Capítulo 61: Entrando al Mundo de los Ricos

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Algunas veces me pongo a pensar en todo lo que me ha sucedido. Cuando me pongo a analizar mi vida me resulta increíble al recordar las cosas que tuve que pasar para llegar hasta donde estoy ahora.

No sólo tuve una niñez un poco solitaria, no sólo tuve una adolescencia complicada, sino también que, inciando mi adultez, tuve que lidiar con aquellos romances fugaces que tuve con hombres que, dicho sea de paso, no valían la pena..., hombres que me hacían perder el tiempo o que me hacían sentirme usada sin yo saber el por qué.

Empezando mi viaje por el mundo adulto nunca creí que sería tan difícil y a la vez tan absurdo. Ciertamente los adultos se quejan en demasía sobre su estado actual, deseando una y otra vez volver a ser niños. ¿Para qué? No tendrían la independencia que tienen ahora, pero eso de la independencia que uno obtiene cuando llega a la adultez no es nada más que un truco; una ilusión que esconde un montón de elementos indeseables que no se leen en la "letra pequeña" del contrato.

Puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que hay muchos adultos que les fascina buscarse más problemas de los que ya tienen (en mi caso, yo no soy una excepción); algunos se dejan llevar por presiones varias que les impone la sociedad y otros simplemente no saben qué hacer con sus vidas.

Después de que cumplí la mayoría de edad lo único que deseaba era conseguir ese trabajo que yo tanto ansiaba desde hacía años.... Ni los estudios, ni los otros adultos que conocí, ni las demás cosas que ocurrieron en mi vida fueron de mi agrado. Nunca vi venir todo aquello que jamás deseé, pero que me veía obligada a sobrellevar.

Pero lo bueno de haber soportado todo eso fue que, después de mucho esfuerzo, pude conseguir mi sueño de ser maestra. ¡Cuánta alegría me causó la vez en que fui contratada por una escuela! Fue uno de los días más bonitos de mi vida, pese a las dificultades.

Aunque es preciso aclarar que pude conocer a alguien que me libró de la soledad y amargura que regía mi vida.... Es asombroso. ¿No? Incluso parece un sueño, parece algo que pasaría en las típicas series y películas que veo donde el amor llega sin que uno lo espere.

¿Quién diría que una adolescente conquistaría mi corazón? Para los ojos de la sociedad sería algo moralmente aceptable, pero para mí era lo que mi corazón necesitaba.

He conocido a dos chicas más debido a esa muchacha que me enamoró y, con valentía, pude ayudar a esas jóvenes con las pesadas cargas que entorpecían sus vidas.

Durante estos años de relación experimenté los besos más dulces del mundo, el placer más apasionado que mujer alguna podría sentir y el apoyo emocional más sincero, el cual me sirvió de motivación para hacer mi vida más soportable.

Por esos motivos es que me resulta increíble repasar todo lo que he vivido. Nunca pensé que todo esto me ocurriría a mí, una adulta tímida, introvertida y con unas paupérrimas experiencias amorosas previas.... Con esa adolescente conocí el amor.

Me ponía a analizar todo esto mientras estaba sentada en una de las elegantes sillas de madera en la casa de Julie.

Ella hablaba y hablaba con Alexa, sin cansarse en ningún momento.

Como era obvio, escuchar toda esa palabrería terminó por aburrirme.... Ya Julie ni disimulaba su interés por Alexa; esa rica había olvidado brevemente nuestro falso plan inicial respecto a Industrias Achillea.

Vi cómo mi estudiante escuchaba todo lo que salía de la boca de Julie, mientras la miraba fijamente, sin quitarle la vista en ningún momento.

La serenidad de Alexa debió haberle encantado aún más a esa chica, dándole alguna clase de confianza de hablar lo suyo, sin importar mi actual presencia.

Mi Alumna y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora