xxviii.

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El sonido del constante murmullo en la base hizo que Ataraxia se desconcentrara un poco, pero se obligó a seguir con su tarea. Necesitaba perder el tiempo con algo mientras los Sully llegaban, y eso era lo mejor que podía hacer.

—¿Cuánto crees que tarden? —preguntó su primo acercándose a ella para vigilar el experimento de ella.

—No lo sé, mãe los avisó hace más o menos una hora, no sé si tienen que avisar también al clan o qué —caviló terminando de catalogar la mínima, pero efectiva, evolución de su experimento.

—Estás preocupada por ellos, ¿verdad? —No parecía una pregunta, sino una afirmación, pero Ataraxia asintió con un cabeceo.

—No quiero meterlos en este embrollo, Thiago, ya tienen suficiente con lo suyo —dijo algo apenada—. Parezco un lastre, por el amor de una madre.

—No eres un lastre, primita —aseguró cruzándose de brazos—. Y aunque lo fueras, métenos a Elijah y a mí en la ecuación —pidió estableciéndose con un gemido lastimero.

—Eso es lo que más me jode —admitió. Su primo la miró con algo parecido a la pena.

—No te comas la cabeza, sabíamos esto. —Señaló la cabeza de la albina—. Desde hace tiempo.

—Mucho tiempo. —Suspiró por la nariz, cansada.

Thiago se pasó la mano por la cara en un gesto hastiado. A él tampoco le gustaba demasiado que los estuvieran buscando, sobre todo a su prima, ahora que estaba herida, aunque los sueros habían acelerado la curación, seguía algo débil.

—¡Están aquí! —exclamó Elijah desde algún punto en la base.

Ataraxia empezó a caminar hacia donde sabía que se iban a reunir sus madres, y —probablemente— Norm, con Jake y Neytiri. Los chicos quedarían al cuidado de los tres primos.

Lo’ak saludó con la mano a la albina, quién le respondió con una sonrisa. Thiago se acercó a su hermano con ademán protector, atrayendo a su prima con él, quién hizo una mueca cansada a la vez que se dejaba arrastrar.

¿Quién...? —empezó Kiri, aunque luego carraspeó un poco—. ¿Quién es él, At? —preguntó, señalando al otro primo de la albina.

—Thiago —dijo ella sin más—, mi otro primo —aclaró viendo de reojo como Lo’ak hacía de su mano un puño sólido.

El joven Sully aflojó la mano, miró de soslayo a Ataraxia, viendo en ella una sonrisa de diversión. Entonces se dio cuenta de que lo había visto, desde luego que odiaba ser tan obvio.

Ataraxia miró de nuevo a su madre, quién ya estaba hablando con los adultos Sully, flanqueada por Trudy y Norm, aunque todos sabían que eso no hacía falta.

—Podría practicar con el avatar para no matarme a cada paso —murmuró.

—Sigues herida —replicó Elijah cruzándose de brazos. La albina le bufó, arrancándole una sonrisa divertida al resto de chicos.

—¿Tú de verdad eres humana? —preguntó Neteyam, la había oído gruñir y bufar repetidas veces.

—Para mi desgracia —respondió levantando sus brazos. Neteyam ahogó una risa, sin embargo su hermano soltó una carcajada sin pudor.

—Li —la llamó su madre, esta vez fue el turno de Lo’ak de bufar.

—Fastídiate —le espetó con una sonrisa.

El Sully se cruzó de brazos con una mueca de indignación que le sacó una risa a algunos de los otros adolescentes. Thiago negó con la cabeza con diversión.

Trudy silbó en dirección al resto de chicos y les indicó que se acercaran, Elijah frunció el ceño al ver la cara seria de su tía y miró a su hermano, él estaba igual, aunque sus ojos brillaban con preocupación.

—¿Qué pasa? —preguntó el mayor de los chicos humanos.

—Tenemos motivos para creer que... —Emrey tragó saliva con fuerza, como si se obligara a hacerlo—, que Quaritch está vivo.

—Y que ha vuelto a la ciudad humana —terminó Norm por su amiga.

El silencio se instauró entre los presentes, tenso e irremediablemente aplastante, al menos para Ataraxia, quién también recordó como él se había reído de Parker, entonces una bombilla se encendió en su cabeza.

Se estableció de golpe mientras los engranajes de su mente empezaban a moverse con efusividad, como si no quisieran perder el tiempo, un lujo del que probablemente no disponían.

—¿Qué pasa, Li? —preguntó su madre viendo como su hija miraba sin ver nada en absoluto.

—Tengo una idea —dijo por fin, aunque después tragó con fuerza—, pero tal vez no te guste, mamá. Nada.

Ambas tragaron saliva con fuerza, Em escucharía lo que su hija tenía que decir, luego le replicaría si tenía que hacerlo. La adulta miró el rostro de su hija, como si quisiera recordarla bien antes de que algo malo pasara.

—Habla —concedió casi temblando de anticipación.

—Me quieren a mí, ¿no? Escuché como Quaritch se reía de Parker, diciendo que siempre había soñado con tener un hijo. —Emrey abrió la boca para protestar, sabedora de hacia donde se encaminaba su hija, pero la albina siguió hablando—. Pues aquí estoy, él sigue siendo el jefe de la RDA, el que aceptó el proyecto avatar y todo ese rollo, él quiere un hijo.

—No —murmuró Trudy, comprendiendo por fin.

—Tal vez el resto no quiera hablar conmigo, pero él... si le digo que soy su hija tal vez no se lo crea y haga una prueba, y cuando salga positiva estaré allí dentro, bajo su protección, los hijos son preciados, más si la Tierra está muriendo, como todo indica que hace —continuó.

—No vas a meterte en la boca del lobo —negó Emrey.

—¿Qué otra opción hay? Si queremos librarnos de ellos tengo que ir, soy la única descendiente que tiene, déjame usar eso a vuestro favor —pidió.

—Nuestro —corrigió Kiri—, el de todos.

—Por favor, déjame usarlo a favor, por una vez me vale de algo ser su hija —pidió de nuevo—. Sé que es cuestionable a nivel moral, pero tengo que hacerlo —admitió mirando a todos allí.

Neytiri miró a su esposo, aunque no se fiara demasiado de la chica tampoco le apetecía que ella se metiera en la ciudad humana.

—Pero si Quaritch está vivo —empezó Thiago—, ya te ha visto, le dirá a todo el mundo que estás de nuestra parte.

—Soy una mentirosa compulsiva, ¿recuerdas? —espetó, haciendo que él levantara las cejas—. ¿Quién dice que no fingí estar de vuestra parte para que se me presentara esta oportunidad de volver con mi padre? ¿Quién dice que no os usé en mi propio beneficio para saber cada detalle de esta base para después dárselo a la RDA? —inquirió con una ligera sonrisa, utilizando un tono que en otra ocasión habría hecho que Neytiri le saltara a la yugular—. ¿Quién, primo, quién? —Thiago tragó saliva.

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora