Ceryse y Morgan
«Aunque habían nacido a la vez y tanto sus ojos como su cabello eran el mismo no parecía haber nada más igual, Cery anhelaba en secreto verse como Saera, ser más normal, o verse como Morgan, como alguno de los dos, pero no ser una extraña mezcla de los dos. Quizás era la prueba misma de lo que decía su padre, juntar la sangre Targaryen no era específicamente bueno. Aunque Saera anhelaba tener la atención de Morgan, su hermano ponía siempre toda la atención en su hermana y pocas veces en ella.»
—¿Qué tanto rezas? —Gwayne rio al ver a su hijo, otra vez, rezando antes de dormir.
—Rezó a la Madre. —respondió mientras seguia.
—Desde que llegó está así, supongo que Aegon se lo enseñó. —Syra no tenía ni idea de los Siete así que no preguntaba mucho.
—¿Por qué a la Madre? —cuestionó nuevamente su padre, él no respondió, ya lo había interrumpido una vez, dos era demasiado para el niño.
—¿Hay algo malo en eso? —la mujer consultó.
—No, pero es raro que un niño le rece a ella. —
—¡No me dejan seguir! —chilló.— ¡Quiero un hermano así qué rezó para que mamá quede en cinta! —
Y parece ser que rezó con mucha intensidad, tanta que sirvió doblemente. Syra dió a luz a dos pequeñas niñas, o algo por el estilo, Saera, la segunda en nacer era absolutamente una niña, la comadrona no lo dudo, no como con Ceryse, la primera, o primero, no estaba segura, ya qué tenía ambos genitales. Fue la última en tener nombre porque no estaban seguros de si debía tener un nombre de niña o de niño, suponían que sería menos problemático una niña con genitales masculinos que un niño con genitales femeninos, así que recién la nombraron como Ceryse.
Creció más que su hermana, y desde muy pequeña Cery estaba acomplejada por como se veía, y lo estaría mucho más al pasar los años, lo curioso es que por fuera muchos decían que su belleza era mayor que la de su hermana, pero el problema era que bajo la ropa no se veía igual.
—¡Morgan! —llamaba a su hijo desde hace rato y no recibía respuesta, por eso bajó al otro piso buscándolo.
—Se fue. —Saera mencionó mientras jugaba con sus muñecos de trapo.
—¿A dónde? —miró el lugar.— Y se la llevó. —se quejó por lo bajo.
—No lo sé. —la niña alzó los hombros.
—Bien, se quedarán sin almuerzo. —alzó a su hija con uno de sus brazos.— ¿Me acompañas a comer?
—Sí, mami.
No era la primera vez que pasaba, Morgan tendía a llevarse a Ceryse a las calles desde que ella tenía tres años, ahora ya tenía cuatro. Syra le había enseñado a cuidarse soló, lo hizo a la fuerza cuando se dió cuenta que se escapaba cada vez que tenía oportunidad, no lo iba a retener, tampoco es que podía, así que esa fue su única opción.
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Sangre Targaryen
FanfictionQuizás no lleven el mismo apellido, o no tengan los mismos padres, su historia hasta ese punto fue distinta para cada uno, pero comparten algo irremediablemente más fuerte, la sangre del dragón corriendo por sus venas. Jóvenes, pasionales, volátiles...