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Madelaine Jost:

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Madelaine Jost:

A mí no me habían hecho villana, yo había nacido siendo la villana, siendo una fachada tierna, y un interior espeluznante, aquello que te hacía caer, para luego destruirte.

La vida son constantes niveles, cómo cuando de un vídeojuego se trataba, cada vez más difícil, con el simple propósito, de que no puedas llegar al final, para después solo tener la opción de rendirte.

Está vez había decidido no rendirme, acabar con esto, con él, con lo que conlleva, y con la eterna vida lamentable, que me habían ofrecido, y yo había aceptado.

¿Para cuidar a quién? ¿A los que amaba?

No funcionó, porque me los arrebataron, toda la vida me han arrebatado mi felicidad.

¿Soñar con una bonita familia? Imposible, me demostrarían que era vivir el caos, en tu propio hogar.

¿Ver crecer a mi hermana menor? No, mejor me la quitarían, llevándose con ella, la luz de mi vida, y la poca cordura que me quedaba.

¿Una madre amorosa? No, iban a darme una drogadicta, con golpes duros, pero palabras dolorosas, unas dagas al corazón, que consumieron mi alma, hasta dañarla totalmente.

Mi vida era un constate no.

¡No, no y no! No podía ser feliz, no podía tener paz, no podía tener nada.

Pero hace tiempo había decidido, que el último no, lo diría yo, me niego a seguir huyendo, me niego a seguir teniendo una vida infeliz, me niego a seguir derramando lágrimas, porque la felicidad se escapa de mis manos, me niego a seguir viviendo con miedo, de descuidarme, y que uno de los míos amanezca muerto.

Hoy le digo no a todo, y le doy fin, a lo que un día me llenó de cicatrices.

Así que hoy me levanté a las 5AM, tomando una larga ducha, y empezando a concretar todo desde temprano.

Kyle ya no sería mi mayor preocupación, eso acabaría hoy, pero habían cosas más importantes por hacer.

Me subí a la camioneta, acompañada por mis amigos, aquellos que se adentraron a esto, sólo por lealtad, y llegaron hasta el final, por venganza, nos habían quitado una parte importante de nuestra familia, y lo iban a pagar muy caro.

Mi infierno, y el que hoy sería el infierno de Kyle, nos recibe, con un aspecto asqueroso, pero perfecto para mí. Recorrí lentamente el lugar, con un nudo en la garganta, cuidando de cada detalle, la noche de hoy tenía que ser perfecta.

Nos tomó toda la mañana preparar cada nivel que él tendría que pasar, ¿logrará llegar al final? Pronto lo íbamos a averiguar.

Luego de tomarnos nuestro tiempo para almorzar, volvimos a abordar las camionetas.

—¿En qué piensas, rubia?—Mi novio iba acariciando mi mano, no ha dejado de darme ánimos.

—No me llames así, ya ella no existe—Refuto—¿Crees que realmente esté preparada para todo esto?

Las cicatrices de MadelaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora