51. Eventos desafortunados

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Pasando los días, me estaba alistando para el evento de mi padrino, él va a mostrar su retrato ante a todos los astros, además que voy a conocer a su esposa y debo estar preparada.

Mia me iba ayudando en hacerme una trenza francesa para tener un peinado algo formal, tengo un vestido color café claro de mangas largas, con un cinturón interno en la cintura para que se pueda notar la figura, la falda es suelta terminando en pétalos por arriba de las rodillas, el escote no es abierto, el vestido tiene de un poco de cuello, pero tiene de un pequeño espacio triangular donde el pico es hacia abajo, pareciendo que tengo un collar de tela.

Tengo unas botas largas por debajo de las rodillas de cuero de color beige, el tono de mi maquillaje son de tonos naturales, a excepción que tengo el delineador de linea de gato, siempre he tenido de esa manía de ponerlo, que hasta Theo me hace burla que me debería tatuar los párpados con ese diseño.

Y de accesorios, tengo unos aretes con cadenas de oro teniendo perlas colgando, mis guantes del mismo color que mis botas y mi collar que nunca le he sido infiel.

—¿Por qué no vienes conmigo? —pregunté con súplica mirando a Mia a través del espejo y ella rodeó los ojos con una sonrisa.

—¿Y con qué vestido? —preguntó ella con gracia.

—Con el de la fiesta del invierno, lo vuelves a usar dos veces —dije con gracia sabiendo que para ella eso es un sacrilegio.

—Estas loca si crees que voy hacer algo así —dijo ella fingiendo espanto, después las dos sacamos pocas risas— Ya te lo dicho como cinco veces Gemma, esa ceremonia solo asisten astros con sus familiares, prácticamente eres como la sobrina del director, es por eso que solo vas asistir tú de este departamento.

Yo hice una pequeña mueca observando mi reflejo.

—Es solo que...no se porque tengo un mal presentimiento que esta noche será parecida a la de Galería, la señora Hansen debe odiarme como el padre de Reto —dije bajando la mirada preocupada.

—Es normal en ella, papá me cuenta que la señora Ciara es una mujer muy fría y seria, lo es, en las fiestas del invierno siempre que asiste en acompañar al director, pareciera que no está presente al no decir mínima palabra, ya que cuando habla siempre llega ofender a alguien, pero no es su culpa, así que no te vayas a sentir mal si llega a insultarte.

—¿A qué te refieres? —pregunté confundida a su palabras y Mia agarró el fijador del cabello empezando a rociar mi pelo, yo cerré los ojos temiendo que las pequeñas gotas lleguen a dañarme.

—El don de la señora Ciara se trata que ella puede saber cuando alguien dice una falsedad, pero pareciera que hubo un costo para ella, ya que su don no le permite mentir, todo lo que te diga será más que la verdad, papá deduce que esa puede ser la razón de su actitud y por la cual casi no habla, ya ves lo que dicen, la verdad duele —dijo ella dejando de utilizar el fijador y pude abrir los ojos libremente, ella empezó a darme unos toques finales a mi cabello insertando perlas artificiales en mi pelo.

Me quedé asombrada al enterarme del don de la señora Ciara, debe ser complicado para ella tener ese poder encima, tener que decir la verdad...vaya...yo no hubiera sobrevivido con ese don, además que ella puede saber cuando alguien miente, puede ser un privilegio como una maldición, esa si es una información muy útil, recordatorio, que no se me ocurra mentirle a la señora Ciara.

Pero después me mordí el labio inferior nerviosa, ahora que me entero de esto puede que diga todas las verdades de lo que piense de mi.

—Va a tener todo un discurso preparado para mí, Mia.

—Gemma, como te dije es muy raro que hable, parece muda igual que Maya, conociendola solo te va a dar una mala mirada como lo hace con todos, esa mujer es de carácter a pesar de que no hable mucho.

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