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Dejamos el cadáver, en manos de dos de nuestros hombres, dejamos que hicieran lo que quisieran con él, y nos vinimos a casa

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Dejamos el cadáver, en manos de dos de nuestros hombres, dejamos que hicieran lo que quisieran con él, y nos vinimos a casa.

El sueño me estaba matando, pero nuestra noche aún no terminaba, así que sólo tome una ducha rápida, y volvimos a salir de casa.

Está vez nos dirigíamos a un tipo de granja, que tiene Natanael, él siempre ha sido amante de los animales, así que apenas pudo tener un lugar para ellos, no lo pensó dos veces, y compró todo un terreno.

Caminamos viendo algunos caballos, y según Natanael, podremos ver varios animales más, cuando amanezca.

Pasamos varios establos, hasta llegar a uno, que se encuentra abandonado, está bastante sucio, y se nota que ningún animal lo ha habitado hace mucho tiempo.

Los chicos me dejan sola, con el hombre que sabía y no podría escapar, yo me encargué de que no saliera de ese bosque, cuando Kyle se atrevió a poner un pie ahí adentro, se condenó a morir.

—Uh, esas heridas se ven bastante mal—No se atreve a mirarme.

—Ayúdame, por favor.

—Sí, te las limpiaré, no quiero que mueras.

Aún.

Salgo y busco rápidamente un botiquín de primeros auxilios, volviendo con él en pocos minutos.

—Ven, te ayudaré a sentar—Le tiendo la mano.

Se sienta con cuidado en un banquito, y yo busco lo que necesitaré, agua oxigenada, vendas, algodón, y guantes.

Le quito la camisa, curando primero la herida del abdomen, hago lo mejor que puedo, encargándome de que no muera desangrado, y paso a su pierna haciendo el mismo procedimiento.

Jalo una silla, sentándome frente a él.

—¿En qué pensabas cuándo iniciaste una guerra que sabías que no ibas a ganar?—Cuestiono.

—En ti—Me da la cara—Y en lo que te haría cuándo por fin fueses mía.

—¿Te das cuenta de todo lo que ocasionó, tu estúpida obsesión conmigo?

—Nada de eso importaba.

—Perder a tus hermanos, tu casa, que era el único recuerdo que tenías de tus padres, porque sí, sé que los mataste, Kyle, tus negocios, que justo ahora están siendo vandalizados por mi gente, todo lo que tenías se fue a la mierda, ¿no importa?

—Te quería a ti—Sonríe—No sabía que eras peor de lo que muchos pueden imaginar.

—¿No lo sabías? Intenté matar a tu hermano hace dos años, acabé con tu primo, y acabaría con todo lo que me pusieran enfrente, sólo para deshacerme de ti—Me lleno de impotencia—Porque el problema nunca fue Davis, él sólo estaba enamorado, y aunque era capaz de muchas cosas, jamás habría hecho algo cómo lo que tú hiciste, el problema siempre fuiste tú.

Las cicatrices de MadelaineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora