Madelaine Jost:
Junto a Devil seguimos a la mujer de la cual no pude evitar sentir celos, no me considero una persona insegura, pero es que ella tiene algo que deslumbra, no importa si deseas ignorarla, te atrapa.
Me tomo el atrevimiento de detallar los tatuajes de su espalda, no es uno, son varios, pero cuando pones atención, parecen conectarse entre ellos.
Hay números en romano, letras, algunos dibujos de seres de fantasía, pero lo que más resalta es el hada en el centro de su espalda, más no es de esas hadas tiernas que te venden en las películas, es tétrica, sus ojos parecen llorar sangre, y sus manos sostienen una katana, una sonrisa macabra se extiende en su rostro, y su ropa es tan corta que le otorga una apariencia más sexy, me pierdo buscándole una forma, y sentido a todos sus tatuajes, que son extremadamente llamativos, y están perfectamente ubicados, consiguiendo que no se vean desordenados, si no que cada uno destaque a su manera.
—¿Te gustan?—Su voz me toma desprevenida, haciéndome dar un salto.
—Son curiosos—Sigue dándome la espalda, así que prosigo admirando los dibujos—Interesantes...
Se ríe con tranquilidad—Cada uno cuenta una historia, pero todas te llevan a lo mismo, eso para muchos parece ser lo más obvio, pero cuando deciden indagar más a fondo, es lo más difícil de entender.
—¿A quién representa el hada?—Pregunto sin pensarlo.
—A mí, así como supongo que la mujer de tu brazo, eres tú.
Mis ojos recaen en mí tatuaje, al igual que los de Devil, ella por su lado, no se preocupa en verme, lo que me hace entender que me estuvo detallando.
Fue mi primer tatuaje, es una mujer viéndose al espejo, pero en el reflejo no está ella, hay otra chica, un poco más adulta, para algunos es el lado oscuro del tatuaje, y eso es más que válido, pueden verlo como prefieran.
Para mí ese es el arte detrás del tatuaje: "Que cada persona entienda de un tatuaje, lo que su alma en el momento le dicte, por más equivocado que esté, o así le acierte al significado, el arte es diferente dependiendo de los ojos que lo admiren. Al final, solo quién lo lleva en su piel, sentirá el peso de lo que su tatuaje signifique".
—Así es.
—Era de esperarse—Abre una puerta que nos lleva a unas escaleras, las sube sin preocupación, con nosotros detrás—¿Qué significa? ¿O qué querías dar a entender?
—¿Qué ves tú?
—Supongo que ambas chicas eres tú, quizá eres tú de niña, intentando ver, o imaginando lo que serías de grande, como una percepción del que era tu presente y de lo que sería tu futuro, algo así. Pero eso solo son suposiciones, después de todo, eres tú quién sabe que significa realmente.
—Estuviste cerca, es el primer tatuaje que me hice, tenía diecisiete años, fue después de lo sucedido en el reformatorio, salí de ahí con más miedos, vivía constantemente nerviosa, me sentía una presa, a la espera de algún depredador que acabara con mi vida—Les muestro esa parte de mi contando la historia—Durante muchas noches de insomnio, donde las pesadillas no me permitían dormir, empecé a dibujarlo, nunca se me ha dificultado el tema de expresarme a través del arte, así que decidí hacer mi propio diseño, para muchos quizá era arriesgado, para mi lo hacía más propio.
»De un lado tienes a la Madelaine que se ve al espejo, de cuerpo delgado, cabello largo, y vulnerabilidad más que notable, era miedosa, sensible, demasiado buena para mi propio bien, esa era la parte de mi que quería enterrar, esa niña con las que todos hacían lo que deseaban, porque era incapaz de defenderse, era esa versión de mi, que la Madelaine del reflejo mataría.
