Mi Alumna y yo

Capítulo 33: Festival Escolar

Me quedé boquiabierta cuando escuché la noticia.

- ¿Habrá un festival? –pregunté perpleja- ¿Sólo porque otra escuela nos visita? ¡Pero eso parece improvisado!

Pero Emelda y Albern fueron los encargados de volver a afirmar la veracidad de la noticia.

No tuve más remedio que aceptar la obvia realidad del futuro evento.

Hacia mucho que no veía algún festival estudiantil. Supuse que eso había quedado olvidado o relegado a la primaria, pero debido a que nos visitaría el Colegio Leicestershire(un prestigioso instituto vecino conocido por su estricto protocolo) no sería descabellado pensar que también los estudiantes de la escuela en la que trabajo deberían esforzarse en tener disciplina de igual manera.

Y así pasaron los días con las intensas preparaciones para la visita de la otra escuela.

Cuando no tenía nada que hacer veía a mis alumnos preparar sus diversos proyectos artísticos, culinarios o académicos, disfrutando un poco el hecho de no tener que levantarme de mi silla y dar clases.

El día antes del evento salí en dirección al baño, pero me encontré a Ginger.

- Profesora Eliza...

- Qué bueno verte de nuevo. ¿Ya terminaste tu proyecto?

- Hace mucho...

- ¿De qué se trata?

- No puedo decirlo; Alexa me mataría

Ya que Ginger me lo recuerda, desconozco cuál es el proyecto de esa adolescente (lo menos que sé, como es obvio, es que se trata de algo compartido).

- Oye –me puse más seria esta vez-, ¿te sientes mejor?

- Supongo que debería estarlo.... Ahora tengo un motivo para ser de ayuda. Nuestro proyecto ha sido demasiado complicado y eso me ha mantenido ocupada mientras estoy en la escuela. Aunque... lástima que a Alexa no le gusta la idea de que la vaya a visitar a su hogar para continuar trabajando. Es muy hermética respecto a eso

Entonces Alexa habla con Ginger tanto en la vida real como por mensajes, pero no quiere ser visitada por ella. En cambio... a mí sí me lo permite.... Vaya sorpresa.

- Pero si usted quiere saber sobre lo que sucede en mi casa... le diré que ni siquiera vale la pena mencionarlo. Igual, tengo trabajo que hacer para cuando vengan los ricos de la otra escuela...

Tras Ginger decir esas palabras apareció Alexa, quién se acercaba con un tono jovial.

- ¡Profesora Eliza! ¡Ginger, muchacha! ¿Qué hacen hablando sin mi previa autorización?

Dejé escapar una ligera carcajada al escucharla decir esas cosas. En cambio, Ginger se mantenía seria.

- Desde que empezamos el proyecto te has vuelto horriblemente autoritaria –musitó Ginger a Alexa

- Obvio. No quiero que nos roben la idea.... ¿No se lo dijiste a Eliza?

- Claro que no

- Más te vale, chica. Mis ojos tienen ojos y los ojos de mis ojos tienen zoom para ver cualquier cosa. ¿Captas?

Opté por intervenir.

- Alexa –la llamé-, no sofoques tanto a tu compañera. Sólo intenta terminar el proyecto a tiempo

- Usted sabe que no soy de terminar rápido... y usted es testigo, además, de que me gusta saborear el momento

Me sonrojé inmediatamente al escuchar tales palabras (el significado obsceno era reforzado por la mirada seductora de Alexa).