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¡Espera! —pidió, siguiendo cómo podía a su pareja, todavía procesando toda la caza de sueños.

Lo’ak sonrió, viendo cómo intentaba seguirle el ritmo a través del bosque. Se sentía tan tranquilo ahora que el Uniltaron había terminado —y ella lo había superado— que no sabía bien lo que haría ahora.

La vio llegar a su lado y la abrazó por la cintura por inercia. Ataraxia bajó las orejas, sin saber bien el por qué la abrazaba ahora, aunque desde luego no le molestaba.

¿Dónde me llevas? —preguntó, recuperando el aliento.

Al árbol de las voces. Vamos —la instó, cogiéndole la mano para tirar de ella.

Ataraxia suspiró, pero se dejó arrastrar. Observaba todo a su alrededor, notando de vez en cuando cómo su pareja miraba en su dirección.

Le gustaba tanto la noche en Pandora que si pudiera, viviría eternamente en ella.

Una luz lila, como la del árbol de los espíritus del arrecife, comenzó a iluminar su camino, captando la atención del avatar. El resto de la bioluminiscencia parecía haber reducido su luz ante la del árbol.

Los Fan Lizart volaban de aquí para allá, atrayendo la total atención de Ataraxia. Lo’ak apretó un poco su mano, observando a su pareja con una sonrisa.

Esto es... precioso —murmuró, sintiendo el apretón en su mano, que la devolvió a la realidad.

Ven —pidió, tirando de ella una vez más.

Bajo el árbol, ella tocó algunas de las raíces, que parecían inclinarse hacia ella. Alguna atokirina rozó su piel, sacándole un escalofrío ante el suave toque.

Podrás hacer un arco con la madera del árbol, ahora —susurró, captando la atención de su pareja otra vez.

Ella miró hacia el tronco del árbol, aunque todo lo que tenía a su alrededor clamara también por su atención. Volvió a girar la cabeza hacia Lo’ak, notándolo un poco más cerca que antes.

Murmuró algo que Ataraxia no fue capaz de comprender. Frunció el ceño, viéndolo sonreír levemente hacia el suelo, como si se estuviera acordando de algo.

¿Qué pasa? —preguntó, cogiéndole la mano con las suyas, él repitió su gesto.

Se supone que ahora debería decirte que puedes escoger un hombre del clan —comentó.

Ella bajó las orejas, pensando en si él estaría dudando sobre su decisión de hacerse pareja. Tuvo miedo cuando ese pensamiento pasó por su cabeza, su corazón parecía later más fuerte.

Hace más de un mes que ya escogí.

Lo’ak la miró, bajando las orejas un poco mientras una sonrisa tiraba de sus labios. La cola de Ataraxia todavía azotaba el aire, exteriorizando sus nervios.

La besó rápidamente, ampliando su sonrisa en el proceso y calmándola por extensión.

¡No me des miedo así! —protestó, empujándolo sin hacer demasiada fuerza.

Él la cogió por el codo para abrazarla, antes de separarse mucho, aunque solo lo había echado un paso hacia atrás.

Perdón, no te enfades —pidió, enterrando su cara en su cuello, abrazándola por la cintura.

Ataraxia gruñó en protesta, sacándole una suave risa. Ella apoyó la frente en la clavícula de Lo’ak, cerrando los ojos por inercia.

Entonces, él se acordó de algo, a dónde quería llevarla realmente. Le cogió la mano y volvió a tirar de ella, recibiendo un suspiro de protesta.

No te quejes —replicó.

¿A dónde me llevas ahora?

A mi sitio favorito —respondió, abrazándola por la cintura para mantenerla a su lado.

¿No te servía el árbol de las voces? —preguntó, apoyando la cabeza en su hombro.

No —zanjó, acallando sus siguientes palabras con un beso.

Ataraxia dejó que Lo’ak la llevara a dónde quisiera, sabía que él la arrastraría hasta el sitio al que iban más temprano que tarde.

Perdió su sentido de la orientación al observar las plantas y demás animalillos luminiscentes que había por el camino, como si los guiaran.

No supo cuándo, Lo’ak le cogió la mano para dejarle más espacio para observar, mientras seguían caminando por el medio del bosque.

Él se detuvo en algún momento, dejando que su pareja observara las grandes plantas bioluminiscentes que crecían allí. Era un claro, pero a la vez no lo era. Ataraxia no sabía cómo describir aquel sitio con más palabras que «precioso».

¿Te gusta? —preguntó, aún sabiendo que la respuesta estaba clara en la forma en la que brillaban sus ojos.

Me encanta —susurró, girándose hacia él.

Ella se quedó estática, cuando su mirada se encontró con la suya. Sintió un apretón en su mano, pero esta vez no fue capaz de devolverla al mundo real.

Él le acarició la mejilla, notando cómo ella se apoyaba en su contacto. Bajó las orejas un poco antes de acercarse y besarla.

No se sorprendió cuando le devolvió el beso, ni cuando lo abrazó, él hacía lo mismo. Quería tenerla pegada a él. Después de dos semanas solo pudiendo verla por la noche, la quería ahora.

Apretó sus caderas, acercándola más a su cuerpo, sin dejar de besarla en absoluto. Lo abrazó por el cuello, provocando que recordara el día en el que el thanator los había perseguido.

Ahora no había nada, ni nadie, que pudiera impedirle que la tuviera para él. Y ella tampoco parecía dispuesta a interrumpirlo, por segunda vez.

La cogió por la nuca cuando se separaron para poder respirar un momento. Apoyó su frente en la de ella, haciendo contacto visual otra vez. Ataraxia sonrió sin saber por qué, contagiando a su pareja.

Volvió a besarla, con la seguridad de que no se arrepentiría jamás en su vida por haberla escogido. Y esperaba que ella tampoco se arrepintiera.

Cogió su cola neuronal, separándose una vez más. El avatar no copió su gesto en seguida, pues tenía la cabeza embotada ahora mismo, pero consiguió hacerlo.

¿Te arrepentirás? —preguntó, dejando caer su cola por su hombro.

Aldri¹ —sonrió.

Lo’ak la besó, uniendo ambas colas neutonales. Ella jadeó contra sus labios, mientras él la pegaba más fuerte a su cuerpo. Cayó al suelo, asegurándose de que ella cayera sobre él para que no se hiciera daño.

La besó en el cuello, mientras intentaba acostumbrarse a compartir sus sensaciones con las de ella y viceversa.

Te amo, Ma’Dahlia —murmuró, besando su mandíbula.

Te amo, Lo’ak —susurró, acariciando sus mejillas.

˖*°࿐
Aldri¹: nunca, en noruego.

Bueno..., el resto os lo dejo a vuestra imaginación porque soy ✨pésima✨ haciendo este tipo de escenas. Perdón 😔👍

Ejem, siguiente y última actualización en mi cumpleaños, no me puedo creer que solo me falte el epílogo ಥ⁠‿⁠ಥ

Quiero llorar, me siento demasiado orgullosa de mí misma 😔🤌

Tengo tanto agradecimiento que dar que no sé ni qué decir. Gracias, muchas 🫶🏼
¡Aaah, quiero llorar!

–W_D

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora