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AEMOND Y GAEL
«Por más que ambos en algún momento de su vida intentaron mantenerse lejos el uno del otro, la cuestión es que dentro de ellos sabían muy bien que aquello era simplemente imposible.
No fue para nada un amor a primera vista, aunque ambos tuvieron desde siempre una extraña conexión entre ellos. Aemond cayó rendido ante la joven que corrió hacia él para animarlo sin importar que la tormenta estaba en su máximo punto. Gael cayó ante el príncipe que dejó su orgullo de lado para rogarle, aquel que sabía muy bien cómo tenerla en sus brazos, pero que espero que ella también lo quisiera.
Si Aemond la hubiera besado antes de tener su perdón ella habría cedido carnalmente, y ambos sabían eso. Aún así Aemond decidió hacer las cosas como se debían, no como eran más rápido. Sabía que Gael merecía todo su esfuerzo y nada menos. »
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Había pasado tanto tiempo desde la última vez que estuvo ahí, se sorprendió ante las sábanas de su cama, eran otras, luego recordó el incidente de Jace con Aegon; éste último recordaba la habitación con tanta claridad como si ayer hubiera estado ahí. Todo lo contrario a Aemond, que no había pisado jamás aquel lugar, si decidió no curiosear fue simplemente porque habían cosas más importantes en ese momento, así que sólo dejó su capa colgada y su parche en una mesita.
—Has estado temblando todo el camino —musitó Aegon.
—Nunca me sentí tan abrumada como hoy —confesó mientras se sentaba en la cama.
—Daemon dijo que guardas un secreto —habló Aemond sentándose a su lado, su hermano se había sentado del lado contrario.
—Más de uno, y me arrepiento de haberlo hecho, quizás las cosas habrían terminado igual, pero no tendríamos ahora ésta charla justo éste día.
—No sé si pueda soportar hoy tus largas explicaciones, hermosa.
—El problema es que tú no eres el que recibirá las malas noticias —agregó y luego miró con pena a Aemond.
—Coincido con mi hermano, prefiero que lo digas de una vez, pensar en las posibilidades de lo que pudo haber pasado me está enloqueciendo. Después de lo de Helaena —musitó su nombre como si fuera a quebrarse—, me siento aterrado por cualquier posibilidad.
Gael usó sus dos manos para sostener una de él, tomó aire e hizo presión con su agarre.
—Visenya te engañó con Criston Cole, y el hijo que nació era suyo.
—Maldita víbora, debería matarla —gruñó entre dientes Aegon.
—Ya está muerta, junto al niño, junto a Cole —sentenció Gael.
El aire se volvió pesado y difícil de respirar, Aegon fue el primero en levantarse, comenzó a caminar por el lugar porque quedarse quieto lo estaba poniendo demasiado ansioso. Aemond no reaccionaba, parecía paralizado ante eso, Gael le acariciaba la mano con la suya y luego de un momento volvió a hablar.
—Papá quería evitar que vieras eso, y en realidad que te lo contara, pero ya no podía más con la mentira.
Aegon quiso quejarse, saber desde cuándo sabía eso, sin embargo Aemond habló primero.
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Sangre Targaryen
FanfictionQuizás no lleven el mismo apellido, o no tengan los mismos padres, su historia hasta ese punto fue distinta para cada uno, pero comparten algo irremediablemente más fuerte, la sangre del dragón corriendo por sus venas. Jóvenes, pasionales, volátiles...