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Ataraxia se quedó en silencio una vez llegaron a la aldea Omatikaya, escuchaba los susurros que hablaban de ella, aunque hablaban demasiado bajo como para que ella pudiera entender nada.

Siguió a Kiri y Lo’ak hasta la tienda en la que vivían, siendo recibida por un abrazo en sus caderas de parte de Tuk, Neteyam levantó la mano a modo de saludo con una sonrisa. Ella le devolvió el gesto y acarició la cabeza de la pequeña de la familia.

Creí que te había pasado algo, Xia —murmuró la niña apretando el agarre un poco más.

La mayor hizo una mueca de pena, no sabía que había causado eso en Tuk. No sabía que la pequeña le tenía tanto apego.

Pero... estoy bien, estoy aquí —susurró posando las manos sobre los hombros de la pequeña y acariciándolos con sutileza con los pulgares.

Tuk hizo un puchero con las mejillas cuando la miró y apretó un poco más el agarre de su abrazo. Esta vez no se alejaría de Ataraxia.

Un cuerpo se desplomó en la entrada de la tienda, Hunter hizo una mueca cuando vio a su mascota en el umbral, con las patas estiradas y la cabeza posada en el suelo.

—Sukha —murmuró Ataraxia haciendo que los instintos asesinos de Neytiri se apaciguaran completamente al oír ese nombre.

La matriarca miró hacia la ahora-no albina, quién tenía la lengua fuera mientras ponía los ojos en blanco. Apretó los labios en una fina línea para no sonreír con diversión.

Bueno —empezó la adulta tragándose la diversión, Ataraxia le prestó atención sin dudarlo—, creo recordar que en el arrecife te dije que te quedaras con nosotros.

A... así es, señora —asintió.

Mi pueblo está en deuda contigo por arriesgarte para sacar a la gente del cielo de aquí, así que serás instruída en nuestras costumbres, pero... —Ataraxia la cortó.

Pero nadie confía en mí —finalizó por ella. Neytiri asintió, notando como sus hijos y Spider se tensaban un poco—. No me extraña, sinceramente, no sé si saben de quién soy hija, aunque eso no me ayudaría en absoluto. —Soltó una risa un poco amarga que hizo que Neytiri levantara un poco las orejas.

Cierto, pero no te preocupes —dijo, luego le lanzó una mirada a su hijo—, Lo’ak te enseñará, así que no tendrás que lidiar con nadie.

¿Qué... qué? —balbuceó el chico mirando a Ataraxia y su madre de hito en hito.

Lo que has oído, Lo’ak —sentenció Jake.

Ataraxia parpadeó un par de veces, única muestra de su sorpresa, pues sus orejas y cola estaban alzadas, mostrando la misma sensación. No sabía si era una broma, aunque una parte de ella pedía casi a gritos que no lo fuera.

¿Por qué tengo que hacerlo yo? —inquirió el segundogénito de los Sully.

Porque eres de los mejores guerreros y cazadores, Lo’ak, además, Neteyam estará ocupado —destacó Neytiri.

Su primogénito la miró con un poco de duda, ¿con qué estaría ocupado? La matriarca le hizo un gesto, que Ataraxia no entendió, para que se mantuviera callado y fingiera que eso era verdad. Neteyam lo entendió.

Lo’ak alzó una ceja, recibiendo un asentimiento de sus dos padres, Jake le pidió que por favor hiciera caso cuando lo miró directamente a los ojos.

El menor asintió.

Vale. —Ataraxia lo miró con una ceja alzada estando todavía aferrada a Tuk, él levantó los brazos un poco, recibiendo una mano alzada de ella como respuesta a su pregunta silenciosa.

Kiri sonrió un poco ante esa efímera conversación entre su hermano y su amiga, le parecía gracioso que ellos se comunicaran así de vez en cuando. Aunque sería mucho más divertido que lo hicieran más seguido.

¿Cuándo...? —empezaron ambos chicos a la vez, aunque se callaron al darse cuenta y se miraron un segundo antes de dirigir sus ojos a Neytiri.

Mañana —respondió, de nuevo ocultando una sonrisa de diversión. Ataraxia abrió la boca, pero la matriarca habló de nuevo—: Sukha puede quedarse.

Hunter sonrió a la vez que levantaba las orejas con felicidad, podía estar cerca de su mascota.

—Li —llamó Emrey desde el comunicador de Ataraxia.

—Dime, mãe.

—Vuelve a la base, tu mente al menos, creo que Neytiri ya te ha acaparado —caviló al final, ganándose una carcajada de Jake—. Ese era Jake, acerté, vuelve Li, no es broma —pidió, luego desconectó el comunicador.

—Vale... —murmuró arrastrando las vocales con un dejo de duda.

Se apartó de Tuk a pesar del puchero que la niña hizo como protesta y movió un poco el avatar de Sukha, que no se movió ni un milímetro. Simplemente... nada. Parecía un cadáver.

—Esta ya está allí —rumió.

—Yo guardo tu cuerpo, At —le dijo Kiri.

Tras un asentimiento de toda la familia, Ataraxia se desconectó, dejando caer su cuerpo confiando en su amiga, que fue cogido por Kiri, tal y como ella había dicho.

𓏲᭄

La albina contaba a las personas que subían a la nave en la que serían devueltas a la Tierra a la fuerza. Un soldado se detuvo frente a ella, eran de la misma altura.

—Tú no deberías respirar el aire de aquí —escupió. Ataraxia lo miró como si fuera un bicho molesto, ante lo que el soldado le mostró los dientes.

—Bueno, ¿qué te puedo decir?, es lo que tenemos los privilegiados —dijo con altanería casi fingida. El soldado abrió la boca para decirle algo pero Sukha apareció al lado de la albina y le soltó un buen gruñido—. Dentro, ya —ordenó la chica.

El soldado siguió caminando, obedeciendo a regañadientes, pero con un lobo tan alto como un poni al lado... cualquiera se metería con ella.

—Es bueno que marques así los límites —comentó Parker a un metro de ella, Ataraxia lo miró—. Me alegro de saber que sí tuve una hija —dijo después—. Tu abuela también era así de ruda. Yo... aunque no te haya conocido durante mucho tiempo... sigue así.

—Te traicioné.

—Sí, pero está bien que seas de esas personas que no cambian sus ideales, no estaré de acuerdo, pero estoy orgulloso —aseguró con una sonrisa, luego se marchó, directo a la nave, echado a patadas de Pandora de nuevo.

Poco después con todo el mundo dentro de la nave, Ataraxia vio como despegaba y se perdía en el cielo a los pocos minutos. Una pregunta vino entonces a su cabeza: ¿cómo habría sido Parker como padre?

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora