NarradorLas tres mujeres Scarlett, Nicole y Ren teniendo muy malas acciones, empezaron a poner acción a su maléfico plan, Nicole sigilosamente iba a las canchas de fútbol acercándose al grupo de amigos de Gunther, especialmente para hablar con él, él al darse cuenta de la presencia de la mujer mostró mucha seriedad, pero ella se puso a su lado poniéndose en puntas para acercarse al oído al hombre diciendo de un secreto sin que Leon se diera cuenta. Gunther sonrió con gran malicia mirando a Nicole dando un asentimiento que estaba dentro.
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Ren y Scarlett siendo sigilosas espiaban de Ruth y Beille que los dos iban caminando juntos platicando entre sí, la mujer sostenía el brazo de su amigo queriendo ser ella su guía para él, las dos mujeres se miraron entre sí alargando su sonrisa de una manera que decia "Esto será pan comido"
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Siendo la hora de la comida, Mia, Gemma, Theo y Maya quedaron extrañados al ver la silla vacía sin la presencia de Celia, que ella se encuentra en otra parte, al fondo del bosque llorando desconsoladamente abrazándose entre sí con gran fuerza.
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Con la manada, las chicas incluyendo Gemma trataban de consolar a Meg que ella se mostraba muy depresiva en esos días sin que un hombre le pidiera ser su ángel del invierno. Reto desde lejos tiene su mirada puesta en Gemma, ella al sentir esa mirada lo volteo a ver de reojo, pero él con instinto esquiva esa mirada de ella, ella solo bajo la mirada con seriedad siguiendo tratando de calmar a su amiga y Hunter mira a su amigo con una mueca de lástima.
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Más tarde Gemma con una mueca de tristeza mira que se encuentra sola en el cuarto del laboratorio sin ninguna compañera quien le ayude, ella bajó la mirada y sin opción empezó a trabajar por su cuenta.
Pero en esa misma noche, alguien tocó la puerta del departamento donde se hospeda Meg, Alba y Yael. Alba abrió la puerta y sacó una larga sonrisa al ver al cartero de la academia que le regaló una tierna sonrisa teniendo un ramo de rosas y una gran caja de regalo.
Ella al haber recibido estos regalos y haber firmado que había recibido su paquete cerró la puerta del departamento mostrando mucha extrañeza entrando a la sala, Yael estando sentada en el sillón de la sala, rodeo los ojos viendo como su amiga tiene los regalos en sus brazos.
—Si que tu pareja es todo un semental, Alba.
—No me los ha enviado Angus, son...de Meg, el cartero me dijo que un admirador secreto...se los ha enviado —dijo ella con demasiada extrañeza y Yael frunció el ceño. Pero Alba sin tomar mucha importancia alargó su sonrisa con gran alegría— Esto le quitará la tristeza a Meg, cuando se despierte...
—Alto ahí mi pequeño pony —dijo Yael sin mostrar nada de confianza viendo los regalos— Yo sugiero ver lo que hay adentro.
—¿Cómo sugieres eso? Yael —dijo Alba con enfado— Debemos respetar la privacidad de otros, Meg puede ser la que nos diga que contiene esta caja.
—¿Y si es una broma pesada? —preguntó Yael con enfado y Alba rodeó los ojos caminando hacia el cuarto de Meg. Yael soltó un gruñido al ser ignorada, pero sin otra opción acompañó a su amiga.
Alba entró al cuarto de Meg sin necesitar permiso, ella prendió las luces del cuarto y Meg al sentir eso a pesar de tener los ojos cerrados, soltó un pequeño chillido de molestia agarrando la almohada cubriéndose el rostro, Yael sin poder evitarlo sonrió a que eso le causara gracia.
—Meg, Meg, Meg, despierta, despierta, mira lo que te han mandado —dijo Alba con gran emoción dando pequeños saltos alegres.
—No...me interesa, les voy a pedir que...me dejen dormir —dijo ella con una voz muy apagada y casi inentendible al tener la almohada pegada en su rostro.
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POTESTAD
FantasySe dice que los más afortunados padecen el síndrome de Alejandría, pero Gemma fue una excepción. Unos ojos morados no hicieron que su padre estuviera presente en su vida, ni le apareció dinero para escapar de la pobreza o le dio la cura de la grave...