[7: FUEGO]

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FUEGO

«La amo con cada latido que su corazón dió, sabía que amarla lo llevaría a su muerte y aún así ni un día se arrepintió, quizás su vida sin ella habría sido más fácil pero ni de cerca hubiera sido más feliz, que esa mujer lo ame y le dé una familia fue lo mejor que le pasó en la vida, aunque habría deseado que la última vez que viera su rostro no hubiera estado lleno de lágrimas mientras el fuego consumía cada centímetro de lo que fue su hogar.»

Syra estaba limpiando su hogar, Morgan se había llevado a las mellizas hasta Dragonpit, una vez a la semana las llevaba para que vean crecer al dragón rojo que ahora le pertenecía a Ceryse, uno que aún no tenía nombre; Gwayne hace mucho era parte de la guardia de la ciudad así que dependía el turno que le tocara era a la hora que volvía; el lugar se sentía tan silencioso, aunque era tranquilo ella se había acostumbrado a la presencia continua de su familia allí. Su esposo se sentía últimamente intranquilo, su sobrino había perdido un ojo antes de volver de Driftmark y la herida solía infectarse con demasiada frecuencia, no veía la hora que curara totalmente para no preocuparse por su salud, aún siendo un príncipe y teniendo a maestres viéndolo de cerca eso no quitaba que una infección podría matarlo.

—Que milagro ustedes volviendo tan temprano. —Estaba arriba, limpiando los cuartos cuando sintió a alguien subir la escalera.

No recibió respuesta alguna, se giró y su sonrisa se convirtió en un gesto de horror, un hombre alto y fornido se encontraba parado mirándola con una amplia sonrisa de lado a lado, no necesitó ver el cuchillo para saber que tipo de intenciones tenía, no pudo correr, ni siquiera tuvo tiempo para gritar, la mano de él la privo de esa posibilidad, no dió pelea porque el cuchillo en su cuello le dejaba en claro algo: moriría sin una oportunidad, y necesitaba una, cerró los ojos con fuerzas pero ni eso evitó que las lágrimas cayeran, su cuerpo estaba siendo abusado sin ningún tipo de piedad, pero necesitaba una maldita oportunidad, quería vivir, quería hacerlo y ese hombre iba a matarla, quizás de una manera demasiado retorcida que haya querido violarla antes fue lo que le permitió vivir. Esperó el momento en que él, por un segundo, apartó el cuchillo de su cuello, le golpeó la garganta con fuerzas y trató de escapar, en eso empujó accidentalmente una vela, una que mientras intentaba bajar las escaleras comenzó un incendio que no podría detener.

Cuando Gwayne volvió a su hogar encontró la cerradura de la puerta rota, entró rápidamente y se encontró con la peor escena que pudo  imaginar, su mujer estaba tirada en el suelo, un hombre estaba agachado a su lado, con su mano agarrandola del cabello, vió como estrelló su rostro contra el suelo haciendola sangrar. El fuego se expandía por aquella casa con fiereza, el segundo piso estaba completamente en llamas y el primero parecía no estar lejos de estar igual. Se enfrentaron con sus espadas en medio del fuego que crecía cada vez más, el bandido atravesó el abdomen del caballero pero a la vez Syra había logrado tomar un cuchillo, saltó sobre la espalda de éste y se aferró fuertemente antes de cortarle la  garganta.

Y allí estaba, una Targaryen entre fuego y sangre.

—No, no, mi amor. —chilló desesperada lado de su esposo.

—Vete.

—No voy a dejarte.

—Es imposible que sobreviva. —con las pocas fuerzas que tenía acarició su mejilla e intentó limpiar sus lágrimas.— Pero tú aún puedes hacerlo, te amo, ahora vete. —repitió.

—¡Gwayne! ¡Te amo! ¡No me dejes! —chilló desesperada pero él murió en sus brazos.

No importaba el calor abrumador que hacia entre tanto fuego, no quería apartarse de él, no quería dejarlo ahí, uso toda su fuerza intentando arrastrarlo fuera del lugar pero todo fue en vano. Una repisa en llamas cayó sobre ellos, alguien lo detuvo, un capa dorada, a pesar que uso su cuerpo para recibir el mayor impacto la mujer se lastimó aún más de lo que ya estaba.

Sangre TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora