Contra las Reglas. (+21) Editando.

Capítulo 49.

Advertencia: El capitulo contiene escenas fuertes cuando empieza a narrar Killian. Tienes toda la libertad de saltarlo si no te gustan ese tipo de escenas.

Sin más que agregar, que disfruten:

Akira.

Me encuentro relajada, sin ninguna preocupación, al lado de mi hombre que está medio dormido gracias a las caricias que le brindo en su incipiente barba.

Físicamente, él está relajado y sin preocupaciones en este momento, pero sé que su mente está siendo invadida por recuerdos de su pasado, sé que lo atormentan. Sobre todo cuando piensa en el momento de acabar con la persona que tanto daño le ha causado a él y a dos personas importantes en su vida.

No puedo estar completamente segura de lo que diré, pero sé, y sé cuánto lo conozco, que en lo más profundo de su ser sufre y le duele lo que se avecina para él y para la persona a la que eliminará de una vez por todas de este mundo.

Nadie está preparado para este tipo de momentos, y menos para un momento como hoy; en el que el hijo, después de mucho tiempo de sufrimiento y agonía, tomará su venganza y acabará con el responsable de todo su sufrimiento.

Nadie está preparado para matar con sus propias manos, a sangre fría, mirándolo a los ojos, a su propio padre, aunque sepamos que esa palabra es increíblemente grande para aquel su sujeto.

Sé que a Killian le duele el hecho de que él jamás se haya comportado como debería haberlo hecho: como un padre para sus hijos y un buen esposo para su madre.

Todos, en algún momento, a pesar de los malos momentos y los recuerdos, siempre queremos un padre que nos ame, aprecie y valore como ser humano, pero sobre todo, como un hijo por el cual luchar a pesar de los contratiempos.

Killian no tuvo eso.

Su grande y corpulento cuerpo cambia de posición, dejando así mi pequeño cuerpo debajo de él, aprisionándome con sus fuertes brazos, causándome una leve sonrisa por la forma tan posesiva con la que me aprieta contra él, como si en algún momento me fuera a ir.

—No me iré de aquí, ya lo sabes. — sonrío contra su espeso cabello mientras le doy un casto y tierno beso en él.

—Sé que no te irás de mi lado. Sin embargo, quiero tenerte siempre así, entre mis brazos, evitando que te alejes de mí aunque sea solo por un segundo.

—Me saliste caprichoso y posesivo, ¿eh?— Bromeo con el mientras sonrió, aún acariciando su barba.

Deja varios húmedos besos en mi abdomen descubierto por la falta de ropa en nuestros cuerpos.

—Cuando se trata de ti, todo tipo de sentimientos y emociones que realmente conozco, pero no sé cómo expresarlos, salen a flote cuando estoy contigo.

Tomo su rostro entre mis manos y uno nuestros labios de manera delicada. Sus manos se agarran de mis caderas y al mismo tiempo las mías toman de su cabello y cuello, para lograr profundizar mucho más el beso, que no es como normalmente estamos acostumbrados a besarnos.

Este beso es mucho, pero mucho más íntimo que los anteriores, junto con esa chispa que siempre nos caracteriza. Nuestras lenguas se sumergen en una constante guerra en la cual uno quiere salir vencedor y dominar al otro.

Mis gemidos son ahogados por su boca, que devora la mía con vehemencia. Sus manos acarician mi cuerpo de manera urgente. No hace falta quitarnos la ropa, ya que estamos sin ella desde anoche, donde no paramos de satisfacer nuestras ganas que no parecían apagarse después de tres encuentros consecutivos.

Ahora parece que nuestras ganas vuelven a surgir, pero de una forma mucho más intensa y, a su vez, diferente por la manera en la que Killian me trata en estos momentos. No me hace voltearlo y montarlo como una ninfómana.