En el reflejo tienes a la Madelaine que ves ahora, si te fijas, mi físico se asemeja al de ella, cabello corto, cuerpo curvilíneo, e incluso está el detalle de un par de tatuajes en sus brazos, es la mujer que quería ser, era como quería verme con el pasar del tiempo, y fue la versión de mi por la cual trabajé, y es la que conoces«
Escuchan atentos, y a mí me hace ilusión contarles—Ya no tengo miedo, ya no soy la presa, ahora soy el depredador, ya no me quitan el sueño, ahora soy la pesadilla que le arrebata el descanso a muchos, soy más que capaz de valerme por mi misma, y ahora a quién intente joderme, lo joderé el doble.
Hago una pausa.
—Porque conmigo ya no hacen lo que quieren. Para muchos la peor versión de mi, para mi la mejor que hay, en este mundo reina la maldad, si no tienes malicia, estás muerto, o eres el bueno al que le hacen la vida una mierda día tras días, o eres el malo, al que temen, idolatran, y respetan, es tu decisión de que parte deseas estar, es obvio a que parte elegí pertenecer.
El silencio se prolonga, y la sorpresa en la expresión de Devil no pasa desapercibida.
—Las dos caras de la moneda del mundo que nos rodea...—Vuelve a hablar Debra—Me gusta, tiene carácter, y tú esencia.
—Era lo que buscaba—Sonrió—¿Tú hada que significa? Porque no se parece a ti, das miedo, pero no de esa manera.
—Esa historia te la dejo para después, para cuando me cuentes el significado del resto de tus tatuajes—Gira en sus talones, y me mira.
—Eso no es justo.
—Nunca dije que fuera a contarte el significado de mi tatuaje, tú me contaste el del tuyo porque quisiste—Se ríe.
Acompaño su risa—Tienes razón.
—¿Cuantos tatuajes tienes, Madelaine?
—Treinta y seis—La cantidad sorprende aún más al chico a mi lado.
—Entonces tenemos un café pendiente, para saber que representan tus treinta y seis tatuajes, y los cuarenta y cinco que hacen parte de mi—Establece.
—Tenemos una cita entonces.
—Así es, reina—Me sonríe con delicadeza—Pero mientras tanto, tenemos a dos personas que ubicar, ya se me antoja ver morir gente.
Asentimos entre risas gracias al último comentario, y nos abre la puerta de la habitación que nos deja boquiabiertos, el lugar parece de película, con varios computadores decorandola, una pantalla gigante donde se ven todas las cámaras de la casa, y la mesa redonda con carpetas encima, hay una pequeña nevera a la cual se acerca para ofrecernos dos energizantes con la excusa de que vamos a necesitarlos.
—Pestañeen—Se burla—¿Es increíble, no?
—Tienes todo un equipo de computación aquí—Por primera vez en todo el rato, Devil dice algo.
—No, querido, querías rastrear personas, pues aquí tienes todo un equipo de rastreo y más, lo que necesites está aquí.
—Joder...—No logro decir nada más.
—Después dejaré que usen todo lo que deseen, por ahora tenemos trabajo que hacer, así que dense prisa—Clava sus ojos en mi—Despierta, es tu hermana quien está secuestrada, no la mía.
Eso es más que suficiente para hacerme entrar en razón, y que mi impresión quede de lado, me ubico a su derecha apenas toma asiento, y Devil me imita poniéndose a su izquierda.
La mañana se nos va dando la información que tenemos, y recaudando más, no nos movemos de las sillas, tecleamos a toda velocidad, escribimos en una carpeta lo que nos sirve, y lo demás lo vamos desechando, ninguno demuestra cansancio, aunque mis ojos ya ardan por la cantidad de horas frente a las pantallas.
Horas que valen la pena, cuando la computadora nos suelta la dirección exacta en la que están.
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Las cicatrices de Madelaine
Teen FictionPor mucho que le corras al karma, siempre llegará a ti, aún así Madelaine Jost, había vivido durante años, huyendo de aquello a lo que muchos le temen. Aunque su karma, tenía lindos ojos, pero una sonrisa siniestra, y el miedo de Madelaine entre sus...