30: ¿Qué es esto Lilian?

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Lilian

Sus manos se meten debajo de mi remera sin dejar de besarme, lo extraño, su cuerpo sobre mí solo me hace querer sentirlo.

— ¿Cómo seguís con tu periodo? — despega sus labios solo para susurrarme la pregunta.

No sé qué decirle, estos días fueron los mejores días que pase con Danniel, nos vimos y aunque no hubo sexo convencional, si jugamos un poco para matar la ansiedad, pero pasamos mucho tiempo juntos que temo si volvemos a la rutina de siempre desaparezca y...

— Me tenes demasiado necesitado Lil — sus manos se pasean por mi cuerpo y la escasa ropa que traigo hace que sea demasiado tentador todo. — No podes ponerte esta ropa y no pretender que me vuelva loco — lanzo una risa.

— No sabía que te excitaba mi remera de Bad Bunny Dan — el rueda los ojos y entierra su cara en mi cuello mordiéndome.

— No me gusta por eso quiero quitártela — lanzo una risa y vuelve a besarme, demandante como son sus besos.

Sus manos en mis pechos masajeándolos sobre el fino encaje que solo está de adorno porque no cubre demasiado haciendo que sienta sus caricias como su no tuviera nada puesto.

— Me encanta que uses lo que te compre — baja sus manos al borde de mis short jugando con el borde — Yo creo que ya puedo Lil — lo beso de nuevo.

De los días que nos vimos me quede dos días a dormir, algo que me gusto demasiado. ¿Es estúpido que esté tan asustada de un retroceso en nuestra relación? Pero que cosas pienso, relación, ¿Cómo puedo pensar que tenemos una? Si solo es sexo. Pero...

— Pensé que estabas satisfecho estos días — reclamos mientras sigo besándolo.

— Si preciosa, tu boca es maravillosa, pero hace días que no estoy dentro tuyo y me traes muy loco — frota su nariz con la mía — No me importa que aún no se haya ido necesito follarte Lil — Y yo lo necesito.

— ¿Y luego comemos? — asiente y me besa un beso suave, que se centra en mi labio inferior.

— Luego comemos para recargar energías, porque tengo tantas ganas que te voy a dejar muy cansada preciosa — se pega más a mí y siento su erección muy dura.

— Entonces déjame sin energías Dan — vuelve a besarme mientras sus manos ansiosas comienzan a quitarme los shorts, mi remera vuela dejándome en ropa interior.

— Que lindo te queda el encaje Lil, una maldita modelo de revista — comienza a besar mi cuello baja por mi escote hasta mis pechos y sin quitarme el brasier los besa con desespero.

Sus manos se posicionan en mi trasero y me sube un poco acomodándome en el sillón.

— Dan todavía estoy esperando que me ates a tu cama — susurro en su oído y se separa para clavar su mirada oscura en mí mientras una sonrisa ladina se dibuja en su rostro.

Se levanta y me estira, para alzarme como si fuera un costal de papas.

— Si querés que te castigue voy a hacerlo — me da una nalgada mientras me lleva a la habitación donde mi tira en la cama.

Lo veo ir a su armario y trae algunas corbatas.

— Sabía que iban a servir para algo — se sube a la cama y me besa mientras agarra una de mis manos para atarla a la cabecera de la cama, luego la otra. — Dios Lil sos hermosa — besa mi cuello y vuelve e mis labios. — Prometo que solo gritarás por más — aprieto mis piernas con anticipación porque sus palabras me hacen mojarme demasiado.

Baja sus besos a mi abdomen a mis piernas las cuales ata del tobillo a cada extremo de la cama.

Sus besos me desesperan, es una sensación de ansiedad por soltarme y tocarlo pero a la vez excitante. Nunca lo había hecho la verdad y se siente todo muy desesperante pero me gusta.

Comienza a besar mi cuerpo haciendo que la desesperación aumente y comience a moverme sin poder zafarme.

— Que linda te ves así Lil — me muerde el cuello y reparte mordidas por me cuerpo que me hacen gemir por las ganas de sentirlo. — Prometo que luego te compro otro. — sus manos van a mi brasier y el sonido de la tela rompiéndose me excita demasiado, besa mis pecho con tanta ansiedad que me desespera a mí.

Baja hasta mi ropa interior y también la rompe, me encanta eso, que las ganas sean más que cualquier cosa, que no tema romper mi ropa interior.

Retuerzo mi cuerpo totalmente desnudo, no es justo que él tenga tanta ropa puesta.

— Dan tu ropa molesta — jadeo y me besa.

— Solo estoy mostrándote lo que me hiciste sufrir estos días — rezongo y vuelve a besarme, muevo mis manos tratando de zafarme, quiero tocarlo, muero por sacarle la maldita y estúpida ropa.

— Dan estoy demasiado caliente y si no... — pone su dedo índice sobre mis labios.

— Tranquila, dije que te voy a dejar sin energías y voy a cumplir — se separa de mí y comienza a quitarse la ropa.

Esto fue una mala idea quiero tocarlo, quiero ser yo la que lo desviste, muevo mi cuerpo ansiosa por soltar mis extremidades.

— Si, Lil movete así que solo me dan ganas de follarte duro sin parar — por dios me está volviendo loca.

Queda totalmente desnudo y se sube sobre mi lento y tortuosamente me besa y pega su cuerpo al mío lanzado un gruñido de satisfacción. — Como me gustas — sus manos me acarician y no aguanto tanta ansiedad.

— Dan por favor — flexiona mis piernas que tiene más larga la atadura y comienza a jugar con su miembro sin penetrarme haciendo que gima de frustración.

— Sos mía Lil, nunca te olvides de eso — lo miro a los ojos ante sus palabras que me toman por sorpresa y no logro reaccionar porque entra en mi de una sola vez haciendo que gima llena de placer.

Estiro mis manos sin importarme que las muñecas luego me queden marcadas por la fuerza que hago, pero quiero tocarlo. Me embiste una y otra vez llenándome de placer y desesperación.

— Esto no funciona Lil, me gusta que seas libre — Comienza a besarme sin dejar de moverme mientras desata primero mis tobillos los cuales una vez tengo libre enredo mis piernas a su cadera sintiéndolo mas de profundo.

— Ohh Ahhhhhh — sigue desatando mis muñecas.

— Ohh así Lil, vos sabes muy bien cómo me gusta — comienzo a mover mi cadera con la suya y cuando suelta mis muñeca mis manos van a su espalda la cual apretó clavando mis uñas — Me gusta tenerte a mi disposición pero más me gusta tenerte así libre y mía — me besa de nueva mientras en cada movimiento me llena de éxtasis haciéndome estallar sin descanso, soy suya sin dudas soy suya.

— Ohhh Dan ahhhh maldición soy malditamente tuya Aahhhhh — mi cuerpo pierde fuerza y lo siento palpitar mientras sus piernas tiemblan.

— Y yo lo soy Lil — y así nos quedamos unos segundos, sus últimas palabras me dejan pensando. "¿Él es mío?" Esto... ¿Qué es esto? ¿Qué pasa entre nosotros? Esto... esto ya no parece solo sexo pero... ¿Qué es?

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora