KARMA
«Visenya no temió ni una vez por las consecuencias de sus actos, siempre creyó que podría estar libre de todo lo que hizo, de todo el daño que causó, pero no era la preferida de los dioses así que nada evitaría que reciba lo que merece»
A Visenya le costaba respirar, algo tan simple le era tan difícil en ese momento, se sentía nauseabunda, mareada, caminó rápidamente por los pasillos buscando los aposentos de lord Larys Strong, él tenía que responderle en ese preciso instante, tropezó varias veces mientras lloraba, sentía tanto pánico por la verdad que no le importaba que todas sus máscaras caigan en ese momento.
—Visenya. —Escuchó a alguien llamarla, en su mente eso sonaba en eco, de una manera lenta y con el sonido más bajo de lo normal, de la misma manera cuándo uno tiene los oídos tapados.
Notó que era sir Cole cuándo detuvo su andar con sus brazos.
—Necesito que me responda —habló intentando soltarse.
—Vi, necesitas calmarte.
—¡Él tiene que decirme que es mentira!
Entonces sintió su cuerpo moverse abruptamente, tardó en darse cuenta que el caballero la había alzado en brazos, estaba demasiado aturdida para darse cuenta de las cosas que sucedían a su alrededor. Sintió, no mucho después, su cuerpo rebotar contra el colchón, estaba en sus aposentos.
—No estás en condiciones de hablar con nadie, Vi.
—¡No lo entiendes!
—Explícamelo.
Ella dudó un momento, sabía que no debía hacerlo, pero todo eso la estaba ahogando y necesitaba vomitarlo.
—La bastarda dice que mi madre está viva.
—Mysaria murió en tu parto, lo sabes bien.
—¡Fingió su muerte y se hace llamar el Gusano Blanco!
—Vi, es una locura.
—¡Larys dijo que ella estaría dispuesta a ayudarme! ¡Qué sentía empatía conmigo! ¡¿Y si es por qué es mi madre?!
Criston Cole sintió una oleada de celos que lo golpeó, ¿Larys? ¿Por qué no usó 'Lord Strong'? ¿Por qué tanta confianza entre ellos? Y eso sumado a qué no toleraba ver a Visenya así de mal lo obligó a abrazarla, a tenerla en sus brazos mientras ella estaba sentada en la cama, en sus aposentos, los que compartía con su esposo, el príncipe, eso estaba completamente mal y aún así no podía detenerse, tampoco pudo hacerlo cuándo ella se aferró a él, y esa armadura que tanto orgullo le causaba ahora le molestaba, sentirla tan lejos lo irritaba, y no supo cómo sucedió, pero de un momento a otro estaban besándose.
Desde que había sido nombrado guardia real que no probaba los labios de una mujer, hizo un juramento que estaba quebrando, sin embargo le fue imposible alejarse ya que ansiaba besarla desde hace mucho tiempo atrás. Estuvieron así hasta que los labios ardieron y les faltó el aire, pero aún al separarse se quedaron con las frentes apoyadas y mirándose, ambos eran conscientes de que eso los llevaría a su ruina.
Ni siquiera fue necesario el beso para marcar el primer paso a su caída, en el momento que la alzó es que la primera grieta se creó, en las sombras una criada los había visto, y no cualquiera, sino una de las que obedecía al Gusano Blanco, o al menos antes lo hacía, pero eso había cambiado hace siete noches y ahora, aquella noticia, le llegaba a Syra.
En un sótano oscuro, justo en la esquina más sucia, estaba Mysaria atada con grilletes; el fuego de una antorcha la hizo cerrar los ojos de dolor, ya no toleraba la luz.
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Sangre Targaryen
FanfictionQuizás no lleven el mismo apellido, o no tengan los mismos padres, su historia hasta ese punto fue distinta para cada uno, pero comparten algo irremediablemente más fuerte, la sangre del dragón corriendo por sus venas. Jóvenes, pasionales, volátiles...