—No estoy entendiendo nada — murmuró Elliot con el ceño fruncido, sin apartar la mirada de la pizarra donde había dibujado mi explicación.
—Su puto personaje se ha vuelto real y no la puede matar — resumió Ellie con frustración y miedo —. ¿Qué no entiendes de la explicación?
—¿Cómo es posible este suceso? — dijo Sam entre risas, pero el ambiente estaba lejos de ser cómico —. Perdón — se disculpó, acomodándose en el sofá.
—¿Por qué mierda no dijiste nada al salir? Lo has dejado en libertad — continuó Elliot, con evidente confusión y preocupación en su voz.
—No lo sé, me asusté. Es mi creación, y me quedé en shock sin saber qué hacer porque no debería estar aquí — expliqué mientras movía los brazos con exageración —. Además, intentaba matarme con mucha insistencia, pero al ver que no podía, su temperamento cambió a uno bastante aterrador hasta que la policía nos encontró.
—Si bueno, tu reacción ha sido más que calmada, seguramente nosotros hubiéramos muerto de un infarto en el proceso — asintió Ellie comprensiva —. Lo que no entiendo, y creo que hablo por todos los presentes, es cómo es posible que algo evite que te mate, porque se encontraron un montón de cuerpos en el evento de ayer — Ellie intentaba preguntar cada detalle de lo que había explicado para comprender la gravedad de la situación y encontrar una solución rápida y eficiente.
—Cada vez que intentaba dispararme, el arma se atascaba misteriosamente. Cuando intentaba asfixiarme, sus manos perdían fuerza. Incluso trató de apuñalarme con una navaja automática, pero algo lo impedía.
—Yo creo que sí entiendo el por qué — murmuró Ellie con su dedo índice dando toquecitos en sus labios, una manía que tenía cuando se ponía a pensar.
Se incorporó de un salto y se acercó con un paso algo indeciso, sin saber muy bien si dar su punto de vista de la situación. Sin embargo, cuando le pasé el bolígrafo de pizarra azul para que nos explicara qué pasaba por su cabeza, asintió con firmeza antes de borrar lo que había dibujado para mi explicación de cuatro horas hasta que logré que estuvieran a mi mismo nivel. Luego, comenzó a trazar diagramas y escribir notas en la pizarra para ilustrar sus pensamientos. La tensión en la habitación era palpable mientras todos esperábamos ansiosos a escuchar su teoría.
Ellie dibujó en la enorme pizarra que utilizaba para crear esquemas de mis libros. Con trazos sencillos, creó dos muñecos de palos con diferentes colores, uno en cada extremo y a la altura de sus ojos. Luego, colocó mi nombre sobre el muñeco azul y el nombre de Ossian sobre el muñeco rojo. A continuación, empezó a escribir distintas palabras en un orden específico, conectándolas con flechas que llevaban de una palabra a otra. Mientras lo hacía, se concentraba intensamente en su trabajo. Finalmente, cuando terminó de crear su diagrama, se giró hacia nosotros, tapando el bolígrafo negro que había utilizado para escribir las palabras y las flechas.
Ellie nos observó mientras apuntaba a mi muñeco con el dedo índice y explicó su teoría.
—Vale — dijo —. Lux creó un personaje llamado Ossian, un psicópata muy peligroso — señaló el muñeco negro, haciendo que asintiéramos todos al unísono —. Entre ellos hay una historia de por medio, un libro que cuenta "las aventuras de Ossian", por no decir asesinatos — apuntó la palabra "libro", haciendo que volviéramos a asentir, aunque seguíamos algo confundidos al no comprender a dónde quería llegar con todo esto —. Si Lux no hubiera escrito el libro, Ossian no existiría. Y si Ossian mata a su creador, él "desaparecería". Por eso creo que no te puede matar — simplificó la explicación, aunque aún quedaban algunas palabras sin utilizar —. Ahora bien. ¿Lux podría matar a Ossian, o tampoco sería capaz porque su creación ya está creada?
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Mi Presa
Teen FictionLux, una escritora de thrillers, ve su creación, el aterrador asesino Ossian Darkbourn, cobrar vida. Obsesionado con ella, Ossian se convierte en su peor pesadilla. Lux debe enfrentarse a su propia invención en un emocionante juego de ingenio y supe...