25: Adulto responsable

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Lilian

Entro chocándome con la puerta de un baño que encontré por aquí. Me apoyo en la mesada del lavado que es larga y toda cubierta por espejos.

Todo a mí alrededor se percibe extraño, estoy muy ebria, no hay dudas.

Escucho la puerta cerrarse y me acerco para ver a Dan.

— Sabía que ibas a venir — camino como puedo hasta él que se apresura a llegar a mí para tomarme en sus brazos tan fuertes.

— Me estuviste volviendo loco desde que llegue — me lleva hasta la mesada mientras mi cuerpo esta tan pegado al suyo que siento su erección.

— Es que te necesito Dan — me levanta como si fuera peso pluma y me sienta en la mesada mientras sube mi vestido hasta mi cintura.

— Lo se Lil, nuestros cuerpos se extrañan — asiento mordiendo mi labio inferior.

Me besa con esa necesidad que siempre tienen sus besos, lo toco con desespero su pelo, su ropa que me estorba demasiado, sentirlo entre mis piernas y que no esté dentro de mí es frustrante.

— Dan...

Baja su bragueta para sacar su erección y corriendo mi ropa interior me embiste, mi cabeza se inclina hacia atrás chocando contra el espejo.

Una de sus manos se posiciona en mi nuca para besarme mientras me folla tan rico, la otra se apoya en el vidrio mientras acelera sus embestidas que son tan fuertes y constantes que el sonido del choque de nuestros cuerpos se hace presente invadiendo el lugar. Mis gemidos mezclados con los suyos son muestras de esas malditas ganas desenfrenadas que nos poseen cuando estamos juntos.

— Feliz cumpleaños preciosura — su voz llena de placer y ahogada me calienta demasiado.

— Ahhh Dan, quiero... ahhh quiero que sea mi..... ahhhh cumpleaños siempre Mmmmm — siento como el climax me ciega y no puedo siguiera hablar, solo gimo sin ningún temor, sus besos en mi cuellos, en mis pechos que están solo cubiertos por la tela de mi vestido. Siento como humedece la tela del mismo con sus mordidas y me encanta.

Sus embestidas se vuelven salvajes como a mí me gustan y sus manos clavada en mi cintura para poder follarme más duro solo aumentan las sensaciones en mi cuerpo.

— Sos una maldita diosa Lil — gimo cuando sus dedos de clavan más en mi piel haciendo que llegue al climax nuevamente dejándome totalmente extasiada. — Ohh Mmm sos hermosa — lo beso abrazando su cuello.

Me gusta mucho, yo lo quiero y me estoy enamorando mucho de él.

No quiero soltarlo, no quiero cortar este momento y volver a la realidad, no quiero. Pero lo veo separarse y limpiarme el sudor con servilletas.

— ¿Estás bien? — asiento con un nudo en mi estómago horrible. — ¿Segura? — sonrío.

— Dan, ¿Qué música te gusta bailar? — me mira confundido mientras se abrocha el cinturón.

— ¿Por qué? Estás rara Lilian — ruedo los ojos.

— Nunca hablas conmigo, nunca Dan, soy como una prostituta para vos — Me bajo de la mesada tambaleándome y él quiere agarrarme pero no lo dejo.

— Lilian estás....

— Estoy enojada, me das el mejor sexo del puto mundo, pero soy como la maldita prostituta que va a tu casa cada día, nada amistoso sale te tu hermosa boca— me acerco a besarlo pero me aparta

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora