Capitulo 67: Nueva Adulta

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El cumpleaños de Alexa también había llegado y, cuando se hizo presente el tan esperado día no pude sino mantenerme incrédula por eso.

Varios minutos tardé en procesar el acontecimiento (si es que puedo decir esa palabra) que suponía el hecho de que mi alumna ya había cumplido la mayoría de edad.

Sus 18 años eran más que un número, eran, por decirlo de otra forma, un símbolo de liberación. Ya ella había alcanzado lo que quería; a su modo de ver ya no tenía sentido temer al juicio ajeno, ya nuestra relación no podía sufrir prejuicio alguno.

Admito que incluso lloré un poco cuando pensé en eso a profundidad.... Todavía Alexa seguía siendo como una niña para mí, pero al mismo tiempo como una adulta.

Como sea, al llegar la tarde me dirigí hacia la casa de Alexa con el motivo de visitarla.

Toqué la puerta y ésta se abrió dentro de poco.

La muchacha, viéndose hermosa como siempre, me miró a los ojos y pronto una sonrisa se formó en su rostro.

- Has llegado -me dijo-, ya extrañaba tu presencia

Me sonrojé un poco.

- Yo también extrañaba verte... -le respondí-. Tenía ganas de ver tu carita otra vez

- Pues ¿qué tal si entras y aprovechas para verme un poco más?

Agarré con más fuerza el regalo que tenía en mis manos y entré a la casa de mi estudiante.

Me senté en el sofá, mientras ella se dirigía a la cocina con tal de buscar alguna bebida en su refrigerador.

- Dime, Eliza. ¿Te vas a quedar callada o vas a contarme algo interesante?

- Disculpa..., sólo estaba pensando

- ¿En qué?

- Pues... creo que sería mejor si lo escucharas sentada

Alexa regresó con dos vasos llenos de jugo, me ofreció el mío y se sentó cerca de mí.

- Cuéntame... -me dijo, notablemente interesada

Suspiré antes de contestar.

- Aún sigo sin creerlo... -tomé mi vaso-, sigo sin creer que ya eres una adulta.... Todavía estoy atónita por eso

- ¿Y no estás feliz?

- ¿Qué?

- ¿No estás feliz de que tu temor de que puedas ser descubierta llegó a su fin? Digo, ya puedes salir conmigo sin miedo a que te arresten...

En eso ella tenía razón.

Pero antes de que siguiéramos hablando del mismo tema, la adolescente se levantó de la silla.

- Espérame -me dijo-. Regresaré pronto

Se dirigió hacia las escaleras y subió a su habitación.

Me quedé esperándola hasta que, después de unos segundos, Alexa volvió a la sala.

Traía consigo un extraño cuaderno que no parecía destinado a los estudios.

Se sentó conmigo en el sofá para después, con total confianza, acostar su cabeza en mis piernas.

- Qué bien se siente esto -se refería a la suavidad de mis piernas

Dicho esto, abrió el cuaderno, desvelando que era, en realidad, un álbum de recuerdos.

- Quiero que mires esto, Eliza

Vi cómo las páginas del cuaderno estaban adornadas con ese estilo tan suyo.... Parecía hasta nostálgico tan sólo verlo.

Había una página en la que el título (hecho con letras recortadas del periódico) decía: "15 años".

En esa sección se encontraban fotos de Alexa cuando ella tenía esa edad (la edad en que ella comenzó a salir conmigo).

Vi las fotos que ella se había tomado conmigo antes y después de que empezáramos nuestra relación.

Observé la foto que Alexa se tomó conmigo aquella vez en que fui a su casa y me regaló aquella flor, observé nuestra primera foto como novias, observé la foto que nos habíamos tomado en el festival, observé la foto de la vez que fuimos a Hawes.

Los recuerdos volvían a mi mente.... Empecé a rememorar esos momentos en que experimentábamos novedades en nuestras vidas.

Pero la nostalgia no acaba ahí, pues cuando mi alumna llegó a la sección que decía: "16 años" mis sentimientos se hicieron más intensos.

La vez en que ella cumplió años y yo dejé que ella jugara conmigo como si fuera su muñeca (no puedo evitar ruborizarme tan sólo por recordar eso), la vez en que ella y yo visitamos Criacoe y la vez en que ella y yo nos quedamos sentadas en aquella colina, sintiendo el viento recorrer nuestros cuerpos.... Todo eso estaba capturado en imágenes.

Mi corazón latía más y más rápido. Me mordía el labio, intentando retener cualquier lágrima.

Alexa llegó a la sección que decía "17 años" y me mostró las fotos de cuando le regalé una nueva consola de videojuegos, de cuando fuimos al estudio cinematográfico, de cuando hicimos modelaje y de cuando visitamos la mansión de Julie.... Todo ello, todos esos momentos eran parte de la historia que habíamos vivido juntas, con mucha valentía, determinación y amor.

La muchacha cerró el libro.

- Me faltan más secciones por llenar -me decía-. Ahora que tengo 18 años quiero tener recuerdos de esta etapa de mi vida contigo, y lo mismo quiero para cuando cumpla 19, para cuando cumpla 20, para cuando cumpla 21 y así sucesivamente.... Quiero pasar toda mi vida contigo

No pude más y dejé salir mis lágrimas, conmovida por las palabras que había escuchado.

- Si te soy sincera -continuaba Alexa, mientras limpiaba mis lágrimas-, yo soy la que tiene que estar agradecida contigo.... Te agradezco que me hayas soportado, que me hayas apoyado, que me hayas aceptado, que hayas arriesgado tanto por mí, que me hayas subido el ánimo cuando lo necesitaba.... En serio te digo que todo lo que hiciste por mí lo valoro mucho y, finalmente tu esfuerzo dio frutos, mira que ahora ya no puedes tener miedo de que estemos juntas

Sentí una cálida sensación en mi interior.... Por algún motivo un notable alivio calmaba el resto de mis sentidos.

Cuando Alexa terminó de limpiarme, llevó su mano hacia mi mejilla, acariciándola un poco, mientras nuestros ojos permanecían en sincronía.

Después llevó su mano hacia detrás de mi cabeza y nos besamos.

Nos quedamos en eso durante un buen rato (me gustaba el sabor de sus labios).

Cuando finalmente nos separamos, sentíamos la respiración de la otra, pero bajo ningún motivo dejábamos de vernos a los ojos.

- Eliza

- ¿Sí?

- ¿Ya puedo ver cuál es mi regalito?

Le sonreí en aquel entonces.

- Por supuesto, mi niña

Alexa se sentó en el mueble, ansiosa por recibir su obsequio de cumpleaños.

No tardé mucho en sacar (de mi bolso de regalos) una cartera finamente decorada para dársela a mi estudiante.

- Hoy cumples dieciocho años -le decía-. Este es tu primer regalo como adulta; sé que la usarás mucho y que la cuidarás bien

Ella aceptó gustosamente mi regalo y no escondió la alegría que le causó recibir una cartera nueva.

- Justo lo que quería para mis cosas... -su alegría era notable-. Me gusta, Eliza, pero... me gusta más la persona que me obsequió esto

Solte una risita al escuchar ese tono coqueto que tanto me gustaba.

Pasamos el resto del día juntas, disfrutando el tiempo que pasábamos la una con la otra.

Mi Alumna y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora