23: Sorpresa.

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Lilian

Azoto la puerta y Demián me mira molesto.

— No digas nada por favor, solo... solo — no digo nada y subo la escalera.

— Lilian — siento sus pasos detrás mío— ¿Estás bien? — me freno en la puerta de mi habitación y asiento.

— Solo quiero estar sola Demián, no pasó nada — me meto a la habitación busco algo de ropa me visto sin siquiera bañarme y me tiro en la cama.

No tiene sentido, nunca socializamos más de la cuenta, no se mucho de sus gustos, no conozco a profundidad su personalidad. Solo lo conozco en modo trabajo y modo sexo.

Solo estoy tonta, es eso, no encuentro otra explicación.

Hay otras cosas en las que concentrarse, por ejemplo, mañana es mi cumpleaños y como cada año vamos a salir Liv y yo solas. Solo espero que Liv no me cambie por su novio.

Agarro mi teléfono y le hago una video llamada a Liv la cual no contesta así que marco otra vez. Ahora si atiende.

— Hola Lil — se la ve agitada y desalineada. Creo que interrumpí— ¿Pasó algo? — niego.

— Solo quería que arreglemos para mañana — me mira con una sonrisa.

— Ahh eso, si te quería hablar de nuestro cumpleaños — me recuesto en la cama con el celular apuntándome arriba.

— Pensaba que podríamos ir a... — Me interrumpe y eso no es una buena señal en absoluto.

— Lil, Gabi tiene una sorpresa para mí y no puedo decirle que no, además pensaba que...

— Si ya entendí Liv vas a ir con tu novio, me lo imaginé, no te preocupes nos juntamos en otro momento — sonrío forzada.

— Perdón, prometo que después salimos juntas — asiento fingiendo que no me afecta.

— Te dejo Liv, estoy cansada y...

— ¿Qué pasa Lilian? — sonrío de lado.

— Nada tonta, tengo mucho sueño, seguí con lo tuyo te amo — corto sin dejarla responder y tapo mi cabeza con la almohada.

No quieto enojarme con ella, cuando en realidad estoy enojada por otra cosa, la cual no tiene sentido que me afecte.

Algo está mal en mí, algo raro le pasa a mi cuerpo y no tengo que dejarme cegar por cosas banales.

Tengo que dormir y aclarar mi mente.

......

Nadie, solo Liv me envió un mensaje de "Feliz cumpleaños", él tiene mi número nada le costaba mandar un simple saludo, al menos compañeros de trabajo somos ¿no? Pero claramente ni eso soy para él.

Bajo del ascensor para ir hasta mi cubículo y cuando estoy por sentarme me llega un mensaje, veo su nombre en él y me sonrío. Sabía que no se olvidaría.

Dan: Lilian hoy tenes el día libre.

¿En serio? Me habla para decirme eso nada más.

Me levanto lista para ir a su oficina en la cual sé que está y descargar mi enojo contra él.

Pero me digo a mi misma, que eso no es nada lógico ni maduro.

Bufo y salgo de la oficina furiosa, con ganas de gritar, no sé qué mierda me pasa.

Decido que esta mierda de cumpleaños la pasaré comiendo helado como una fracasada en la cama, ni mi papá saludo,

¿Acaso se complotaron para no saludarme?

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora