5- Está mal

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Pov: Danniel
— ¡Negármelo! — me mira decidida, enojada y con una actitud avasallante. Lilian es una mujer muy avasallante.
No puedo evitarlo y mis ojos van a sus labios luego a sus ojos.
¡Danniel, está mal!
— ¿Tenes miedo? — su mirada se alterna entre mis labios y mis ojos.
Esto está muy mal.
Me alejo y la miro serio, desentendido, claramente no admitiré la verdad de lo hechos, acá soy el adulto mayor responsable y ella no va a hacerme un jueguito mental.
— No tengo idea de lo que hablas Lilian— me sonrío tratando de verme casual.
Evitándola al parecer no voy a conseguir muchos, no queda más que hacer mi trabajo. Camino a la puerta y ella me mira ofendida o eso es lo que parece.
— Termina de leer los correos que te mande, yo en 20 minutos termino unas cosas y te llamo para que trabajemos en unos proyectos ¿Dale? — pestañea desencajada y aprieta los labios, dándome una inmensas ganas de que con esa boca me haga tantas cosas.
— Veinte minutos — susurra saliendo y se gira dos veces a mirarme en las cuales me mantengo sereno a pesar de que mi maldito instinto muere por detallar su cuerpo.
Me siento en el escritorio frotando mi rostro, suspiro borrando cada imagen de ella es esta oficina y todas las que mi mente creo, de ella contra mi escritorio mientras le hago mil cosas.
¡Demonios! ¿Por qué ella?
Habiendo tantas mujeres jóvenes, justo me tengo que calentar viéndola a ella. Pero la forma tan segura con la que anda por la vida, su mirada intensa y penetrante solo puedo imaginarme esos ojos llenos de placer mientras me la follo muchas veces.
¡Joder! Soy un enfermo.
Es la hija de mi amigo, que enfermo estoy. Tengo que hacer algo, lo que sea. ¡Mierda! De verdad tengo que hacer algo. Miro mi entrepierna viendo la gran erección que tengo, ¿Cómo voy a hacer para bajármela si la tengo ahí afuera tirándome todas las señales positivas para que destrocemos la oficina follando?
Respiro y pienso en cualquier cosa, lo que sea, caballitos saltando, flores, trabajo. Cierro los ojos tratando de ganar compostura, eso es, necesito mantenerme controlado en veinte minutos la voy a tener acá, muy cerca.
Pero yo no voy a hacer nada, es la hija de Erik, podría ser mi hija, mi sobrina, mi hermana. Eso es, puta madre, podría ser mi hija. ¡Que asco!
¡Ya está solucionado!
......
Abro la puerta después de respirar profundo varías veces, me asomo y tiene su pierna cruzada en sobre su rodilla mientras agita el pie constantemente, su brazos están apoyándose en los laterales de la silla, su blusa rosada tiene 3 botones desabrochados, solo recordaba que fueran dos... ¡No importa!
— ¡Lilian! — me mira notablemente enojada.
— Veintitrés minutos, ¿No te enseñaron puntualidad? — quiero reírme lo juro.
— ¿Preferís que te lo envíe por mail?— ignoro su reclamo como si no hubiera hablado.
Bufa levantándose de la silla y miro a otro lado evitando a toda costa ver su forma de actuar, de moverse.
— A esto jugamos entonces — pasa por mi lado y entra a la oficina, suspiro y entro tras ella.
¡Paciencia, mucha paciencia Danniel!
— Quiero que veamos un proyecto que hay para generar un marketing exclusivo para cada cede y...
— Eso también estaba en el mail ¿Por qué no lo implementaron antes? No sé quién es el jefe de marketing acá, pero es obvio que generar un marketing individualista en cada cede ayuda mucho a adecuarse a la necesidad de la zona en que se ubica y eso sin dudas va a dar mejores resultados. — Se cruza de piernas mientras mira su celular y no tengo nada para decir.
Así no vamos a poder trabajar claramente, me desafía a cada segundo y me provoca. Yo soy alguien muy decidido y ella no va hacerme flaquear, no señor, una chica de 23 años no va a perturbar mi mente adulta.
Me percato que está mirándome con su cabeza inclinada apoyando sobre su mano que descansa el codo en él apoya brazos de la silla.
— Demasiado para vos ¿no? — Arqueo una ceja y me siento a buscar papeles donde tengo anotado todo en lo que hay que trabajar. — No se abrumes Danniel, es normal, me he acostado con muchos hombres de tu edad y a todos le surge la misma duda — me levanto y trato de distraerme con cualquier otra cosa, ¿Cómo me dice algo así sin ningún problema? — Bueno a ver — se levanta acercándose a mí y la verdad que tengo miedo de lo que pueda hacer — Este es el proyecto ¿no? — como un idiota asiento y ella agarra los papeles como si fueran suyos, empieza a hojear y se sienta agarrando un lápiz para hace anotaciones en un hoja, muerde la parte trasera del lápiz y...
Tengo que dejar de mirarla.
De un momento a otro dejo de ser esa chica que me coquetea a cada segundo y trabajamos, fue extraño, porque Lilian siendo atrevida es sensual y demasiado tentadora. Pero Lilian siendo seria, es el maldito infierno y en estos momentos solo quiero ser un pecador para caer en ese infierno ardiente.
Pero no, me concentro y trabajamos, como el hombre centrado que soy trabajo horas y horas junto a esta chica que en cualquier momento va a hacerme perder toda la madurez y coherencia que me conforma.
— ¡Ya es tu horario de salida Lilian!— las voz de Erik me sobresalta.
Levanto la vista y le sonrío con un pesar terrible por dentro.
— Perdón, no me di cuenta la hora — me justifico, como si hubiera hecho algo malo, cuando solo trabajamos.
— Ya soy grande, no tenes que andar controlando mis horarios papá — Lilian guarda sus cosas y se gira a mirarlo.
— Yo tengo la obligación de hacer que mis empleados cumplan con su horario, no quiero que después me denuncies por explotación — Lilian rueda los ojos levantándose y haciéndole burla con la mano.
—Pesado, muy pesado Pa — Erik se encoje de hombros
— Nos vemos Danni — levanto mi mano sonriendo.
Ya van saliendo y al fin termine la tortura de este d..
— Espera Pa que me olvide algo — Lilian entra rápido a la oficina y se acerca al escritorio tomando una lapicera, en el dorso de una tarjeta escribe algo de manera apresurada y me la extiende.— Pensalo Danniel — camina marcha atrás gesticulando "Solo es sexo" mi ojos se abren de la sorpresa y miro la tarjeta mientras la escucho reír al irse.
Lilian 1147855902
El nivel de caradures que maneja, no... me deja sin palabras.
.........
— ¡Alex por favor, no pelees con tus hermanas! — escucho a Euge gritarle a sus hijos mientras entro.
— Hola, ¿Necesitas ayuda prima?— me ve y sonríe mientras se acerca.
— Dan, me siento una mujer inútil que sin su marido no puede controlar a sus hijos — le doy un abrazo.
— Son tres Euge, yo apenas que puedo conmigo, es lógico — se encoje de hombros.
— Se va una hora y siento que se me descajeta la casa, Felipe es muy organizado y yo no encuentro nada — bufa y se frota el cuello.
— ¿Querés que cocine? — me mira y junta sus manos en suplica.
— Por favor, Feli seguro ya llega, fue con Sam hasta la casa de Tomi a dejarla, no le hagas caso si dice que sos el invitado y no podes cocinar — me empiezo a reír mientras me arremango la camisa y camino a la cocina.
— Tranquila, yo lo manejo, cualquier cosa, necesitaba mimar a mi prima que está cansada ¿Tuviste guardia?— pregunto, Euge es doctora cardióloga.
— Vengo de tener guardia con los residentes y consultorio — Saca la lengua fingiendo muerte.
— ¡HOLA! ¡TRAJE PIZZA!— suelto todo lo que tenía en las manos.
—Creo que tu marido me salvo de cocinar — ella se levanta y camina al living.
— Por eso te amo — dice mi prima y le da un beso rápido a Felipe que no dura porque bajan corriendo, Magdalena, Gena y Alex.
— Euge yo me voy a duchar — ella asiente y aprovecho para ir a tener un momento de descanso.
Cosa que no logro porque mientras me saco la ropa la tarjeta con el número de Lilian cae al suelo y no dejo de pensar todas las cosas que podría hacerle, una noche, ella, yo y ni siquiera necesito una cama, porque en el piso, en una silla, me la follaría en cualquier lugar.
¡Joder, me cago en todo!

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora