xix.

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El cielo estrellado iluminaba con debilidad su rostro pensativo mientras caminaba, buscando a alguien en concreto. Se había preguntado varias veces si era buena idea reclamarle por mentir. Todavía no había respondido a esa pregunta.

La encontró sentada en la arena, con las piernas contra su pecho, abrazándolas. Parecía... perdida, como si se hubiera metido dentro de su cabeza y no encontrara el camino de salida.

Hola —saludó, a un par de metros de distancia de ella.

La humana giró la cabeza con lentitud para mirarlo, o más bien para corroborar que era él.

Hola —la escuchó murmurar.

Se sentó casi a su lado sin preguntar antes, aunque no recibió ninguna protesta por su parte, notó que estaba tensa. Suspiró con pesadez.

¿Por qué mentiste cuando te preguntaron quién había aparecido en tu visión? —Escuchó cómo Ataraxia suspiraba con frustración.

Porque no habría podido mirar a la cara a esa persona jamás en la vida, me cuesta incluso sin haberlo dicho —respondió. Ella lo miró de soslayo, parecía conforme con esa respuesta.

Y lo comprobó cuando él soltó una pequeña risa nasal, más que conforme, ella se avergonzaba con cualquier cosa, le parecía casi normal que no hubiera dicho nada.

Bueno, ahora lo hacía.

La Gran Madre me mostró una visión contigo —confesó. Ataraxia se tensó—, pero no te llamaba por Ataraxia, sino por otro nombre que no escuchaba. —La miró de reojo, ella ahogó una risa—. Ni Eywa me ayuda.

La albina sonrió con suficiencia, solo consiguiendo que Lo’ak resoplara con diversión, sabedor de que ella no le iba a dar más pistas de las que ya tenía.

Hoy parecías... animado —comentó ella cambiando de tema.

Lo’ak tragó saliva, no se había dado cuenta de que Ataraxia había notado eso, y, por alguna extraña razón, se emocionó en silencio.

—susurró, ella casi no fue capaz de escucharlo, pero lo hizo.

Mirabas todo el fondo marino con emoción, plantas, animales y cualquier otra cosa —siguió, consiguiendo que el Sully la mirara, de verdad estaba emocionado por que ella lo viera—. Vi como tus ojos brillaban, me acordé de los Fan Lizart —dijo sonriendo levemente—, y ni siquiera sé por qué, no tenéis ni el mismo color. —Rió con suavidad.

Lo’ak sonrió profundamente, con las orejas levantadas y la cola removiéndose, mostrando su emoción, aunque no le importaba que su cola lo delatara. Ahora mismo solo pensaba en lo que le había dicho Ataraxia.

¿Mañana puedo llevarte a un sitio? —preguntó, saliendo de su trance.

Ataraxia lo miró con curiosidad, se preguntó si él la había oído, pero al ver como su cola se removía con inquietud supo que la había escuchado a la perfección, y eso hizo que algo se calentara en su pecho.

Claro —susurró poco antes de que se olvidara de la pregunta. Lo’ak sonrió.

𓏲᭄

Ataraxia miraba el amanecer con una ligera sonrisa, sentada en la pasarela de tela.

¿Qué te pasa con Lo’ak? —preguntó Kiri de súpeto, sentándose a su lado y asustándola de paso.

Madre, que susto —susurró poniendo una mano en medio de su pecho.

Responde. —Kiri estaba seria, lo que no le dio muy buena señal a Ataraxia.

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora