabeza viendo su celular, dio un parpadeo que pudo haber tardado tres segundos para que sus párpados se juntarán.
Pero sin opción se transformó en humano estando completamente desalineado, su cabello se encuentra alborotado, tiene de unas gran ojeras al no haber dormido toda la noche por culpa de los muchos pensamientos negativos que tuvo por culpa de Scarlett, él dio un largo bostezo del cual le salió un pequeño rugido y fue agarrar celular.
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POTESTAD
FantasySe dice que los más afortunados padecen el síndrome de Alejandría, pero Gemma fue una excepción. Unos ojos morados no hicieron que su padre estuviera presente en su vida, ni le apareció dinero para escapar de la pobreza o le dio la cura de la grave...