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Ataraxia caminaba con Kiri y Tuk, ayudándolas en algunas tareas que le habían asignado, ya que Lo’ak estaría de caza con sus padres y algunos guerreros más.

La de ahora era recolectar fruta, así que llevaban los grandes cuencos llenos. Kiri había aprovechado para contarle sobre algunas historias del clan, para que ella se aferrara un poco más a la cultura del clan.

Pasaron por el lado de varios hombres y mujeres que no dudaron en mirar mal a Ataraxia. El avatar se abstuvo de suspirar y simplemente bajó las orejas.

No deberían mirarte tan mal —dijo la pequeña, haciendo un puchero.

Ella negó con la cabeza.

Prefiero aguantar las miradas a los comentarios —admitió, luego simplemente volvió a preguntarle a Kiri sobre las historias de los Omatikaya.

Las hermanas se miraron un segundo, luego la mayor simplemente volvió a contarle sobre las leyendas del clan, mientras le hacía un gesto a la más joven para que le dejara su cuenco y fuera con su madre.

Hicieron tareas durante toda la mañana, las adolescentes se quedaron solas desde que Tuk se había ido. Kiri había mantenido al avatar centrado en otras cosas mientras trabajaban.

Ataraxia mayormente solo escuchó a la Sully, fascinada por las historias de los Omatikaya.

Mo’at se encontraba de vez en cuando con las dos chicas mientras ellas trabajaban, se había parado a pensar varias veces en lo que Lo’ak había dicho que había visto.

Las atokirina se habían acercado a la Ataraxia humana, no al cuerpo avatar. Sabía que su nieto no habría mantenido una mentira durante tanto tiempo, entonces ¿por qué no se habían acercado a ella?

Se habían acercado a Jake antes de que fuera considerado algo más que un trotasueños y a Ataraxia cuando estaba en su cuerpo humano. ¿Habían cometido un error al llevarla allí?

Le pediría a alguno de sus nietos que le contara si las atokirina se habían acercado de nuevo a ella.

𓏲᭄

Thiago se tapó la cara, intentando no soltar un grito frustrado o una risa muy descarada. Nunca lo aceptaría en alto, pero ver a su prima y hermano peleando era un espectáculo.

Echó la cabeza hacia atrás, encontrándose con que dos de los hermanos Sully y Spider estaban al lado del avatar de la doctora Grace. Se demoró un segundo observando al humano y volvió a mirar hacia delante, frunciendo el ceño.

—Muy bien, niños, ya basta —pidió, consiguiendo que pararan.

—¡Es su culpa! —exclamaron a la vez. El mayor volvió a taparse la cara.

—Me da igual.

La albina le sacó la lengua a Elijah, recibiendo un gruñido.

Los dos na’vi rieron desde la lejanía, ver pelear a los aquellos dos era una escena graciosa, siempre. Spider sonrió, aunque volvió a torcer la boca cuando sus ojos cayeron sobre el mayor de los tres.

—Ve con él —lo instó Kiri, él frunció el ceño—. Si Neteyam puede, tú también.

El humano mantuvo la boca torcida y posteriormente caminó hasta donde estaba el mayor para pedir que lo siguiera a algún lado de la base.

Los Sully los siguieron con la mirada hasta que desaparecieron por uno de los pasillos. Entonces Kiri captó un movimiento por parte de los primos restantes.

Elijah celebraba en silencio, mientras Ataraxia parecía descolocada. Ladeó la cabeza, mientras que el resto de su cuerpo parecía una estatua.

Lo’ak sonrió, al parecer ella se había quedado al margen de lo que había pasado entre su primo y Spider.

—Eres... idiota, Axi —habló el chico de pecas.

Lo siguiente que los jóvenes Sully escucharon fue algo de cristal rompiéndose, después vieron a Elijah a unos metros de su prima, encogido en el suelo, levantando lentamente la cabeza.

—Miedica. —Se apoyó en la mesa, viendo a su primo hacerle el corte de manga, todavía medio oculto.

—Si tuvieras la misma puntería que cuando practicamos el arco... —comentó Lo’ak, cruzándose de brazos.

Luego se ocultó tras la cápsula del avatar de la doctora Grace, pues su pareja acababa de lanzarle un frasco de cristal vacío que por poco le daba en la cabeza.

—Eh —protestó Kiri, cuando el frasco impactó en la cápsula.

—Perdón —se disculpó, juntando las manos.

—¡Ah, ¿a ella le pides perdón?! —espetó, saliendo de detrás de la cápsula.

—Sí. —Lo’ak bajó la mirada y las orejas—. No, no hagas eso.

El Sully hizo una mueca.

—At. —La albina se tensó al oír el aviso de su madre.

—¡Perdón! —exclamó. Se mordió la mejilla, escuchando la suave risa de Trudy.

—¡Pero dile algo, tía Trudy! —rogó Elijah, saliendo a medias de su escondite.

—No os matéis.

El chico de pecas miró en dirección a su tía con una mueca de indignación, su prima ya le estaba haciendo el corte de manga cuando giró la cabeza hacia ella.

𓏲᭄

Ataraxia le explicaba a Kiri algunas cosas que había aprendido de la Tierra, no intentaban ni compararlas a Pandora.

Un niño abrazó la cadera de Dahlia, quién lo miró con extrañeza hasta que vio su amplia sonrisa. El avatar cogió al niño en brazos, sonriendo levemente.

Kiri se quedó al margen, viendo cómo el niño ampliaba su sonrisa y abrazaba más fuerte a su amiga, por el cuello esta vez.

Eres más bonita de lo que mi hermano dijo —comentó el niño.

Ataraxia bajó las orejas, sorprendida por que alguien la hubiera halagado. Su cola se alzó mientras ella sonreía con un poco de vergüenza.

Pues..., eh..., gracias —dijo, luego le besó la frente al pequeño—, pero estoy segura de que tú serás más bonito que yo. —Lo dejó en el suelo, viendo al niño sonrojarse un poco.

¡Imposible! —protestó.

Eso ya lo veremos. —Le acarició la cabeza, un momento antes de que una mujer lo llamara.

Ataraxia se despidió del niño, sonriendo suavemente. Giró la cabeza hacia Kiri, quién ya la estaba mirando.

Los niños te aman —sonrió.

El avatar bajó las orejas y le echó una última mirada al pequeño y a quién creía que era su madre. La mujer tenía una sonrisa que se amplió un poco al mirar a Ataraxia.

Ella frunció el ceño. Eso había cambiado desde la última vez que había hablado con un niño.

Me gustan los niños —comentó, encogiéndose de hombros.

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora