07. Una historia de ángeles

55 17 16
                                    


La secretaria entró a la oficina con un plato de plata, sirvió la taza con café y me dejó un plato con galletas enfrente mio, yo estaba sin palabras, no sabia que decir ante lo que me dijo el director, ¡Un hombre trató de matar a mi madre junto conmigo!

—Gracias Madeline —dijo el director con una sonrisa amable y ella dio un asentimiento caminando hacia la salida.

Cerró la puerta cuando se salió, el director me miró preocupado y yo trataba de procesar las cosas, yo le sonreí nerviosa.

—Disculpe, creo...que no escuche bien, podría repetirlo.

El director dio un suspiro exhausto.

—Gemma...se que no es fácil de escuchar...

Yo saque risas histéricas.

—Acaba de decirme que un hombre trató de asesinar a mi madre hace 21 años por culpa mía.

—Ve lo positivo es algo que no sucedió —dijo él con una corta sonrisa tratando de calmarme, pero yo fruncí el ceño con enfado, él borró su sonrisa y se rasco la garganta mostrando seriedad a esto— Si no sucedió es porque el hombre que se mandó para matar a tu madre mintió diciendo que si había realizado la misión que le habían otorgado.

—Pero...pero...¿Por qué mandaron a un hombre para matar a mi madre y a mi que estaba en su vientre?

—Antes de responderte esa pregunta debes comprender lo más importante Gemma. Es momento de que sepas lo primordial de todo esto. Empezaré con una simple pregunta —él extendió sus manos ahora en forma de oración señalándome con ellas— Ya debiste de haberte dado cuenta que todos aquí tenemos los dedos índices más alargados que los demás dedos como tu mano derecha.

—Eso no importa ahora, quiero que me responda mi pregunta, usted me ha dicho que iba a resolver todas mis dudas, quiero saber porque hubo un hombre que quiso asesinarnos a mi madre y a mi —dije con enfado y exigencia, pero el director pegó sus manos al escritorio.

—Dije que iba resolverte todas tus dudas cuando terminara de hablar, aún no termino de hacerlo, Gemma, debo hacerlo de este modo, será la única manera en que lo comprenderás, ¿La doctora Pin te explico porque tenemos esta peculiaridad en los dedos? —preguntó mostrándome sus índices y yo lo mire con seriedad al no querer responder, ¡Necesito respuestas!— Gemma no puedo ayudarte si tu no lo haces.

Gruño desesperada cruzándome de brazos.

—Me dijo que porque éramos especiales —dije cortante.

—Peculiares, especiales, singulares, únicos, esas son solo palabras inferiores a lo que realmente somos, potestades, ¿Sabes lo que es un potestad? —preguntó sonriendo un poco, pero yo alce una ceja extrañada negando con la cabeza, ha cambiado totalmente el tema— Un potestad son ángeles divinos con virtudes. Nosotros somos parecidos a ellos. Somos diferentes a los humanos porque cada uno de nosotros tenemos un poder, un don, una virtud. Me estás logrando comprender.

—Si lo que quiere es desviar mi pregunta, este es el método más estúpido que he visto y escuchado —dije con bastante frialdad en mis palabras.

El director me miró con poca frustración, pero alargó su sonrisa.

—Te lo diré de una manera más fácil, nosotros tenemos poderes.

—Poderes... —alcé una ceja mirando incrédula al director, esto ya hasta causa gracia.

—Te daré un ejemplo. En menos de un segundo apareceré atrás de ti.

—De acuerdo... —Hacía todo lo posible para no ofender a este hombre queriéndome reír por esto.

POTESTADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora