Ya pasaron casi tres semanas desde el enfrentamiento con Kyle, y la muerte de Saskya, tres semanas donde verle el rostro a Madelaine, ha sido casi que imposible, solo sale para ir al baño, y a veces para comer.
Hace dos semanas fue el entierro de Saskya, fue una situación dolorosa para todos, terminamos con los ánimos por los suelos, y hasta el día de hoy seguimos así. Los gritos y el llanto desconsolado de Madelaine ese día, siguen haciendo eco en mi cabeza todo el tiempo.
Su padre vino acompañado de su mujer, el hombre estaba más que destruido, junto con Mad no dejaron de llorar en ningún momento, la mantuvo abrazada, mientras que la madrastra de la pelirroja, le daba ánimos a ambos.
Tobías sigue en el hotel siendo resguardado, decidimos que lo mejor sería que estuviera un tiempo lejos de nosotros, sin dar señales de vida, para alejarlo del foco de Kyle. Él no asistió al entierro, estuvimos explicándole la situación, y junto a Mad le dijimos que ahora su hermana los cuidaría desde el cielo, no entendió bien, pero no parecía afectado, y no para de repetir que Saskya tiene el súper poder de estar entre las nubes, viéndolo y cuidando de él.
Los pensamientos me consumen, mientras camino de un lado a otro, por la sala desesperado, ya no sé que hacer con todo lo que está sucediendo, no les hemos perdido el rastro a Davis y su hermano, parecen estar tranquilos después de su última manifestación hace tres días.
Observo a la chica nueva que ronda por mi cocina limpiando, se ha encargado de ganarse la estadía aquí, después de lo sucedido.
—¿Necesitas algo?—Pregunta viéndome.
—No, gracias, Destiny.
Me retiro subiendo a ver a Mad que no ha dado la cara hoy, y ya casi cae la noche. Destiny está con nosotros hace unos días, después de llamarnos vuelta un mar de llanto, y contarnos que los hermanos Murphy, en un vago intento de captar nuevamente la atención de Madelaine, mataron al gato de la castaña.
Dejé que se quedará aquí para darle tranquilidad a la chica que sigue viviendo su luto, ya que en el fondo, le afectó la muerte del animal, más no lo supo manejar, y solo se deprimió más.
No me preocupo por tocar la puerta, y simplemente entro en la habitación que hemos venido compartiendo, debido a las pesadillas de Madelaine cada noche.
No me he atrevido a dejarla sola, ya que la rutina no para de repetirse, duerme durante todo el día, y en las noches las pesadillas la atacan, haciéndola levantar entre gritos, y lágrimas, tiembla por un par de minutos abrazada a mí, y luego no duerme hasta que amanece.
—¿Mad?—Me siento en la orilla de la cama—Necesito que despiertes, debes comer algo.
No hay respuesta por su parte, y yo tomo una larga respiración.
Muevo su pie con delicadeza—Oye...—Silencio—Despierta, Madelaine.
Insisto hasta que se remueve quejándose, me mira entre perdida, y enojada, y debo admitir que estoy algo cansado de recibir las mismas miradas de su parte, cuando no esta encerrada y sale a convivir por escasos minutos su humor es una mierda, da malas respuestas a cada nada, pelea por cualquier cosa, odia que la toquen o le vengan a dar ánimos, está aferrada a que todo lo hacemos por lastima, y nadie la entiende.
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Las cicatrices de Madelaine
Teen FictionPor mucho que le corras al karma, siempre llegará a ti, aún así Madelaine Jost, había vivido durante años, huyendo de aquello a lo que muchos le temen. Aunque su karma, tenía lindos ojos, pero una sonrisa siniestra, y el miedo de Madelaine entre sus...