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SAERA
«Se había convertido en una joven diferente a la que se marchó hace ya años de Kings Landing.
No se trataba de los centímetros que había crecido, sino de la forma en la que ahora veía el mundo. Había perdido aquella inocencia con la que creía en la bondad del mundo, y no por las cosas que le pasó a ella, sino por las que observó, por suerte su dragón le permitió tener la paz de que nada la tocaría a ella.
Dejó atrás la religión, abandonó la educación tan rígida y estricta sobre las castas, olvidó todo el pudor que el sexo le daba y vivió bajo sus propias leyes. »
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Lucerys había vuelto de su último viaje, estaba exhausto, se había vuelto muy bueno en la navegación, tanto que Corlys le permitía muchas veces hacerse cargo, pero lo cierto es que no se sentía feliz, sabía que a Laenor le había encantado esa vida, su madre lo retaba muchas veces por el largo tiempo que pasaba fuera y veía como Corlys amaba el mar con tanta devoción, podría asegurar que más que Rhaenys, y eso sí que era mucho.
Se sentía honrado de ser el heredero de Driftmark, pero a veces no estaba seguro si realmente era feliz con eso.
—¿Has pensando en lo que te propuse? —habló Baela después de interrumpir su camino.
—¿Podemos hablar de ésto en otro momento? Estoy agotado, quiero ir y dormir todo el día antes de...
—Tampoco te será posible. Tienes visitas que te esperan en tus aposentos —respondió notablemente molesta.
Al ver el ceño fruncido y cómo se había cruzado de brazos supo exactamente quién era aquella visita. La dejó hablando sola y corrió hasta dicho lugar, abrió la puerta con torpeza y allí se encontró con quien más ansiaba ver hace tanto tiempo.
—Saera —su nombre se escapó de sus labios al verla.
—¿Luke? —interrogó con los ojos bien abiertos. Lejos había quedado el bonito Lucerys, el joven que tenía enfrente era apuesto, alto y varonil.
—Ha pasado una vida desde que te vi —comentó mientras se acercaba a ella, lo hacía lento, con cierto miedo de que fuera un sueño, porque la verdad es que soñaba con ella a menudo.
Saera, en contra de todo lo que hubiera pensado el príncipe, se levantó y corrió para abrazarlo, se colgó de su cuello y le dejó un beso en la mejilla. Luke quedó paralizado ante eso, su cara se puso roja, suavemente puso sus manos en la espalda de ella correspondiendo el abrazo.
—Pensé que ésta vez tampoco iba a poder verte y que otra vez iba a ser un viaje desperdiciado.
—¿Has venido antes?
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Sangre Targaryen
FanfictionQuizás no lleven el mismo apellido, o no tengan los mismos padres, su historia hasta ese punto fue distinta para cada uno, pero comparten algo irremediablemente más fuerte, la sangre del dragón corriendo por sus venas. Jóvenes, pasionales, volátiles...