Someone new - Lo'ak Sully

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Lo’ak soltó un quejido ante el que su pareja bajó un poco las orejas, aunque en realidad no se la veía muy culpable. Se frotó el lugar en el que el mango de la lanza lo había golpeado.

—Quejica.

—¡Me has golpeado cinco veces en el mismo sitio!

—¡Tú hiciste lo mismo al principio!

Él se cruzó de brazos, torciendo la boca al no poder rebatir eso. Ataraxia se encogió de hombros, levantando un poco los brazos.

—Pero, mira, ya hablas portugués con más fluidez. —Clavó la punta de la lanza en la tierra, intentando buscarle algo bueno al hecho de que había vuelto a golpearlo.

—Todavía me falta el noruego.

—Ya. —Ladeó la cabeza, cogiendo la lanza de nuevo.

—Aún no me has explicado por qué tantas ganas de aprender a utilizar la lanza —comentó, volviendo a posicionarse correctamente.

—Ya lo sabrás —dijo sin más, recordando la frustración de su futura hija mayor al no haber podido evitar que su padre bloqueara cada golpe.

—Te encanta torturarme. Dime que tiene que ver con los niños —pidió, atacándola de nuevo.

—¿Por qué estás tan emocionado? Ni siquiera sé cuántos años teníamos en esa visión —admitió, bloqueando un ataque, aunque se llevó un golpe en la pierna, por el que bufó.

—No precisamente tendrías que quedarte embarazada el día que nos unamos —aseguró, disfrutando un poco el bufido que ella acababa de soltar.

—Igual, tú mismo lo dijiste: no tenemos edad para unirnos, así que no será pronto. —Bloqueo, golpe. Gruñó, pero no dejó de atacar.

—Mi madre rompió las reglas —comentó como si nada, recibiendo un golpe que Ataraxia no tenía planeado darle.

—Pero tú no lo harás —sonrió, más por el bufido que él había soltado por el golpe que por otra cosa.

—¿Quién lo dice? —rio.

—Sí sabes que mamá te matará, ¿no? —inquirió, empujándolo un poco para mantener algo de distancia.

—¿Cuál de ambas? O mejor, ¿quién de tu familia no lo hará? —Ataraxia meneó la cabeza de un lado a otro. La razón no le faltaba.

Bufó y saltó hacia atrás al sentir un golpe en el costado.

—Céntrate —le recordó, serio de nuevo. Ella asintió.

𓏲᭄

El avatar hizo una mueca, tragándose el gruñido. Tenía un buen moratón en el costado.

—Por la Madre..., hoy os habéis pasado, ambos —protestó Kiri, viendo los moratones de su hermano y amiga.

—¿Qué os habéis dicho? —preguntó Neteyam de forma inocente, recibiendo dos miradas incrédulas.

—Por primera vez en... —Ataraxia se encogió de hombros.

—Casi un mes —completó Lo’ak.

—Creo que nada.

—El día que os matéis... —comentó Jake, entrando en la tienda y meneando la cabeza.