55: Sos mío no lo olvides

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Pov: Danniel

El aire golpea mi rostro y me acerco al borde de la azotea para lanzar mi teléfono, Lena no es tonta, así que tendré que fingir que se me callo mi teléfono. ¿Me creerá? Seguro no, pero es su palabra contra la mía.

Froto mi rostro frustrado.

¡Maldición! Lil no me cree, es que seamos realistas, demasiadas cosas han pasado para que ella no me crea y creo que la perdí. ¡Maldita sea! La perdí y no deja de dolerme. La amo demasiado para perderla así, pero no puedo hacer más con esto, voy a solucionarlo, encontraré la manera de hacerlo aunque ella no me quiera cerca, yo... tengo que arreglar mi vida para que vea que no existe nadie más que ella para mí y jamás existió en mi insulsa vida alguien como ella.

¿Cómo es posible? Esto es la prueba de lo poco agraciada que puede ser la vida de una persona de mi edad que no conoció el amor nunca. No planeaba enamorarme, solo sería un polvo más, disfrutaría de lo que su joven cuerpo podía darme, frívolo, lo sé, pero... yo siempre fui así, buen sexo mientras duraba y luego a otra cosa.

Pero ella no me dejo salir, ni siquiera sé en qué momento me atrapo y ahí está su magia o quizás es la magia del amor. Ya sueno como los anuncios de suavizante para ropa.

Escucho el ascensor y puedo adivinar quién es. Escucho sus zapatos repicar.

— Danniel ¿Qué haces aquí? — la miro indiferente apoyado sobre el barandal.

— Hoy tengo un día fatal, no me molestes Lena — me mira arqueando las cejas.

—No te hagas el imbécil, ¿Qué le hiciste a tu teléfono? — así que no estaba tan loco, usa mi teléfono para espiarme.

— Se me cayó — señalo hacia abajo y ella se asoma para ver mi teléfono en el suelo efectivamente. Resopla y me mira arqueando una ceja con soberbia.

— ¿Acaso me viste la cara de idiota? — me hago desentendido totalmente, soy experto en eso.

— Acaso... ¿Vos espiabas por ahí? — finjo sorpresa absoluta. — Lena, deberías dejar de perseguirme como a un niño — Sonríe acercándose y acaricia mi mejilla a lo que la aparto.

— Ay Dan, mi amor, aún no entiendes lo que sucede, eres mío, siempre lo fuiste y siempre lo serás, yo te amo y por eso seremos felices juntos — me alejo negando mientras frunzo el ceño molesto.

— No Lena, estás equivocada, yo nunca voy a estar con vos, ya lo deje claro, prefiero estar solo el resto de mi vida, pero no estaré con vos — camino al ascensor.

— Espero que entiendas tus palabras Dan, porque con esa niña no estarás nunca, no mientras yo viva — sacudo mi mano para que deje de molestarme y me meto al ascensor.

Sé que es una gran posibilidad, quizás nunca pueda estar con Lilian, quizás ya la perdí definitivamente, encuentra a alguien libre y de su edad que le de todo lo que ella necesite.

¡Qué asco! Solo de pensarlo quiero ir a matar al infeliz que quiera tocarla. Solo imaginarme que alguien más la bese y acaricie su cuerpo, podría morir del odio que eso me causa.

Su piel está marcada por mí, ella es mía, no como una propiedad no soy estúpido, ella podría pasearse desnuda, que todos la miren, que sean público de su perfecta belleza y la mujer tan única que es, pero siempre y cuando ella sea mi mujer, por dios me he vuelto un loco por ella.

Y ahora toda esta locura no vale, porque si ella no me cree, la conozco, su determinación es grande y si no quiere hacerlo, nada la hará cambiar de opinión, nada que diga será suficiente para que me crea.

Bajo en mi piso y veo a Erik.

— No sé en qué andas, pero la entretuve lo más que pude — sonrío con pesar y asiento.

— Tranquilo, sirvió mucho — entro a mi oficina y Erik me sigue.

— ¿Vas a dejar a Lena? ¿Ella descubrió tu infidelidad? — suspiro sentándome desganado en mi silla.

— No le fui infiel jamás a nadie, Lena... ella está algo confundida, no se lo digas, estoy tratando de sacarla de su confusión. — me vale si me puede escuchar, estoy harto.

— Okey, yo pasaba a avisarte que mañana es la presentación con los inversionistas, vienen todos y será en la sala mayor, quiero que preparen con Lilian los proyectos y que la ayudes a mostrar su potencial, necesito que los inversionistas vean que ella es una buena adquisición, que no es solo un apellido, que mis hija hace valer su lugar — asiento cansado, Lilian, Lilian, parece que su nombre me persigue aumentando mi pesar.

— Tranquilo, Lilian es muy inteligente, así que no te preocupes — se levanta y me despide.

— Cuídate y nos vemos amigo — cuando sale cierro los ojos agotado. Por dios, ya no soporto todo esto.

............

Solo quiero dormir, apagar mi cerebro y no pensar en nada más, suspiro sentado el sillón de mi estúpido y solitario apartamento. La extraño, la extraño mucho y apenas pasaron ¿Cuánto? Hoy serían cuatro días que estamos así. Nos hubiéramos quedado en Ibiza.

Extraño eso, despertar con ella a mi lado, su piel suave tocando la mía, cuando éramos solo nosotros dos y podía amarla, ¿Por qué no le dije que la amaba más veces? Soy tonto, demasiado idiota, tendría que haber gritado en todo Ibiza que la amo que ella es mi novia, sin miedo, sin tabú.

Me tiro en el sillón, no quiero más esto, tengo que decirle a Erik lo que paso antes que Lena, es difícil, mirar a la cara a mi amigo, después de que mil veces me dijo lo que significaban sus hijas para él y yo ¿Qué hice? La tuve en mi cama mil veces, me cargué en la lealtad, pero no pude evitarlo, lo intente y ustedes lo saben pero no pude, ella me atrapo.

¡Knock knock!

Escucho la puerta y me levanto a mala gana, ¿Quién es ahora?

Resoplo y chasqueo la lengua alejándome de la puerta mientras Lena entra como si fuera su casa.

— ¿Qué querés Lena? — vuelvo a sentarme en el sillón totalmente desganado.

— ¿Esa es la forma de hablarle a tu preciada mujer? — la miro frunciendo el ceño.

— Que mujer ni mujer, Lena dame paz, estoy cansado, me vas a volver loco ¿Acaso no te das cuenta? — me tiene harta, quiero que se vaya, la quiero lejos, no quiero ver su maldita cara, no la quiero, nunca la quise, solo fue sexo, por favor ¿Cómo puede hacerme esto?

Si lo hubiera sabido nunca me había metido con ella, fue un mes lo que tuvimos sexo casual y luego quise que se terminara, porque ya se había puesto muy loca intensa y no me gustó nada. Pero jamás creí que haría algo así.

— Hay amor estás tenso, te hago un masaje — quiere tocarme y me alejo estoy a punto de gritarle pero golpean la puerta así que me acerco, abro y mi sorpresa debe ser notoria, Demián el primo de Lilian está en mi puerta.

— Le traigo su pedido señor — ¿Mi pedido de qué? ¿Qué hace... Estoy idiota.

— Gracias — tomo la bolsa dudoso y él meda una nota que escondo en mis mano, esto es raro.

— Que tenga buenas noches — se va y estoy lo que sigue de extrañado, aunque solo quiero ver la nota que me dio.

Dejo la bolsa en la mesada y voy al baño apresurado antes que Lena descubra que algo raro sucede.

Abro la nota.

"Te creo.

Ahora confía en mí. Llévate a Lena a cenar y mantenela distraída unas horas mientras consigo lo necesario para que no nos moleste.

Ojo Dan que puedo cortarte las manos y hacer de tu vida un infierno si la tocas, sos mío no lo olvides"

Sonrío emocionado y siento mis mejillas húmedas, ella me cree, mi Lil me cree, no entiendo lo que dice o porque, pero voy a confiar en ella.

¡No puedo creerlo!

Sonrío como idiota mientras le lavo el rostro para salir, tiro la nota por el inodoro para que Lena no la descubra y es como si de repente nada me afectara, el simple hecho de saber que ella está conmigo es más que suficiente para enfrentar esto.

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora