¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥

13: Una vez o.... cinco.

Danniel

Solo una vez, juro que me lo repetí varias veces pero claramente mentí.

— Mmmm — murmura mientras inclina su trasero hacia atrás provocando que me hunda más en ella, comienzo a acariciar su espalda arqueada mientras la embisto sin parar, en esta posición se ve tan sexy.

— Fabulosa, Lil sos fabulosa — veo su hermoso cabello caerle por la espalda y quisiera enredarlo en mi mano para mantenerla en esta posición que se siente tan apretada y mojada.

— Ahhhh — sigo moviéndome y estoy seguro que esta por venirse, clavo mis pulgares en sus cadera — Ahhhh así — me muevo en frenesí mientras ella solo grita por más, presiono más, un poco más y — Ahhhhh por dios Dan, sos increíble— la pego más a mi mientras la acompaño, porque después de ese gemido precioso que me regalo no pude contenerme.

La dejo caer en la cama mientras salgo de su interior y me quito el tercer condón.

¡Mierda dije una sola vez! Y fueron cuatro.

Me tiro en la cama boca arriba y la observo boca abajo respirando agotada, miro la ventana y está anocheciendo. ¿Cuántas horas fueron?

La veo levantarse un poco y observarme.

— No puedo creer que aguantes tanto— Se sube sobre mí y comienza a mover sus manos de arriba abajo en mi pene para volver a despertarlo.

— No entiendo como podes seguir con energías después de tantos orgasmos — menciono mientras cierro los ojos porque ya estoy de nuevo listo para follármela y sus manos son... ella es toda fabulosa.

— No pienso desperdiciar está oportunidad — comienza a frotar mi pene por su entrada.

— Lil... — se acerca a besarme, baja a mi cuello y pasa su lengua para después morderme — Mmm Lil no me provoques— Sigue mordiéndome mientras comienza a hundir mi pene en su vagin@ que esta suave y mojada.

— ¿Cómo voy a vivir sin esto? — susurra volviendo a mis labios, comienza a mover sus caderas de arriba abajo como una experta.

— No lo sé... — tartamudeo preso por el placer de ella moviéndose sobre mí — Así Lil — agarro sus caderas y empiezo a moverla yo.

— Ay sí, así Dan! — sigo moviéndola y me encanta, pero solo quiero que ella me regale más orgasmos.

Me inclino metiéndome uno de sus pechos a la boca sin dejar de moverla a un ritmo rápido y constante.

— Si... por favor.... más— succiono y lamo sus pechos, ella aprieta mis manos en señal de que quiere apriete su cuerpo más y lo hago, a conciencia de las marcas que quedaran en su piel lo hago.

— Por dios, un poco más — sigo moviéndola y apretando su cintura, que mujer más deliciosa, completamente exquisita — Dan, por favor! — lo anhela es una codiciosa y me encanta.

Vuelvo a tomar uno de sus pechos y lo muerdo.

— Ahhhh si ahhhhhhh — está sobre mi llenándome de sus fluidos mientras tiene un orgasmos y sigue moviéndose en busca de más, insaciable.

— Ahora lo quiero yo — sigue moviéndose y niego, porque no voy a acabar dentro de ella dos veces en un día menos después de 4 folladas tan intensas.

— No vas a poder hacerme acabar preciosa ya... — se gira sin sacarme de su interior dándome una vista muy linda de su trasero y su espalda, comienza a moverse haciendo que muera por llenarla de mi esencia ¡Carajos! ¿Cómo puede hacerme esto?

— Lo quiero Dan, lo necesito — subo mi mano a su cuello y la estiro hacia mi haciendo que curve su espalda. — Ahhhh no seas malo — mi otra mano la pasa hacia adelante para estimularla.

— Muévete Lil — se empieza a mover más rápido y solo basto muy poco para que lleguemos al clímax juntos. — Mmmm perfecta, sos una maldita— dejo mis manos caer a los costados totalmente agotado.

— Lo sé, por eso soy la mejor — jadea y se tira en la cama.

Apenas puedo respirar, jamás con ninguna mujer, nunca me folle a alguien así. Pendeja maldita, él mejor sexo de mi vida.

— La pregunta es — Lilian se levanta apoyando los codos en la cama y me mira — ¿Que ropa voy a usar? — me levanto cayendo en cuenta todo lo que paso.

Busco mis bóxer, me los pongo y la miro sentada boca abajo sin ningún tipo de pudor así desnuda. ¿Qué hago? ¿Ahora qué hago?

— Uy ya estás es crisis — rueda los ojos y se levanta para buscar su vestido en el living tirado. — Yo me pregunto ¿Tan difícil es solo disfrutarlo y ya? — la miro sin saber que responder.

Se pone el vestido pero está roto en la parte del frente.

— Al menos préstame una remera o una camisa — me mira seria.

— Lilian yo.... — me aparta y entra a la habitación donde por pura lógica busca una camisa mía para ponérsela.

— Sos un cobarde y típico hombre que la caga siempre — termina de ponerse la camisa, se la ata para que no quede tan larga y frunce las mangas.

— Es que lo que pasó... — parezco un idiota tartamudeando así.

— Te encanto — se acerca quedando frente a mí — Fue sin dudas el mejor sexo de tu vida, lo sé y mucha suerte con el autocontrol — muerde su labio inferior lento y tan sensual que la odio — Porque las ganas con las cogimos — se ríe — Eran muchas ganas, no basta una sola vez para saciarlas — susurra sobre mis labios y suspiro porque ella tiene razón.

— Para mí fue suficiente— miento descaradamente.

— Esta perfecto — se aleja con mucha elegancia — Siempre se pueden saciar las ganas con otro — camina a la salida — Y créeme hay muuchos con los que me puedo sacar las ganas — la miro confundido — Eso sí, esto — nos señaló a ambos — Fue muy bueno, pero vos lo dijiste, solo una vez— mira hacia arriba pensativa — O cinco — lanza una risita — Pero digamos que una vez y ya fue suficiente, así que — Abre la puerta y me mira con una sonrisa pícara — Nos vemos Dan — me guiña un ojo mientras lanza un beso al aire despidiéndose.

Soy un imbécil, realmente soy muy estúpido, ¿No pude simplemente comportarme como un hombre de mi edad? ¿Tener sexo y terminar bien? No tenía que comportarme como un traumado idiota.

Suspiro y escucho mi teléfono sonar, miro la pantalla.

¡Mierda! 20 llamadas pérdidas de Erik.