[18: HIJOS]

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HIJOS

«A veces deseados, otras no. No siempre hay un vínculo de amor entre madre e hijo, pero el parecido siempre sale a la luz, ya sea físico o en personalidad, somos consecuencia de sus enseñanzas o de su abandono. En algunas ocasiones un hijo es la ruina de su madre, en otras la madre es la ruina de su hijo, ¿podría ser ambas cosas?»

—Feliz onomástico, hermano —habló Saera mientras caminaban por la playa.

—Gracias, Sae —respondió sonriendo. 

—No tengo ningún obsequio, la verdad esperaba pasar más desapercibida en mi viaje. 

—No te preocupes por eso, supongo que los dioses así lo quisieron, ¿no?

—Estoy segura que sí. 

Baelon no era un creyente como tal, pero sabía que su hermana sí lo era. Habían pasado años desde que habían tenido una conversación tan larga como esa. 

—Mañana mismo volveré a King's Landing. 

—Pensé que irías a Pentos con nosotros. 

—Daemon me lo ofreció, pero prefiero volver a mi hogar, con mamá... tendré que ver cómo mantener a mi dragón en casa, él me dijo que cuando vaya se encargará de que tenga un lugar en Dragonpit, no es que quiera su ayuda, pero no voy a ser yo quien hable de eso con el rey.

—¿Y Lucerys no te ofreció quedarte?

—Lo hizo.

—Y lo rechazaste —se burló del joven. 

—Es amable, y sus intenciones eran nobles, pero no es suficiente como para convencerme de quedarme dónde sólo él me quiere presente. 

La caminata se volvió unos minutos silenciosa hasta que Saera volvió a tomar la palabra. 

—¿Y tú y Aemond?

—Viajaremos a Pentos, luego a Lys y por último Volantis —respondió sin saber bien si preguntaba lo qué harían o quería saber otra cosa. 

—Juntos. —Sonrió ampliamente—. No soy Cery, Gael —se corrigió—, sin embargo me doy cuenta de qué algo se traen.

—¿Es tan obvio?

—No, creo que simplemente te conozco, no hemos pasado tanto tiempo juntos, pero no eres muy distinto a quién conocía. 

—¿Eso es algo bueno o malo?

—No lo sé, prefiero no pensarlo demasiado —confesó. 

Las charlas se mantuvieron así, cortas y simples, hablaron un poco sobre dragones, sobre el lugar, sobre su madre y no mucho más. 

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King's Landing.
De noche, en uno de los pequeños salones. 

—¿Por qué no te tomas un descanso? —Alicent miró a Visenya. 

—No es necesario, mi reina.

—Tu cara no dice lo mismo —bromeó una lady que estaba sentada con ellas.

—Lo entiendo, querida, es la primera vez que pasas tiempo lejos de tu esposo, el evento del otro día debe haber sido exhaustivo y las noches solitarias, ve y descansa un poco —volvió a hablar la pelirroja. 

Vi no logró identificar si estaba siendo sincera o no, la reina tenía arranques de ser muy amable o ser totalmente fría, aún no conocía términos medios con ella.

Sangre TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora