ix.

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¿Por qué vosotros dos no parecéis sorprendidos? —preguntó Kiri mirando un poco ceñuda a sus padres.

Ya lo sabíamos —respondió Neytiri todavía mirando a la chica albina que ahora clavaba las uñas en las palmas de sus manos.

¿Por qué no nos lo dijisteis? —habló Neteyam de nuevo.

Porque ni siquiera Parker sabe de su existencia, ¿no es cierto, Ataraxia? —respondió Jake.

Creo que ni siquiera conoce el nombre de la mujer con la que se acostó —reconoció con una ceja un poco alzada.

¿Acostó? —murmuró Tuk.

No, no, me la llevo, yo ya sé de que va este tema —dijo Jake llevándose a la niña en brazos.

Ataraxia miró hacia atrás solo para ver al hombre desaparecer con la pequeña, a donde se la llevaba Jake era algo que le gustaría saber a ella y a la vez no le apetecía en lo más absoluto, no sabía por qué.

Tú no harías lo mismo que Parker, ¿verdad? —murmuró Kiri mirando a Ataraxia.

No —negó simplemente, luego inspiró todo el aire que cabía en sus pulmones antes de soltarlo.

Neytiri la miraba con seriedad, en eso se parecía a Em, odiaba hablar de Parker y haría lo que fuera por dar por zanjado ese tema, en parte la entendía, ser la hija de ese hombre podía generar mucha desconfianza. Y más entre los Omatikaya.

Kiri no pareció creérselo del todo, pero algo le decía que podía confiar en ella, que haría lo que fuera por no ser como él. Incluso irse de Pandora y no regresar jamás.

Al final le hizo caso a esa vocecita en su mente. Tal vez tenía razón.

Lo’ak y Neteyam se miraron entre ellos, dudosos de aquella respuesta, luego miraron a Kiri, quién asintió con un cabeceo y la sombra de una sonrisa. No era la mejor respuesta, pero en ese momento tal vez fuera suficiente.

La loba mordió un poco los puños de Ataraxia, sin recibir ningún tipo de respuesta, la albina estaba mirando literalmente a la nada. Mordió con un poco más de fuerza, arrancándole un siseo de dolor a su ama y un poco de sangre.

—Bruta —susurró con la mano de nuevo apresada, aunque entre las patas de Sukha esta vez, que lamía con brío la herida que le había hecho.

Esa escena le hizo un poco de gracia a los allí presentes, aliviando la tensión aplastante, que había obligado a Ataraxia a meterse en su cabeza y encerrarse ahí dentro hasta que la condenada tensión desapareciera.

¿Tienes un avatar? —preguntó Neytiri de repente.

—respondió dejando sus dos manos a merced de la lengua de su loba.

Ve a decirle a Norm que te quedas con nosotros —pidió intentando ser suave—, ella también puede quedarse. —Señaló a Sukha con la barbilla.

La albina apartó las manos de la boca de su mascota con cuidado para no volver a abrirse los pequeños agujeros de los colmillos de Sukha por los que había salido la sangre hacía muy poco. La albina se levantó, seguida de su mascota, y sonrió un poco.

Lo’ak, ve con ella y explícale a Norm por qué ellas dos se quedan aquí —ordenó Neytiri.

El chico se levanto y siguió a Ataraxia, que ya se había adelantado, aunque rápidamente cubrió esa distancia gracias a que sus piernas eran dos veces más grandes que las de Hunter.

Ahora podré pasar más tiempo contigo —comentó con una sonrisa.

—Insistente.

—Oye.

—Por el amor de una madre, qué ganas tienes de saber mi primer nombre —dijo mirándolo ceñuda.

Lo’ak rió suavemente. ¿Para qué negarlo? La curiosidad lo mataba, ni su padre lo sabía, solo conocía el dato de que tenía dos nombres y el segundo era Ataraxia. El primero lo descubriría él.

Llegaron hasta la nave, donde Norm estaba estudiando el ADN de Kiri por —probablemente— milésima vez. La albina saltó hasta el suelo de la nave con un pequeño golpe sordo, alertando al avatar.

—Déjalo ya —pidió Hunter caminando hasta la mesa, sacada literalmente del suelo gracias a un mecanismo, donde Norm estaba estudiando los componentes del dichoso ADN.

—¿Dónde estabas? —preguntó casi ignorando la petición de la albina, quién se derrumbó en una de las sillas viendo de reojo como Lo’ak entraba.

—Es largo de explicar, así que solo llama a mamá. —Se frotó los ojos con énfasis, como si todavía no pudiera creérselo. Ella elegida de Eywa, parecía un chiste malo. Muy muy malo.

—¿Por qué, ha pasado algo?

—Solo hazlo, no quiero que ese insistente de ahí lo explique más veces que una. —Señaló a Lo’ak con uno de sus brazos.

Él los levantó en el aire, fingiendo estar indignado, ella repitió su gesto, como si le dijera: «¿Acaso miento?», luego el Sully dejó caer las extremidades a los lados, respondiendo un no.

—¿At, qué pasa? —preguntó su madre a modo de saludo.

Lo’ak se asomó para ver a la llamada Emrey de la que tanto hablaba su padre cuando les narraba anécdotas de la guerra que él libró y ganó contra la gente del cielo.

Su piel era algo más oscura que la de Ataraxia, sus ojos verdes refulgían al ver a su hija, aunque ese brillo se apagó un poco cuando lo vio a él. Lo’ak tragó saliva una vez.

—Ma, este es Lo’ak, el segundo hijo de Jake Sully —lo presentó, él sonrió un poco y la saludó con la mano—. Lo’ak, ella es Emrey Hunter, mi madre —la mujer levantó una ceja.

—¿Qué hace ahí uno de los hijos de Jake? ¿Ha pasado algo? —inquirió de nuevo, un poco más alarmada.

—Tu turno de entrar en escena, explícaselo —ordenó la albina levantándose para dejarle espacio al na’vi.

—Pues... eh, resulta que su hija...

𓏲᭄

—Y eso es todo —finalizó Lo’ak tragando saliva de nuevo.

Esto tiene que ser una broma —murmuró Emrey en un idioma que Lo’ak desconocía, y que parecía que Norm también.

Me temo que no lo es, mamá —respondió Ataraxia apoyada en la pared, de brazos cruzados.

—¿Qué idioma es? —susurró Lo’ak en dirección a Norm, que también parecía confundido.

—Portugués —respondió el científico en el mismo tono.

El nativo levantó las cejas. ¿Portugués? ¿Que idioma era ese? No se parecía ni remotamente al inglés, menos todavía al na’vi. ¿De dónde demonios había salido?

—Mandaré a uno de tus primos para que te cuide —comentó Emrey sujetando el puente de su nariz.

—Oh, Eywa bendita, sálvame —soltó Ataraxia sacándole una risa a los dos adultos y dejando a Lo’ak un poco anonadado. ¿Por qué eso le había resultado extrañamente familiar?

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora