Capítulo 34

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(Os recuerdo que este libro es improvisación en cada capitulo, sin poder cambiar nada a medida que lo escribo los jueves y sin poder pensar en el siguiente 🤍)

Elliot ajustó con precisión su chaqueta negra, el gesto mostraba una determinación férrea en sus ojos oscuros. A su lado, Sam y Ellie también se preparaban, ajustando sus trajes negros a medida que se enfundaban en el papel de mis guardaespaldas para esta noche. Sus camisas blancas contrastaban con la oscuridad de los trajes, dándoles un aspecto profesional y serio.

El ambiente en la habitación estaba cargado de anticipación y una leve tensión, pero también había una camaradería palpable entre nosotros. A pesar de la gravedad de la situación, no pude evitar esbozar una sonrisa ante la seriedad con la que se tomaban su papel de protegerme.

—¿Enserio esto es necesario? — mi leve sonrisa, apenas lograba contener una risa divertida.

—Más que necesario — respondió Elliot con una mirada decidida, ajustando un último detalle en su chaqueta.

Sus movimientos eran precisos, casi como si estuvieran acostumbrados a esta clase de situaciones. No era la primera vez que necesitaba de su protección, y cada vez me sorprendía más su dedicación y profesionalismo.

Sam y Ellie, por su parte, intercambiaron miradas antes de asentir con determinación, mostrando que estaban listos para lo que la noche nos deparara. Con los pinganillos discretamente colocados en sus oídos, parecían estar conectados en una red invisible de comunicación.

Nos dirigimos hacia el coche que Sam había alquilado para la ocasión, un vehículo discreto que pasaría desapercibido entre los demás en las calles nocturnas de la ciudad. En el camino, mis tres guardaespaldas me instaron a colocarme la máscara que habían traído para mí, asegurándose de que nadie pudiera reconocerme por mi rostro a menos que hablara o me la quitara.

La máscara era una obra de arte en sí misma, diseñada en forma de mariposa con aberturas en los extremos que recordaban a una intrincada telaraña. Al sostenerla en mis manos, sentí su textura suave y elegante, mientras que su color negro profundo complementaba a la perfección mi vestido. Este último era un diseño elegante y liso, con una apertura lateral que mostraba mi pierna derecha hasta la cintura, así como toda mi espalda al descubierto. La elección del negro como color principal le daba un toque de misterio y sofisticación.

Mis zapatos de tacón de aguja completaban el conjunto, también en negro para mantener la elegancia y la armonía del atuendo. Eran lo suficientemente elegantes como para la ocasión, pero también lo bastante prácticos a la hora de quitárselos en caso de que necesitara huir rápidamente de una situación peligrosa.

Llegamos al lugar del evento, un elegante salón de eventos decorado con luces tenues y adornos que evocaban un ambiente de fantasía y misterio. El salón estaba lleno de personas vestidas con trajes de fantasía y máscaras de todo tipo: desde criaturas mitológicas hasta personajes de cuentos de hadas. El murmullo de conversaciones y risas llenaba el aire, mezclándose con la música suave que se filtraba desde algún lugar cercano.

A medida que nos adentrábamos en el salón, los ojos curiosos de los demás asistentes se posaban brevemente en nosotros, captando la presencia de mis guardaespaldas y su actitud seria y vigilante. Sin embargo, rápidamente desviaban la mirada, conscientes de que no éramos precisamente los invitados comunes y corrientes, ya que nuestras vestimentas oscuras y simples no encajaban con las vestimentas coloridas y fantásticas de los presentes.

El evento estaba organizado en honor a la literatura de fantasía, por lo que cada detalle reflejaba ese tema. Había mesas adornadas con libros antiguos y pergaminos, así como estatuas de criaturas fantásticas que parecían cobrar vida en la penumbra. El ambiente estaba impregnado de un aura de magia y misterio, como si nos hubiéramos adentrado en un mundo de ensueño.

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