Contra las Reglas. (+21) Editando.

Extra 1.

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Este extra está situado cuando Akira tenía 16 años.
Fue su primera carrera importante.

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Akira (16 años de edad)

— Tienes que alimentarte bien— dice mamá en dirección a papá, quien está luciendo más cansado de lo normal. Mamá se acerca a él, y deja un beso en sus labios antes de entregarle la bandeja repleta de comida.

— Mamá tiene razón— intervengo en la conversación h ambos me miran— ¿Que? Solo me preocupo por tu salud.

— Las dos están en Mi contra— dice aceptando la bandeja. Sus ojos marrones enfocándome más a mi— ¿Estás lista?

Los nervios le ganan a todo sentimiento. Aún así asiento, porque así lo siento. Siento que estoy lista para mi primera carrera con los grandes.  Papá come en silencio, de vez en cuando observando a mamá, la mira con ojos de amor. Ojos llenos de pasión, admiración.

Y me gusta. Me gusta mucho que mis padres se amen, tanto así que cuando me preguntan ¿cuál sería mi prototipo perfecto del amor?  Respondo que mis padres. Y es mi mayor sueño ser amada de esa manera.

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— Papá, ¿que pasa si no soy tan veloz como los demás?— Me quejo porque el miedo de perder la carrera me sobrepasa— Alan me dejo atrás por 1 kilómetro— mencionó las prácticas.

Papá me observo dubitativo, sus ojos azules brillaron con una sonrisa.

— ¿Quien es el animal más rápido de la selva?

— El leopardo— Respondo sin saber porque me pregunta eso, si ya lo sé de memoria.

—Uno de Los más fuertes fuerte.

— ¡Papá!

— Responde.

— Jaguares — Miro al cielo, a él le encanta cuestionarme y yo solo quiero que me ensañe a ser más veloz, a ser como él.

— El animal más inteligente de la selva.

— El mono.

— Uno de Los animales más grandes de la selva.

— Elefante— Contesto sin dudar, queriendo que termine rápido.

— Y si el elegante y el jaguar son los más fuertes y grandes de la selva ¿Por que el León es el rey?

— ¿Porque es el león?— Me encojo de hombres y papá me reprocha con la mirada. Solo sonrió — No lo se papá, dime tu.

— Anda, piensa.

Me cruzo de brazos. Papá suele ser muy filosofo, y a mi no me gusta pensar mucho. Me gusta llegar al punto final, donde tengo todas las respuestas sin que quede a lado ninguna duda.

— Se supone que el rey tiene que ser el más fuerte, inteligente, el más rápido, el más ágil, el más grande— Era lo que decía mamá siempre que la escuchaba hablando de un líder.

Nunca pregunté más. No me interesó saber quien era el otro líder al que siempre se refería al teléfono. Yo me limitaba a escuchar las conversaciones, varias veces casi me encuentra, pero yo era sigilosa.

— Muchos creen eso cariño, pero no es así— Da un paso hasta quedar frente a mi, la diferencia de altura matándome y haciéndome sentir como una hormiga— El león tiene algo que los otros animales no tienen.

— ¿El que papá? Solo dime— Insisto colérica, y papá vuelve a reír— Dime o me iré.

Me mira desafiante.  Es una relación extraña, la nuestra, padre e hija, retándose, ignorándose, queriéndose, muchas cosas que la hacen única y especial. Pero sobre todo el amor que sentimos por el otro. Yo soy su hija adorada, la única hija, y él, el es el mejor padre que pude tener.