Akira.No he vuelto a llamar. A pesar de que marco el celular de Killian desde mi número, las llamadas no son contestadas, todas son ignoradas y en un punto, me enviaron al buzón de voz.
Joel tampoco se pudo contactar, y ahora estamos aquí, varados en medio de la nada, con su coche como sustento, y varias armas.
Intento llamar a Killian nuevamente, pero la llamada se va inmediatamente al buzón de voz. Apago el celular, y no estaba en casa. La cabeza quiere explotarme con los pensamientos intrusivos, él cree que estoy muerta, cree que estaba en ese auto cuando explotó, y puedo imaginarme el dolor que está sintiendo.
— ¿Seguimos?— Juego con el celular, pasándolo de una de mis manos a la otra. Joel alterna su mirada de mi hacia la nada, y asiento cuando no me ve.
— Tenemos que seguir.
— Masashi está débil Akira, perdió a varios de sus hombres.
— Si— Digo con voz baja. No sé cómo sentirme ante esas palabras. No quiero ilusionarme con nada, no quiero cantar la victoria antes de llegar a ella. Necesito tener a Masashi en mis manos antes de sentir paz.
Joel sigue mirando a la nada, y yo respiro profundo.
— ¿Puedes creer que esto esté terminando?
— Es difícil hacerlo— Guardo el celular en uno de mis bolsillos y me resigno a intentar otra vez. Killian está bien, eso es lo que me hace entrar al auto y esperar a que Joel entre también. Es el quien conduce hasta una gasolinera, y cuando entra otra vez, sigue el camino hasta róndennos índica el rastreador que le puse a Masashi.
El camino no es tan largo, pero me parece que lo es. Decir que mis nervios están de punta es pequeño comparado a cómo siento que están. Siento que no caben en mi cuerpo, y salen de este para contagiar a Joel también. Tamborileo mis dedos en mis piernas y tomo una respiración corta, quedándome con ese aire en mi pecho por largos segundos, hasta que siento que quema y tengo que soltarlo.
Sigo sin creer que esto acabará hoy. Está pareciendo tan fácil, llegar, y capturarlo, o tal vez matarlo.
«¿Vas a poder?»
Ignoro la pregunta que se formula en mi cabeza y sigo con mi mirada al frente. Tamborilear mis dedos no me ayuda lo suficiente, y me encuentro presiónanos el pie contra el suelo del auto, una y otra vez, en repeticiones constantes que parecen tener un patrón, pero que realmente no lo tienen.
— ¿Crees que pueda?
El silencio que se crea en el auto, lejos de ser incómodo, es ameno. Joel, sin palabras, me transmite muchas cosas, y confianza es la primera de ellas.
— Si no podemos, nos honrará que cuenten que lo intentamos— Su mano busca la mía, y la extiendo haciéndole el trabajo más fácil— Pero vas a poder, eres Akira Uchima.
— No soy inmortal— Repito las palabras que tantas veces le he dicho, y que él siempre se digna en ignorar.
Una sonrisa profesa sus labios, la puedo ver por los espejos.
— Akira, si fueras inmortal, no estaríamos aquí...
— Que bueno que lo sabes.
— Pero eres la mortal más fuerte que conozco, no necesitas esa mierda inexistente de la inmortalidad.
Sonrió ante la forma en que lo dice.
— ¿Recuerdas esa última cena con mis padres?
— Kitten...
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Contra las Reglas. (+21) Editando.
Storie d'amoreFuerza, valentía, audacia. Tres cosas que no te pueden faltar en mi mundo. Lastima que algunas veces reemplazamos una de ellas por debilidad, el sinónimo del amor. No estábamos hechos para estar juntos. Mafiosos y justicieros estaban destinados a es...