Capítulo 47.

625 34 68
                                    


Akira.

— ¿De verdad viajo a Grecia?

Pregunto por Lara. Joel me dijo que hace pocos días estuvo en Grecia, visitando la tumba de su madre.

— Si— Me responde Joel con un tono neutral— Armin la capturó en Grecia. Tengo los videos.

Suelto un suspiro profundo y enfoco mi vista en la carretera. Esto es una mierda.

— Akira.

— ¿Dime?

— Michel la tiene.

Ahogó un jadeo ante esas palabras, pero en el fondo, siento alivio. El padre de Michel nos ayudó, me dejó quedarme en su país cuando escapé de Masashi, pero pasados 6 meses, su guerra con los rusos se acrecentó, y no quería buscar más guerras para ellos.

Michel es un hombre decente- en la definición de mafioso- Y confío en él. Fue mi compañero de entrenamiento durante un tiempo, y he de decir que creamos una buena amistad, de esas que están ahí, aunque tú no las veas.

En parte, me alivia que él tenga a Lara. Sé que no lastimaría a una mujer, estoy segura de ello.

— ¿Está bien?

— Te estoy llevando a verlo— Dice sin dejar de conducir.

— ¿Está en Alemania?

— Sí. Lo contacté hace poco, Lara no tiene mucho tiempo en sus manos.

Cada palabra que sale de su boca me causa más alivio. Michel pertenece a la mafia italiana, una mafia que fue aliada de nuestra mafia por más de 50 años, alianza que se jodió cuando Masashi tomo el trono.

Me mantengo en silencio el resto del viaje. Los ojos de Joel están fijos en la carretera, pero de vez en cuando, se posan en mi. Sabe que no soy la Akira de antes, y respeta eso, pero más que respetar, sé que le duele.

Killian salió de casa temprano. Dijo que tenía algunos asuntos que resolver en la central, y yo no ahonde más en el tema. Decidí darle su espacio, y no dude en salir de casa para encontrarme con Joel, cuando esté me llamo.

Me bajo del auto sintiendo el frío golpear contra mi piel. He decidido dejar el abrigo en el auto, y eso empieza a cobrarme factura.

— Hasta aquí llegó.

— Espera. ¿Por qué Michel tiene a Lara? ¿Qué hay de su padre?

— ¿No te dije que murió?

Abro grandes los ojos sin poder creerlo. Me resulta algo imposible, y Joel no dice nada más. Me da la espalda y se devuelve a al auto.

— ¡Maldito Joel!— Le gritó a lo lejos, aunque no pueda escucharme. Me dijo lo más importante al final. Gennaro Greco, está muerto.

Camino a paso lento, hasta que veo al hombre que tenía tiempo sin ver. Luce imponente, como siempre ha sido, sus ojos azules me enfocan, y se mantiene serio a medida que avanzó hasta acortar la distancia.

Se fija en el arma que llevo en mi cinturilla, pero no dice sobre ello.

— ¿Por qué me citaste aquí, Akira?— Inquiere inmediatamente estamos frente a frente. Quiero decirle que yo no lo cite, todo fue obra de Joel, pero me contengo. Michel no tiene por qué saber eso.

— ¿No saludarás a una vieja amiga?— Le devuelvo con una pregunta llena de sarcasmo.

— No la soltaré— Cree saber a lo que vengo. Y no puedo evitar sonreír por eso.

— Si me dices que es tuya ahora, te meteré una bala en la cabeza— Uso el tono de siempre, altiva y demandante.— Igualmente, no la quiero devuelta en Alemania, y Colombia no deja de ser peligroso.

Contra las Reglas. (+21) Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora