Capítulo 52.

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AKIRA UCHIMA

3 meses después...

Es hermoso y relajante vivir la vida que siempre has querido y anhelado durante mucho tiempo.

Es realmente satisfactorio dejar escapar, desechar y soltar ese nudo que nos retenía, prohibiéndonos vivir una mejor calidad de vida a la que solemos estar acostumbrados. Sin embargo, sabemos que nunca podremos arrancar las raíces a las que estamos destinados. No podemos deshacernos del futuro que el destino nos tiene preparado desde el momento en que soltamos nuestro primer llanto y suspiro en este mundo.

Todos nacemos con un propósito.

Todos nacemos para cumplir esa meta que el destino nos presenta junto con desafíos, sufrimientos y, por supuesto, momentos felices, para lograr alcanzar ese final con el cual siempre estarás enlazado de la mano.

Y ahora, estoy viviendo mis momentos más felices después de cuatro meses de haber acabado con mi venganza y de haber hecho justicia por todas esas personas que fueron lastimadas, ultrajadas y violadas por él: Masashi Yamada.

Después de tomar venganza por mis padres, por Joel, y por mi, pero sobre todo, por lo que el maldito me quito.

La satisfacción que sentí en ese momento, donde lo miré fijamente y acabe con su vida, con una mirada llena de odio, dolor, repudio pero sobre todo, venganza. No me temblaron las manos al dar el último golpe que acabo con su vida, así como a él no le tembló la mano al querer matarme y arrebatarme a mi hija. Y no me temblaría para volver a hacerlo; para torturarlo y quemar su cuerpo.

Pero el destino supo premiarme otra vez con algo que cuidaré más que a mí misma, porque no permitiré que se repita, no de nuevo. Estoy consciente de que no reemplazará nada, pero también estoy feliz, porque llegará en un momento de paz, y tendrá todo el amor que se merece. El amor de sus padres, y el amor de sus hermanos.

Inclinó la taza humeante en mis labios, deleitándome con el aroma y saboreando el delicioso café colombiano que Killian logró conseguir después de mucho esfuerzo. Me he dado cuenta de que es su favorito. Después de volver a su rutina como militar y ministro, suele consumir mucho de este café durante el día y la noche, unas tres o cuatro veces al día.

Sin embargo, por un lado con su trabajo. Las cosas no van del todo bien. No cuando tiene al consejo encima de él, presionándolo para que renuncie a su cargo y asuma que es un traidor de la organización por haberme ayudado en el secuestro hace más de cinco o seis meses.

Killian no lo ha tomado de buena manera, sin embargo, ha sabido manejar la situación y contener su ira, evitando explotar y matarlos al instante.

Ahora nos vemos pocas veces, solo para desayunar, almorzar y algunas veces cenar. Está tratando de solucionar los problemas en la central, trabajando aún más de lo normal en su gran despacho en casa cuando quiere trabajar desde allí. Y lo extraño mucho.

A veces, cuando tenemos un poco de tiempo, viene a visitarme a casa y pasamos el rato juntos, disfrutando de diversas formas como dos animales.

Y me encanta, especialmente ahora que me siento más caliente y excitada por él.

Unas grandes manos con algunos tatuajes, que mi cuerpo conoce muy bien, rodean mi cintura acercándome más a él, mientras relajo inconscientemente mi espalda contra su pecho. Sus labios presionan un beso húmedo y caliente en la columna de mi cuello, enviando corrientes de calor por todo mi cuerpo y estableciéndose en mi centro.

Sus manos exploran mi cintura y se dirigen hacia mi abdomen y vientre bajo, acariciándolos suavemente, provocando el mismo nudo en mi pecho ya sea de manera inconsciente o consciente cada vez que lo hace.

Contra las Reglas. (+21) Editando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora