46 (Capítulo largo)

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La casa de los Murphy se extiende frente a nosotros, hemos caminado al menos unos veinte minutos, pasando por algo parecido a un bosque, y por las vías de un tren, que parece bastante abandonado

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La casa de los Murphy se extiende frente a nosotros, hemos caminado al menos unos veinte minutos, pasando por algo parecido a un bosque, y por las vías de un tren, que parece bastante abandonado. Decidimos caminar para no correr el riesgo de ser escuchados, si llegábamos en camionetas, además está vez vinimos solos, tanto los hombres de Debra y de Natanael se quedaron en casa.

—Bien, hagan silencio, no quiero escuchar ni un solo ruido de su parte, ¿ok?—Hablo.

Los veo asentir, y saco el arma con silenciador, ubicando las tres cámaras que pudimos detectar con Debra está tarde. Apunto, y derribo cada una, todos vemos hacía la puerta, y ventanas, procurando que el sonido no haya alertado a los hermanos.

Dejamos pasar quince minutos, a la espera de que alguien salga, o hayan señales de que saben que estamos aquí, pero eso no sucede.

Es el turno de Asly de dar una vuelta por la casa, para verificar que todo esté bien, es rápida a la hora de escabullirse, y hacer la señal que nos hace caminar llegando a su sitio.

—Nadie en el primer piso—Informa—No parecen haber amenazas.

Afirmo con la cabeza, poniéndome al frente, caminamos con cuidado, llegando a la parte trasera de la casa, donde determino el área por donde subiremos.

Debra le hace señas a Natanael, que es el primero en subir un muro, impulsandose con sus brazos, sacude sus manos antes de ofrecerle ayuda a Gastón, quién es el siguiente en subir.

De esa manera nos ayudamos entre nosotros hasta quedar todos en el muro, debemos pararnos firmes, y mantener el equilibrio, ya que es bastante delgado, un paso en falso y podríamos caernos.

Nos tomamos de las manos, caminando al tiempo, con calma, hasta llegar a la pared, que Natanael sube con facilidad, y el resto lo seguimos.

Aquí parece que estamos más seguros, aún así, nos falta otro muro para llegar al piso, donde se encuentra el ático.

Repetimos el proceso, quedando frente a lo que parece una pequeña caceta, que en realidad es la ventana del ático.

Es algo pequeña, pero creo que todos podemos pasar por ahí. André se acerca, empujando con poca fuerza, y la ventana cede, es el primero en entrar, procurando no hacer ruido.

—Cuidado al pisar—Le advierte a Asly que es la siguiente—Hay partes inestables.

Ella se mueve con tranquilidad, metiendo la mitad del cuerpo, y siendo ayudada por André para terminar de entrar.

Imitamos su acción quedando dentro de la casa, el olor a polvo hace que mi nariz empiece a picar, y no hay más que cajas, y sabanas cubriendo varias cosas que supongo ya no usan.

Me acerco a la puerta que se encuentra en el piso, y la abro sin esfuerzo, cuidando de no hacer mucho ruido, cuando la escalera de la misma impacte contra el piso.

Las cicatrices de MadelaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora