Extendí mis brazos con una sonrisa de arrogancia entregándole todas mis tareas a la maestra Gami, ella agarró las hojas empezandolas a hojear, ella alzó una ceja mostrándose un poco asombrada.
—En todos mis años de trabajo...nadie me había entregado trabajos con tanta excelencia —dijo ella volteando a ver con algo de admiración y yo sonreí apenada encogiéndome de hombros— Jovencita Gemma, la felicito, denle un aplauso, se lo merece —dijo ella sonriendo un poco empezando aplaudir y los demás también.
—Oh...no hay necesidad... —dije abanicándome sintiendo mi rostro muy acalorada al haberme sonrojado.
Reto estando a mi lado alargó su sonrisa mostrándome un pulgar que había hecho bien.
—Oh...mi bambina...estoy tan orgullosa —dijo Mia desde su lugar quitándose las lágrimas de orgullo.
Escuchábamos unas carcajadas, todos nos callábamos al ver a Leon que se atacaba de la risa que hasta su amigo Kyle lo mira con seriedad, no encuentro la gracia en esto como los demás.
—Joven Leon, ¿Cuál es la gracia? —preguntó la maestra seriamente hacia él haciéndome el favor y yo me crucé de brazos enfadada mirándolo esperando una respuesta.
Leon puso su mano en su pecho tratando de tranquilizar para recuperar el aire.
—Sin duda alguna una de las mejores jodidas ideas de toda mi maldita vida —él volteo a verme fingiendo una mueca de tristeza— Es una lástima que se vaya a terminar, conejita.
Yo fruncí el ceño a sus palabras y empecé a sentir un temblor en todo un lugar, ¡Un terremoto?, sujeté la mesa con espanto al sentir los temblores en todo mi cuerpo.
—Gemma Adelaida Salem, despiértese.
***
Me levanté de golpe mirando por los lados asustada, mire como todos tenían su mirada fija en mi mostrando seriedad o burla, Mia puso una mano en su frente negando con la cabeza con los ojos cerrados al estar un poco decepcionada por la gran tontería que hice, maldición...me he quedado dormida en clase, ¡Fue un sueño!, mire con algo de molestia a Leon que él se cubría la boca aguantando las ganas de reírse que hasta Kyle frunció el ceño mirando a su amigo con extrañeza, pero claramente la maestra no se veía nada alegre teniendo una mirada muy fría en mi.
—Le agradezco por haberla despertado, joven Reto —dijo la maestra caminando hacia a mi y me fui tensando mirando a Reto que solo dio un asentimiento dirigiendo su mirada en el libro.
La maestra se puso enfrente de mi mesa, yo volteé a verla tragando saliva nerviosa por esa mirada que me lanzaba llena de amenaza, yo le sonreí nerviosa.
—Maestra yo...lo lamento, no era mi intención...ofenderle, yo...no he podido dormir bien por...haber hecho su tarea —dije abriendo mi mochila sacando mi trabajo entregándoselo.
Ella bajó la mirada viendo mis hojas de trabajo teniendo una mirada fija en ellas, pero sentía...un gran peso en sus ojos a pesar que no me está viendo a mi.
—Eso no es lo que he pedido —dijo ella con demasiada frialdad en su voz y yo me sobresalte un poco alzando mis cejas— No tiene portada, está escrito en lápiz, usó colores como si esto fuera el preescolar, jovencita Gemma —dijo ella volteando a ver con demasiada seriedad y pude ver como Kyle y Leon se reían entre sí a escondidas— No me parece gracioso —dijo ella volteando a verlos con gran amenaza que ellos se callaron tratando de comportarse, aunque Leon aún así me sonreía con gran burla. Ella volteo a verme de nuevo— Lo que está escrito es erróneo, es algo que no aceptaré porque hasta me ofende que entreguen algo así.
ESTÁS LEYENDO
POTESTAD
FantasySe dice que los más afortunados padecen el síndrome de Alejandría, pero Gemma fue una excepción. Unos ojos morados no hicieron que su padre estuviera presente en su vida, ni le apareció dinero para escapar de la pobreza o le dio la cura de la grave...