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—¡Ojalá hubiera visto eso! —exclamó Elijah, alzando los brazos, casi imaginándose cómo había sido la caza de su prima.

—Sigo procesando —comentó la albina, mirando hacia la nada.

—Venga, måne, estás a punto de convertirte en una más del clan —animó el mayor de los tres, sacudiendo suavemente la cabeza de Ataraxia—, un poco de entusiasmo.

La joven puso los ojos en blanco, sacándole una sonrisa al chico de pecas, quien miró por todo el laboratorio para buscar a su tía. No la había visto desde que el señor Sully se comunicó con ella por la mañana, para decirles que Ataraxia había acertado ese tiro.

Empezaba a preocuparse, no era normal no verla en ningún momento.

—¡Elijah! —lo llamó la albina. Él se giró, asustado por el grito de su prima—. ¿Sabes dónde está mãe?

—No, en eso pensaba —respondió—, no la he visto desde la mañana. Y ya es de noche, no puede haberse esfumado.

Thiago hizo una mueca y miró hacia Ataraxia, podía imaginarse por qué no habían visto a Emrey. Y sabía que no estaría equivocado en lo más mínimo.

—¿Y tú, Thiago? —preguntó, girándose hacia el mayor.

—No —negó—. Creo que le cuesta aceptar que te vayas a convertir en na’vi una vez completes el ritual Uniltaron. Para ella, todavía eres su niña —añadió, viendo la mueca que empezaba a formársele a la albina.

Ella tragó saliva, tenía que encontrar a su madre y hablar con ella.

—El ritual será en una semana —murmuró.

—Y dejarás de ser humana tres días después. —Miró hacia una parte del laboratorio, viendo a su tía haciendo lo imposible por no quedarse mirando hacia ellos tres—. At, ve con ella —susurró, señalando con la cabeza hacia el sitio en el que la mujer estaba.

La albina se levantó de un salto y echó una carrerilla hasta su madre.

Los dos hermanos simplemente observaron cómo Emrey abrazaba a su hija, para que después ambas desaparecieran entre los pasillos de la base.

—Tengo la sensación de que Axi será una madre maravillosa —comentó el joven, sonriendo con suavidad ante la idea de ver a su prima como madre.

Thiago solo asintió, haciendo un sonido afirmativo salido del fondo de su garganta. Alguna vez se había imaginado cómo habría sido su madre en el presente, pues aunque Trudy y Emrey daban su mayor esfuerzo, no podía comparar el amor de una tía con el de una madre.

—¿Cómo crees que habría sido nuestra madre? —preguntó, mirando hacia su hermano.

—La tía Em dijo que estaba ansiosa por tenernos, no sé hasta cuánto podría haber llegado esa emoción —caviló—. Supongo que buena, viendo a la tía. —Se encogió de hombros. Le hubiera gustado recordar un poco a su madre.

Elijah tenía la misma suerte que él.

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—No quiero que te vayas, ¿es malo eso? —Ataraxia negó con la cabeza.

De repente, el pasillo en el que estaban parecía demasiado silencioso, la joven casi podría jurar que el aire la asfixiaba. No sabía qué decir o hacer. Cierto era que no había pensado en cómo se sentiría su madre al respecto.

Se sintió una hija pésima, en cuanto ese pensamiento cruzó su cabeza.

—Creí que te perdía, dos veces —continuó, sin encontrar del todo las fuerzas que necesitaba para hablar—, y aunque ahora no lo haga, es imposible no sentirse así.

Someone new - Lo'ak SullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora