57: Se siente como un crimen

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Lilian

— Me siento en una película de espías — le susurro a Gabi a través del teléfono mientras busco la laptop en una habitación que supongo es la de Lena.

— No puede estar en un lugar tan complicado, fíjate debajo de su almohada — me acerco a la cama.

Escucho la cadena del baño y eso solo indica que se me acabo el tiempo.

—La puta madre, ¿Cómo lo entretengo más tiempo? — susurro molesta.

— No lo sé Lili, pero necesitamos conectarnos a esa Laptop — resoplo.

— No voy a acostarme con él, lo beso un poco más y algo se me ocurrirá.

— Menos mal que Danniel no es celoso, suerte Lili — corta la llamada y salgo de la habitación acomodándome nuevamente en el sillón y cuando Uriel sale del baño no parece que me haya movido.

¿Qué Danniel no era celoso? A mi Dan le dará un infarto si sabe que bese a Uriel, no quiero hacerlo, pero él cree que vine a tener sexo con él.

— ¿Tomamos algo? — sugiero cuando lo veo aparecer.

— Lo que quieras Lil — sonríe muy simpático — Me sorprendió que me llamaras — se acerca con dos cervezas.

— Estaba arrepentida de haberte plantado en el almuerzo que me invitaste — se sienta a mi lado mientras tomamos las cervezas.

Uriel no es que sea feo, si no estuviera con Dan estaría con él, pero solo lo bese una vez y primero que me sentí como si estuviera cometiendo un crimen, algo que jamás sentí al besar a alguien y también no dejaba de pensar en Dan, él lo mucho que le afectará esto, porque obvio se lo diré, aunque se enoje se lo diré, solo lo hago para poder conseguir esa estúpida laptop.

— ¿En qué piensas Lil? — lo miro con una sonrisa, soy buena fingiendo, pero espero no se note mi incomodidad.

— Creo que me afecto el alcohol — digo divertida y él se ríe mientras deja la cerveza en la mesa y me quita la mía.

— Debería sacarte esto, porque te quiero sobria cuando te saque a ese tipo de la cabeza y el cuerpo — trago grueso por la incomodidad, tengo que pensar algo.

El comienza a acercarse a mí, apoyando sus manos a mis lados e instintivamente me alejo quedando recostada.

— Yo no quiero olvidarme de nadie solo quiero... — me besa y no quiero responderle, la verdad que no lo hago al principio, pero luego pienso en mi objetivo y le correspondo, pero no dejo que su lengua entre a mi boca, no quiero.

Lo separo con mis manos cuando se me ocurre lo que haré.

— Olvide mi cartera en tu auto y tengo algo ahí que quiero que usemos — sonrío mientras pestañeo tratando de verme convincente.

— ¿Algo para que usemos? — Asiento mientras muerdo mi labio inferior y creo que lo convencí porque se levanta y sonríe con picardía — Me gusta tu espíritu Lil — camina a la salida y apenas la cruza corro a la habitación mientras llamo a Gabi.

¡Desgraciado! Tenía razón debajo de la almohada.

— Lil que...

— La tengo, dale rápido, está prendiendo no hay mucho tiempo — no pienso seguir besando a este tipo.

Gabi me da las instrucciones súper rápido solo era poner un pendrive y literal en 35 segundos cargo una barra verde.

Deje todo en su lugar y ya hasta estoy sudando, camino al living del lugar y veo entrar a Uriel así que comienzo mi actuación.

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora