Abrazaba a Mia emocionada viendo como el hombre terminaba de colgar mi nombre en la puerta, Maya hasta estaba presente con nosotras viendo nuestros tres nombres. Mia junto sus manos con gran alegría al estar tan emocionada como yo.El diseño es idéntico al dibujo que hice, las amatistas que estaban colgadas por cadenas en mis letras de mi nombre eran de la mejor piedra. El señor dio un asentimiento despidiéndose y se retiró del pasillo.
-Ahora sí está totalmente equilibrado, alegría y... -Mia miro a Maya que se le quedó viendo con seriedad, ella sonrió nerviosa- Y un poco de...seriedad en la puerta -dijo ella dándole un pequeño acarició en el nombre de Maya. Después ella volvió a verme- Esta esplendido Gemma, ¿Las piedras es por algo en especial?
Yo le di un asentimiento orgullosa sujetando las amatistas viéndolas con una dulce sonrisa al recuerdo.
-El color favorito de mi madre era el morado, cuando ella era joyerista la amatista se volvió su piedra favorita, ella me dijo que al nacer y ver mis ojos lo primero que le llegó fue la imagen fue esa piedra, de hecho...ella pensaba nombrarme como Amatista Adelaida, pero... -dije haciendo una mueca que hasta Mia la hizo- Tomo la mejor decisión en que Gemma era mejor.
-Totalmente -dijo Mia con una sonrisa de gracia y yo saque pocas risas- Déjame decírselo a Maya -volteo a ver a Maya empezando a hacer señas.
Mientras que Mia se comunicaba con Maya a través de señas, yo mire a un grupo de chicas pasando a lado de nosotras, ellas vieron mi nombre colgado en la pared y se miraron entre sí sacando pocas risas, pero pude notar que se callaron repentinamente con un rostro de miedo mirando a Mia y Maya.
Yo extrañada mire a Mia que las miraba con seriedad y Maya les tenía la misma mirada de siempre sin tener mínima importancia a lo que le sucede a su alrededor, pero las chicas parecían mirar a Maya con gran terror, ellas se tomaron de sus manos asustadas yéndose con más prisa y Mia sonrió satisfecha por lo sucedido.
-No les hagas caso Gemma, odian admitir que tu diseño es más creativo que el de ellas -dijo Mia con una sonrisa poniendo su mano en mi hombro y yo volvía a sonreír a sus palabras- Vamos mis bambinas... -dijo ella tomándonos de los hombros a mi y a Maya pegándonos entre sí- Que el desayuno espera.
Empezamos a caminar a la salida del pasillo, nos detuvimos sacando nuestras credenciales para enseñárselas al señor guardia y agarró las tres al mismo tiempo viéndolas.
-Buenos días señor guardia -dije amablemente y Mia alzó una ceja extrañada viéndome.
El guardia sin contestarme nos regresó nuestras credenciales, abrió las rejas y nos salimos del pasillo, Mia aun tenía su mirada en mi extrañada.
-¿Qué fue eso?
-¿Decirle buenos días al señor guardia? -preguntó extrañada y Mia asintió- No le veo mal desearle buenos días a una persona.
-Gemma ya te había comentado que los guardias de la academia son muy fríos, no toman importancia a tus palabras, si lo que tratas es tener una buena relación con él al ser guardia de nuestro pasillo creyendo que puede ser un beneficio para ti, no servirá.
-Yo sé lo que dijiste, pero aun así no hay que ser mal educada -dije tratando de hacerla razonar y Mia alzó su mirada al cielo negando con la cabeza con una pequeña sonrisa.
Mia se detuvo dando un leve brinco al recordar algo, yo extrañada me detuve junto con Maya.
-Oh, estuve hablando con Maya en la sala mientras que te estabas alistando y creemos que lo mejor es que hagamos un grupo de nosotras tres para podernos hablar entre sí por mensaje -dijo Mia señalando su celular con una larga sonrisa y yo saque mi celular emocionada, pero borre mi sonrisa confundida viendo a Maya.
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POTESTAD
FantasySe dice que los más afortunados padecen el síndrome de Alejandría, pero Gemma fue una excepción. Unos ojos morados no hicieron que su padre estuviera presente en su vida, ni le apareció dinero para escapar de la pobreza o le dio la cura de la grave...