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Madelaine Jost

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Madelaine Jost.

Odiaba a la gente intensa, esa que no para de joderte, incluso cuándo los mandas a la mierda.

En este caso, a Kyle Murphy, que no ha parado de hacerme la vida imposible desde que tengo a su hermano. Puso la ciudad patas arriba buscando no sólo a Davis, si no también a Tobías, con la cruda amenaza de matarlo apenas lo viera.

—¿Quieres chocolate caliente? Te hará bien con este frío—Le pregunto.

—Sí, por favor, hermanita, ¿podrías ponerle malvaviscos?—Su labio forma un puchero.

—Claro que sí, cariño.

Sí, yo lo tenía, iluso él que pensaba que con todo lo que se avecina, voy a dejar a mi hermano en manos de cualquiera, estuvo conmigo desde el segundo día que llegamos aquí, y no nos hemos separado ni un segundo, mientras Kyle pierde su tiempo buscando dos ubicaciones, yo tengo a las dos personas que quiere, bajo el mismo techo.

Le entrego el chocolate caliente a Tobías, que se lo bebe sin prisa, viendo la televisión.

—Mad, tenemos que hablar-—Mi chico me habla desde la puerta del patio—Rápido.

Asiento, y dejo un beso sobre el cabello de mi hermano, antes de seguir a Devil.

—¿Qué sucede?—Aprovecho para encender un cigarro.

—Están cerca, más de lo que me gustaría admitir.

—¿Cómo lo sabes?—Me apresuro a preguntar, al saber a quiénes se refiere.

—Han pasado las mismas camionetas, durante los dos últimos días, no están identificadas cómo vehículos de esta residencia, y estamos seguro que son placas falsas, además, no hace falta ser muy inteligentes, para saber que son las mismas camionetas, en las que Kyle se transporta.

—Nos están cazando.

—Así es, así que es hora que decidas que hacer—Demanda—Mata a Davis, dáselo de comida a los lobos, tiralo por un acantilado, o regresalo a su hermano, pero debes hacer algo ya.

—No me presiones, Devil.

—¡Pues empieza a pensar un poco, de nada nos sirve todo esto, si nos consiguen y nos matan primero!

—¡Deja que haga las cosas a mi manera!

—¡No me hagas matarlo yo mismo!

—¡No te metas en mis problemas, Roux!—Contraataco.

—Ah, ¿ahora son tus problemas? Porque me parece que hace meses que esto no es solo tu problema, si no de cualquiera que se involucra contigo—Se molesta—Deja de ser egoísta, ya hemos perdido mucha gente, actúa cómo una persona madura, y no nos hagas perder más.

—Lo dices como si yo hubiera querido que murieran...

—Yo no dije eso, tú te lo tomaste así—Se encoge de hombros—Conmigo no te sirve hacerte la víctima, Madelaine.

Las cicatrices de MadelaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora