Otra vez mi cumpleaños había llegado.... Qué rápido pasa el tiempo (al menos desde mi perspectiva).
Recuerdo con gran detalle cómo era mi vida a los 24 y lo mucho que he cambiado desde aquel entonces. Se sentía algo nostálgico rememorar esos momentos de felicidad, pero también de pruebas.
Como ya es costumbre, Alexa fue la primera en felicitarme cuando la medianoche hizo acto de presencia.
Su hermosamente estilizado y poético mensaje fue la razón por la que sonreí, sintiéndome afortunada por ser amada así.
Lo leí de principio a fin, intentando (en vano) no llorar por las intensas emociones que me suponía leer algo tan bello escrito por una chica tan hermosa.
Cuando finalmente nos despedimos, apagué el celular y me quedé mirando el techo de mi habitación, pensando en tantas cosas.
Pero en especial me quedé pensando en Alexa.... Su rostro aparecía en mi mente de vez en cuando y su sonrisa..., su linda sonrisa me aceleraba el corazón (aunque suene cursi).
Después de mi cumpleaños vendrá el suyo. Ya en poco tiempo mi alumna será adulta.... Después de tanto, finalmente alcanzará esa libertad que tanto ansiaba desde que empezamos a salir.
Volví a sonreír al tener ese pensamiento y me alegré esa vez, me alegré más por ella que por mí.
Poco a poco me fui durmiendo.
Cuando desperté (a una hora más tarde) me aseguré de obtener la motivación necesaria para vestirme apropiadamente, lavarme la cara y arreglarme el cabello.
Decidí ponerme una camiseta verde y una falda larga con cuadritos, cuyos patrones daban un toque de nostalgia.
Viéndome satisfecha con mi elección, me senté en la sala, esperando a Alexa mientras bebía un jugo y usaba mi celular para distraerme.
Pasó el tiempo y me sorprendió que ella ni me había enviado un mensaje.
Miré otra vez el reloj de mi celular e intenté pensar en algo relajante mientras tanto.
Tras haberme perdido en divagaciones varias, escuché a alguien tocar la puerta.
Me levanté al instante, ansiosa por recibir a Alexa.
Sin embargo, cuando abrí la puerta me encontré con algo que no me esperaba.
Vi a Alexa, Ginger y Jasmine en la puerta de mi casa.... Casi no pude ocultar el asombro que eso me produjo.
- Buenos días, Profesora Eliza. ¿No le molestaría que nosotras le cantáramos una canción de cumpleaños?
El tono burlón, pero agradable de Alexa se vio acompañado de una sonrisita sincera.
- Pasen, por favor
Y así ellas entraron a mi hogar.
Cada chica me abrazó tiernamente. Después dejaron sus regalos en la mesa de mi sala y se sentaron donde pudieron.
- Conociéndola a usted —me decía Alexa—, no consideraba que sería buena idea hacer una parafernalia con mucha gente desconocida o hacer una fiesta súper ruidosa. Así que creo que un ambiente íntimo con personas que usted conoce le favorecería bastante
- Concuerdo con Alexa —Jasmine decidió hablar—. Hay veces en las que me aburro cuando llegan un montón de invitados a mi cumpleaños únicamente a comerse el pastel y a darme felicitaciones vacías.... En su caso yo tengo un gran aprecio por usted y no quiero que pase por el mismo tormento de una niña rica.... Mis felicitaciones para usted son sinceras y el regalo que quiero darle también lo será
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Mi Alumna y yo
RomanceEliza es una profesora de secundaria, la cual no se enorgullece respecto a la vida que está llevando. Su rutina diaria le ha resultado aburrida y cansina, pero una estudiante suya llamada Alexa será la responsable de cambiarle la vida. Novela regist...