Contra las Reglas. (+21) Editando.

Capitulo 22.

Capítulo dedicado a Escritoria20 

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Maratón 3/3

Akira.

Abel se negó. Se negó a dejarme ir. Solo dijo que aquí en su casa estaría segura, que nadie me tocaría. Dijo que estoy a salvo. Pero se que no lo estoy. Masashi conoce esta ubicación, el día de quiera venir por mi, lo hará. ¿Tengo miedo? Por supuesto que sí. Porque no se que tanto capaz de hacer con tal de tenerme a su lado.

Ya hizo su primera amenaza y no será la última. Ya me dispararon llevándome al borde de la muerte gracias a esa bala que se incrustó en mi cuerpo, llevando veneno con ella. Y que ese inescrupuloso haya tenido la cura a mi situación, me deja en claro que es capaz de muchas cosas.

Planeo enfrentarlo, pero no ahora. Primero necesito reunir las fuerzas, que su gente lo traicione. Necesito que Joel, quien me saco de ese lugar el día que murieron mis padres, logré infiltrar a más gente.

Suelto un suspiro tembloroso, mis ojos están clavados en el techo de mi habitación, las paredes blancas jugando a volverme loca. No he salido de mi habitación desde que puse un pie en la propiedad Baker. No quiero hacerlo tampoco. Tengo miedo a lo que sea capaz de hacer Masashi con las personas que me rodean.

Se que no debo dejarme acojonar con un imbécil como él. Pero el hecho de que le haga daño a alguien cercano a mí, me carcome. No sería capaz de lidiar con la muerte de alguien más, no seré capaz; manejar la muerte de mis padre es algo que me come el corazón y la mente por horas y días. Es algo difícil de superar.

«¿Sientes culpa aún?»

Más que sentirla, la tengo. Tengo la culpa de lo que le pasó a mis padres. Siento varias lágrimas bajar por mi rostro, no se en que momento empece a llorar, no quiero seguir sintiendo esto, no quiero derrumbarme, no aún. Tengo una meta que cumplir antes de quebrarme e irme de este mundo por siempre.

Tengo que cumplir mi objetivo y no me detendré hasta que lo obtenga. Tengo que recuperar todo lo que se me arrebato. Y vengar dos muertes, de la cuales la culpa me persigue.

— Perdónenme— murmuró trémula sin alejar mi vista del techo.

•••

No sé en qué momento me quedé dormida. Pero solo soy consiente de los golpes de la puerta de mi habitación, así que me levanto y abro la puerta para encontrarme con la persona que ha espantado mi sueño.

Ruedo los ojos cuando me doy cuenta de quién se trata, así que no pienso y suelto las siguientes palabras.

— Lo lograste Lara, espero que estes feliz de que ya no esté con tu hermano. Ahora largo de mi habitación y de mi casa.

Su mano se interpone entre la puerta y yo. La observó exasperada, cansada de su insistencia.

— No Akira, no estoy feliz— deja caer sus hombros y la dejo entrar, solo para escuchar lo que tiene que decir— Me equivoqué, si mereces estar con Killian. No hablare de amor, porque se que es algo apresurado, pero mi hermano es alguien de verdad cuando está contigo, no es esa máscara que oculta al verdadero.

— Lara...— la corto pero ella me interrumpe. No quiero saber más, es algo privado de él, y yo he decidido sacarlo de mi vida.

«Todos sabemos fingir»

— Déjame hablar— pide en voz suave— Yo solo quería protegerlo, y lo estoy haciendo. Lo hago al saber que eres tú lo que él necesita. Te necesita en estos momentos, no lo arruines, no por mi.