Especial: Ella es el diablo y yo amo el infierno. Parte 2

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Pov: Erik Echeverría

Me acerco para ayudarla como buen padre que soy, a pesar de saber que ella no me ve como uno, soy amable porque es verdad, se ve muy mal, está demasiado borracha.

— Ámbar ¿Estás bien? — levanta la vista y sus ojos brillan a la vez que una sonrisa se dibuja en su rostro.

— Erik, a vos quería verte — se acerca tambaleante y casi vuelve a caerse pero la sostengo.

— Ámbar deberías buscar tus cosas así te pido un taxi para que vayas a tu casa — niega mientras me mira expectante y con anhelo, lo cual me incomoda mucho.

— No quiero, quiero que me lleves— niego y camino hacia la zona de los baños.

— No puedo llevarte a tu casa Ámbar — veo el vestidor vacío y entro con ella, están muchos bolsos diferentes, alguno debe ser el suyo. — ¿Cuál es tu bolso? — ella niega y se suelta de mi brazo.

— Erik, quiero que me lleves a tu casa a tu cama y me hagas sentir una mujer de verdad por una vez — me alejo un poco para escapar, porque esto no terminará bien.

— Ámbar creo que....

— Creo que te gusto pero tenes miedo porque tu mujer es el diablo, pero te juro que será una sola vez — me aprieta con su cuerpo contra la pared y por primera vez en mi vida no sé qué hacer. — Vamos, solo una vez, sexo desenfrenado y ya — la empujo suavemente para alejarme de ella, está muy confundida y no entiende nada, ¿Ella no se da cuenta que nunca la miré de ese modo?

— Ámbar tenes que calmarte — trato de tranquilizarla porque no quiero ser grosero, pero se está pasando.

— Estoy cansada de que no me mires, soy hermosa o ¿no? — Ella se lo está buscando, pero — Yo sé que te morís de ganas — en un movimiento rápido se pega a mi besándome la sostengo para separarla de mí pero se pega más aún hasta que en un ataque de locura la empujo haciéndola caer.

¿Qué hice? No tendría que haberme acercado, tapo mi boca con mi mano y empiezo a caminar de un lado para el otro, está loca y yo... soy un estúpido, lo sé no le correspondí, pero...

— Ámbar estás loca, como vas a hacer una cosa así — ella llora sentada en el suelo — Creo que no te di ninguna señal errónea para que mal interpretes todo, yo tengo mujer, no... No podes hacer algo así — salgo casi corriendo y me topo con Danniel, que bueno que está acá, porque me tengo que ir ya mismo.

— Danni — llamo a Danniel.

— Me estoy yendo — no, lo siento Danni pero necesito que te quedes.

— Necesito que te quedes por favor, yo me voy, por favor fíjate que las chicas viajen bien, tomaron mucho — no espero su respuesta y me acerco a Atenas.

¡Dios mío! ¿Cómo la miro a la cara después de lo que acabo de hacerle?

— Atenea, vamos yendo ¿Si? — me mira con una sonrisa como siempre y me siento un hijo de puta, es mi culpa, yo tendría que haber previsto esto, cuando actuaba rara, debí hablarle y decirle que no debía confundirse, pero no quería que ella creyera que yo pensaba en eso, así que lo deje pasar.

— Erik — miro a Atenea tratando de disimular lo perturbado que estoy. — ¿Todo bien?— asiento mientras la tomo de la mano para salir, soy una maldita mierda.

— Te decía que yo justo iba a decir de irnos porque los demás también se iban, estamos conectados — me agarra del brazo mientras caminamos al auto. — O los dos tenemos ganas de tener sexo, opto por la segundo obviamente — sonrío al borde del colapso, yo amo a Atenea, eso no está en duda, pero lo que acaba de pasar haya o no correspondido es infidelidad, puedo decírselo, pero Ámbar lo dijo y aunque no me moleste porque yo amo estar metido en el infierno que es Atenea, ella es el maldito diablo y por eso temo si decírselo, ya que no sé cómo pueda reaccionar.

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora