xxiv.

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Emrey temblaba entre los brazos de Trudy, quién a pesar de saber que Jake la miraba de reojo de vez en cuando, lo ignoró descaradamente. Pero lo haría por Em.

—Em... —murmuró Jake mirando finalmente a su amiga después de un minuto de silencio. Quaritch iba en serio.

—No sé que hacer, Jake, no lo sé —sollozó, la piloto la abrazó con un poco más de fuerza, intentando consolarla. Inútilmente.

—Ataraxia... estará preocupada por mí —susurró Neteyam sentado sobre la piedra con la pierna vendada de la mano de Norm.

—Neteyam... —murmuró su madre acariciándole la cabeza.

El silencio se instauró entre todos ellos, de vez en cuando, roto por los sollozos mal ahogados de Em. Trudy miraba a la superficie del agua, sintiéndose una completa incompetente incapaz de proteger a su niña.

—Dieciocho minutos, Emrey, cabo —dijo Quaritch, sabiendo que si hacía eso a cada minuto los estresaría de sobremanera.

Sukha emitió un sollozo, había llegado hasta allí ayudada por un ilu —ante lo cual nadie salía todavía de su sorpresa—, quería a su ama, la necesitaba con ella.

Jake sintió recargar un arma y giró la cabeza con brusquedad al oírlo. Emrey había cargado su arma, el camino de las lágrimas brillando en sus mejillas, pero sus ojos serios brillaban también con decisión.

—Em —dijo Neytiri ya de pie—, yo te llevo. —La na’vi había llamado a su ikran y este había aparecido en un momento muy... oportuno. La mujer asintió, agradeciéndole a su paso.

—Neytiri —llamó Jake mirando a su esposa, la mujer lo miró, al igual que su amiga humana—, ten cuidado.

La nativa asintió y ayudó a Emrey a subir a su montura. El ikran chilló cuando Neytiri se conectó, haciendo visible la ira que reptaba por las venas de su jinete.

Jake vio como su esposa y su vieja amiga se acercaban al barco y saltaban a la cubierta para empezar una carnicería que tardaría un poco en terminar.

Papá —llamó Lo’ak.

Cuida de tu hermano —pidió llamando a su skimwing.

Pero Ataraxia... —intentó replicar.

Ella estará bien, Em... cuando volvamos ya lo entenderás. —Soltó un suspiro y se conectó a su montura, que había llegado más rápido de lo que había esperado.

Jake se zambulló para dirigirse al barco y recuperar a sus hijas. Lo’ak miró el barco y luego al sitio en el que su padre se había lanzado para ayudar a su madre y a Emrey.

Lo’ak —llamó Neteyam, se enderezó un poco, pero rápidamente descartó esa idea al notar la punzada de dolor en la pierna—, sea lo que sea que estás pensando, no lo hagas —pidió.

Spider miró al joven Sully, que abría y cerraba las manos en puños sólidos. El humano dirigió su vista al barco y la devolvió a su amigo.

Spider —dijo Neteyam, un aviso.

El humano giró su cabeza hacia el mayor, pero cuando volvió a mirar al menor de los hermanos presentes, se paralizó en su sitio. Lo’ak se había largado.

Neteyam soltó un resoplido frustrado a la vez que escuchaba a Sukha sacudirse y sollozar, sabedora de que no podía llegar hasta el barco sin ayuda. La loba necesitaba ver a su ama, saber que estaba bien.

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Ataraxia temblaba sin parar, y eso le encantaba, sabía que no estaba ni remotamente cerca de morir gracias a ese temblor que le punzaba la pierna y a veces la hacía sangrar un poco más.

—Diez minutos —dijo Quaritch, bastante harto de estar esperando sin que nadie apareciera.

La albina volvió a mirar hacia atrás para ver si el coronel las vigilaba, Tuk negó, sabiendo lo que estaba haciendo. Hunter mordió la malla por el borde, intentando separarlo solo un poco.

La niña le dio un golpecito en la rodilla que no tenía herida y la humana se giró de tal manera que no sabría lo que había estado haciendo. Afinó su oído todo lo que podía y escuchó algo cayendo con fuerza.

—¿Qué demonios? —murmuró Quaritch cargando su arma.

El otro soldado que estaba cerca de él fue abatido por una flecha que se le clavó en medio del pecho, tirándolo hacia atrás y asustando al coronel.

¡Mamá está aquí! —exclamó la niña con una sonrisa, Kiri también sonrió y Ataraxia se acercó a Tuk.

Otro soldado fue abatido por una bala en medio de la cabeza, haciendo que Ataraxia sonriera muy ampliamente.

Mãe! —llamó mirando hacia todos lados.

—Oh, no, de eso nada —dijo el avatar que todavía estaba vivo y apuntó hacia una de las niñas que estaban juntas.

Mierdamierdamierdamierda. Ataraxia se juntó un poco más a Tuk al no saber a quién estaba apuntando, con la malla aflojada y a punto de soltarse. Ahogó el quejido por su pierna.

—¡No la toques! —gritó Emrey apuntando al avatar con el fusil.

Quaritch bufó con fuerza y soltó una pequeña bomba de humo para ocultarse y que nadie pudiera hacer nada sin miedo a herir a las tres chicas que tenía apresadas.

¡Tuk, Ataraxia! —gritó Kiri intentando soltarse de la malla que la sujetaba a la barandilla interior del barco pesquero, impidiendo su movimiento.

Emrey entró en pánico entonces, tenía a su hija y a la más pequeña de Jake, necesitaba..., quería salvarlas.

¡Mami! —exclamó Tuk saliendo del humo que había creado el avatar antes de huir. Kiri salió detrás de ella, luego Emrey se fijó en que la niña tenía un cuchillo que luego dejó caer.

Ataraxia aulló de nuevo, movida por el dolor, su madre sintió el estruendo que creó al caer al suelo y el pequeño chapoteo de la sangre, haciéndola palidecer todo lo que su piel le permitía.

—Bueno, Emrey —empezó Quaritch saliendo del humo casi disuelto, mostrando a medias el cuerpo de Ataraxia tendido en el suelo—, supongo que el tiempo se ha acabado —dijo apuntando hacia la cabeza de la albina.

—Arde en el infierno —jadeó Ataraxia desde su posición en el suelo, con el puño del brazo que la mantenía un poco erguida, hecho un bloque sólido.

El coronel miró a la albina, que mágicamente ya no estaba tendida en el suelo. Quaritch miró hacia Emrey, quién le había dejado paso a Jake, que cargaba con su machete.

—Acabemos con esto —dijo el coronel entre dientes deshaciéndose de su arma.

Jake hizo lo mismo solo para ganarle tiempo a su familia y a una tal vez demasiado herida Ataraxia que apretaba los dientes cada vez que la movían más de lo que su cuerpo quería.

Fue muy malamente consciente de que casi había dado la vida por salvar a Tuk.

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora