Capítulo 19

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-Hola, Briana.

La voz de Jack me ayuda a salir de mi estado de asombro y me arreglo el cabello con incomodidad.

-¿Qué haces aquí? -respondo mirando hacia un costado, incapaz de sostenerle la mirada.

Se ve igual de guapo que en lo de los Montgomery y me siento fuera de lugar. Él está impecable con su camisa y pantalón negro a juego y yo sigo envuelta en una toalla húmeda que tiré al suelo al menos tres veces.

-Quería asegurarme de que estuvieras bien.

-¿Por qué no lo estaría?

-Porque te fuiste con ése tío y no me fío de él.

Me paro más derecha y me atrevo a mirar sus hermosos y oscuros ojos que me estudian con impaciencia. No parece enojado pero su semblante luce serio, preocupado.

-Eso no es de tu incumbencia, Jack -le digo con pocos ánimos y empiezo a cerrar la puerta-. Ahora que sabes que estoy bien puedes volver por donde viniste.

-Briana, espera… -su mano se apoya en la puerta y evita que se la cierre en la cara-. ¿Podemos hablar?

-Ya es tarde para hablar.

No le estoy mintiendo. Lo único que deseo en este momento es acostarme lo más rápido posible y evitar otra estúpida escena.

-¿Por qué actúas de esa manera? ¿Hice algo que te enojara? Dímelo, por favor.

Suelto un suspiro cansado. No, por supuesto que no hizo nada. La culpa era solo mía por creer que podía verme como algo más que un polvo de una sola noche. Quiero decir… No pretendía otra cosa, pero me hubiera gustado al menos follármelo un par de veces más en su casa o en la mía. Y la manera en la que me rechazó había enfriado un poco el encanto.

-No estoy enojada, sólo… sólo quiero que te vayas. Mis hermanos te están buscando y lo último que deseo es que vuelvan y te vean aquí.

-Seguí a Donovan, Briana -dice serio y de pronto el corazón me pesa un poco más-. Lo seguí y esperé a que se fuera para venir a verte.

-No te sigo el rollo, Jack. Primero me dices que tienes cosas más importantes que hacer y después pierdes el tiempo viniendo hasta aquí.

-Dije que tenía asuntos pendientes que atender, pero nunca dije que esos asuntos fueran más importante que tú.

-Perfecto -respondo manteniendo la fachada de indiferencia-. Ve y atiende esos asuntos entonces.

-Eres insufrible, Briana.

-No, Jack -respondo rápidamente dispuesta a no caer frente a él-. Te ahorré la molestia de que me trajeras a mi casa para que no perdieras el tiempo. Y tú sólo lo estás malgastando en venir hasta aquí por nada.

Me muerdo la lengua para reprimir las ganas de tiritar por el frío. La ducha había sido buena pero estar parada frente a la puerta por unos cuantos minutos me había congelado el cuerpo.

-Ven aquí -dice intentando tomarme de la mano-. Déjame darte algo de calor.

-Gracias, pero no quiero -contesto y me acomodo mejor la toalla que me cubre los pechos-. Buenas noches, Jack.

-Briana…

-¿Tienes algún tipo de defecto auditivo?

La voz de Paul me toma por sorpresa y el rostro de Jack se ensombrece al verlo. El arquitecto sigue con el torso desnudo y el toallón blanco alrededor de sus caderas. Cuando llega a mi lado me toma por la cintura con posesión y levanta la barbilla con seguridad.

No Te Enamores De Mi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora