[25: LEY DEL HIELO]

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LEY DEL HIELO

«Para un Targaryen que puede arder en furia, o en pasión, no hay nada que deteste más que la frialdad de sentirse ignorado, soportar un golpe o gritos sería mucho mejor que eso.»

Dragón Rojo. King's Landing.

—¿Puedes parar un poco? —mencionó Aegon echado sobre la cama, desnudo.

—¡No puedo creer que me hiciste hacer ésto! —chilló Jacaerys usando la pequeña tina de madera de Gael para limpiar las sábanas.

—¿Yo? Tú me sacaste la ropa y comenzaste a tocarme primero.

—¡Fue culpa de la cerveza!

—¿Cuál? ¿La que te regalaron y apenas mojaste los labios para dármela a mí?

—¡Cállate de una vez!

—Te jodes, le prometí a Gael que no te dejaría aquí soló y que cerraría con llave antes de irme, y tú eres el obsesivo que se puso a lavar.

—¡¿Esperas que le deje las sábanas llenas de nuestros fluidos?! ¡Yo le prometí que todo estaría limpio!

—Bueno, sí, está bien, pero eso no va a secar pronto, ¿pensaste en eso?

—¡Una cosa a la vez!

—Llevas mucho tiempo en eso —respondió mientras se vestía—. Cómprale unas nuevas, estará encantada, le gustan los regalos.

—No es un regalo si arruiné las suyas antes.

—Hablaré con ella, ¿sí? Pero ya me aburrí de estar aquí, el lugar era interesante cuando estaba Gael, sin ella no me gusta.

El príncipe estaba terminando de cambiarse cuando alguien tocó la puerta.

—¿Príncipe Aegon? —Era sir Erryk

Ninguno de los dos respondió.

—Lady Gael esperaba que aparezca pronto en el castillo —se atrevió a decir con la esperanza de que eso lo hiciera salir.

—¿Pasó algo? —Aegon abrió la puerta, con tal Jace estaba vestido.

—Ella está cuidando a sus hijos en sus aposentos, la princesa Helaena lo ordenó.

—Necesito más información que esa.

—Bueno, supongo que esperaba que esté presente con la llegada de la princesa Rhaenyra.

—¿Rhaenyra ya llegó? ¿Baelon está con ellos?

—Sí, mi príncipe.

Sintió a Jacaerys toser nervioso, se giró y frunció el ceño.

—Estoy yendo, vámonos sir Cargyll. —Dejó la sábana ahí y caminó rápidamente hasta el caballero, uno que no estaba seguro cual de los dos hermanos era.

—¿Lo sabías? —preguntó Aegon furioso mientras cerraba la puerta con llave y los seguía.

—Vi a sus dragones.

Aegon tironeo de su capa recién puesta y lo alejó un poco del caballero.

—Me llegas a decir que ésto era por Bael-

—No, no, no, ni muerto.

—Bien —respondió soltándolo en un empujón para seguir caminando.

⊱⋅ ──────────── ⋅⊰

En el castillo.

Daemon había ido ya con Gael, miraba de manera un tanto nerviosa a los niños dormidos mientras se sentaba en los sillones con su hija. Sir Arryk se mantuvo de la puerta para afuera, y las niñeras de los mellizos se habían marchado por orden de Gael en cuanto ellos se habían dormido.

Sangre TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora